Uno de los frescos románicos correspondiente al ábside de la iglesia de Estamariu /
ACN / S.EO.
La Seu d'Urgell (Lleida). (EFE).- Una operación de restauración
iniciada hace varios años ha permitido recuperar los frescos de la
iglesia de Sant Vicenç de Estamariu, lo que los convierte en uno de los
conjuntos más importantes del arte románico catalán conservados en su
lugar originario.
Las pinturas, que datan del año 1135, fueron descubiertas en 1993
en el marco de una actuación de limpieza de la iglesia, que es del
siglo XI, y habían pasado desapercibidas ya que se encontraban
debajo de una gruesa capa de cal.
El templo, que se encontraba casi en ruinas, pertenece al
Obispado de Urgell, que cedió su gestión a la Fundación Privada Sant
Vicenç d'Estamariu, que ha sido quien se ha encargado de los
trabajos de restauración, en los que también ha colaborado el
Departamento de Cultura.
Según uno de los coordinadores de la restauración Albert Villaró,
éste ha sido el resultado de un largo proceso que empezó en 2003 con
la consolidación de la nave de la iglesia, ya que una parte de su
cubierta estaba medio derrumbada y peligraba su estabilidad.
Uno de los frescos románicos correspondiente al ábside de la iglesia de Estamariu /
ACN / S.EO.
De izquierda a derceha: el presidente de la fundación,
Joan Planes,
el alcalde de Estamariu, Pere Navinés, el conseller de
Cultura, Joan
Manuel Tresserras, el obispo de Urgell, Joan Enric Vives,
y el
presidente del Consell Comarcal, Jesús Fierro, durant el concert
que
ha servido para inaugurar la restauración de la iglesia /ACN / S.EO.
En 2007, comenzaron los trabajos de recuperación de los frescos,
que han durado hasta ahora y en los que el Departamento de Cultura
ha colaborado con 210.000 euros.
"Son unas pinturas de primera división, porque tienen una calidad
técnica muy buena. Se cree que son cercanas al círculo de los
maestros que realizaron las pinturas románicas de Pedret y
Argolell", explica el restaurador.
El conjunto, según Villaró, se encuentra en el ábside central de
la iglesia y está formado por la iconografía típica del románico
como son un Cristo en majestad entronizado, el tetramorfos con los
cuatro evangelistas, escenas del Apocalipsis y mártires.
También hay frescos entre las ventanas en las que se pueden ver a
varios apóstoles con la Virgen María.
"Se trata de unos frescos que tienen una paleta cromática muy
interesante y rica, ya que se debía realizar con pigmentos de
primera calidad, lo que ha permitido que se hayan conservado muy
bien a lo largo del tiempo. Gracias a ello hemos podido recuperar
aproximadamente el 60% del mural en buen estado", asegura Villaró.
http://www.lavanguardia.es/lv24h/20081107/
53575057729.html