Sin renovable no hay Hidrógeno
Se entiende que hablamos de Hidrógeno verde, aquel que se genera utilizando energía renovable. Esto, que es tan evidente, no lo parece tanto en Cataluña situada en la cola del Estado y de los países avanzados. Pero necesitamos mucha renovable para sustituir la energía nuclear y la generada por gas y otros combustibles fósiles y sustituir el hidrógeno gris de nuestra química.
Según el Parlamento de Cataluña en 2030, el 50% de la demanda eléctrica se deberá cubrir con renovable pero en España el objetivo es el 74%. Y el hito para el 2050 es cubrir toda la demanda energética con renovables.
Cuando se dice que hay muchas superficies en Cataluña para cubrir y se habla de los grandes polígonos industriales o de los puertos catalanes de Tarragona y Barcelona se olvida que en estos lugares deberán usar la energía que generarán en sus recintos para sus propias necesidades. No podrán ceder un kw. En pocos casos – como en los polígonos logísticos – podremos contar con excedentes de energía. Pero necesitaremos mucha más para el transporte y para las necesidades domésticas.
Son 34 millones de Mw / hora año. Es brutal, sí. Pero sustituir nucleares, gas y petroquímicas significa esto. Debemos sumar y restar. Ya no se puede hacer en pocos lugares. Esto ocupa terreno (sobre un 2% del territorio de Cataluña). Son 64.000 hectáreas. Pero tenemos muchas más que están abandonadas hace décadas que será muy difícil que se vuelvan a cultivar nunca. Los molinos tampoco se sitúan en tierras de cultivo y en los pocos lugares que lo hacen son compatibles con la agricultura. Y luego todavía nos quedará almacenar en hidrógeno, baterías y otros para cuando no tengamos sol ni viento. Las metas fijadas por la Estrategia de Almacenamiento en España son muy ambiciosas: llegar a los 20 GW de almacenamiento 2030 y los 30 GW 2050. En el caso de Cataluña podemos estar hablando de entre 4 y 5 GW.
En cuanto al hidrógeno lo necesitamos ya ahora para nuestra industria y para el transporte pesado. En Tarragona ya hace meses que la URV ha puesto en marcha con notable éxito el que ya es hoy el Valle del Hidrógeno de Cataluña. Un gran acierto de la Rectora y de su equipo que han visto la necesidad de alinear esfuerzos comunes y diversos: centros de investigación, empresas potentes pero también pequeñas y medianas e instituciones.
Ninguna otra zona de Cataluña reúne las condiciones y la urgencia que tienen las comarcas de Tarragona para ser la capital del hidrógeno de Cataluña y aspirar a serlo también del Estado: somos los principales consumidores de hidrógeno, tenemos centros de investigación, podemos disponer de energía renovable suficiente y tenemos tres grupos nucleares que tendremos que sustituir pronto por alternativas como el hidrógeno.
Podemos ser, si las cosas no se tuercen, la provincia más importante de España en un sector con futuro como el del hidrógeno verde, de alto valor añadido, que mantenga miles de puestos de trabajo y genere nuevos, en unas comarcas algunas de las cuales forman parte de la España vacía(da) o de la Cataluña vacía(da) que los gobiernos de Cataluña y España se han comprometido a compensar.
Por lo tanto, o nos hacemos la energía o la traerán de fuera con grandes torres de alta tensión, siempre y cuando otros lugares estén dispuestos a generar mucha más de la que necesiten. O en el caso del hidrógeno verde, volveremos a depender de los países árabes que ya están dispuestos a generar hidrógeno para la Europa del norte y que se extrañan que aquí rechacemos auto-abastecernos. ¿ Queremos ser un país dependiente en un bien tan básico para la economía y para las necesidades domésticas e individuales como la energía?.
Si no tenemos hidrógeno porque no tenemos renovable, nuestra industria química languidecerá y tampoco tendremos alternativa para sustituir las nucleares. Son 35.000 puestos de trabajo en peligro.
Otra cosa es que tengamos que cambiar el modelo energético. En este sentido, nos hemos pronunciado repetidamente en el sentido que todos los municipios de Cataluña sin excepción tengan que destinar una parte de su territorio a la generación de energía renovable, que se favorezca que la propiedad de la generación de energía esté en manos de cooperativas , ayuntamientos y pequeñas empresas y que también los grandes proyectos puedan ser participados por las comunidades locales. Y finalmente, que las zonas que estén dispuestas a generar más energía de la que consuman, reciban compensaciones que hagan posible nuevas actividades productivas.
No podemos demorarnos ni un día más. La urgencia por la modernización de nuestro tejido productivo, de la industria química en particular, de la sustitución de nuestras centrales nucleares, para mantener puestos de trabajo y generar otros nuevos no es para mañana sino para hoy.
Aún estamos a tiempo. Pero no nos queda mucho.
Xavier Sabaté
Presidente de la Comisión Logistics Green Deal – Barcelona Centro Logístico Cataluña-
Publlicado hoy en el Diari de Tarragona ( pàgina 7 )