Almacelles - Jordi Pascual
2008-10-26
Las excavaciones en el yacimiento
arqueológico del Vilot en Almacelles arrojarán luz sobre una parte de
la historia de una población que desapareció por arrasamiento a
mediados del siglo XVII en la Guerra dels Segadors. La traumática forma
de desaparecer y los más de 125 años transcurridos hasta la
construcción de la Almacelles de nueva planta, en el año 1773,
propiciaron la desaparición de todo tipo de documentos y de la
tradición oral de las distintas actividades, hechos y costumbres
practicadas entre los habitantes de la Almacelles medieval al huir
todos sus habitantes.
Ahora se podrá conocer algo más de
Almacelles después del descubrimiento de los restos de un horno de
cocción de cerámica común a escasos 20 metros de otro de las mismas
características descubierto en anteriores excavaciones. El horno tiene
una planta circular con un diámetro de unos tres metros cuyo nivel
inferior, que se corresponde con la solera o cámara de fuego, aparece,
de la misma forma que sucedió con el primero, relleno de tierra
arcillosa que podría proceder, casi con toda seguridad, de las paredes
y bóveda de la cámara de cocción en el momento del derrumbe y que no
aparece en ninguno de los dos hornos.
Anexos a ambos hornos aparecen una serie de habitáculos destinados, al
parecer, a las actividades asociadas a la producción de cerámica, tales
como zonas de obradores y de secado. En uno de los espacios descritos
aparece una especie de pozo de planta circular de aproximadamente 1,50
metros de diámetro, construido con piedras redondeadas unidas con
mortero de cal, que queda pendiente de estudio para, en futuras
prospecciones, determinar su utilidad en la actividad alfarera.
Los habitáculos contiguos parecen conformar una unidad funcional en la
que se realizaban gran parte de las operaciones de fabricación. Allí es
donde se preparaba la arcilla antes de proceder a su modelado y se
destinaba como área de secado de las piezas confeccionadas. En estos
momentos no puede detallarse en toda su magnitud la organización
completa de lo que parece podría ser un alfar rural destinado a
suministrar cerámicas a un determinado mercado de ámbito local o
comarcal.
En el pavimento de uno de los habitáculos aparece un empedrado de
cantos rodados, hecho a base de guijarros, piedras de río redondeadas
por el agua y el tiempo, que se encuentran sustentadas por tierra
suelta y que también aparece en las primeras excavaciones. La
reconstrucción de estos suelos hará necesario nivelar algun área y
consolidar la superficie para su buena conservación.
En estos suelos se combinan las formas de los cantos y se trazan con
maestría sobre el suelo dibujos y motivos que son verdaderas obras de
arte. Motivos florales, círculos y zonas rectas, construidos con
piedras de distintos tamaños, aparecen en diferentes zonas del
yacimiento quedando por determinar si corresponden a patios interiores,
plazas o calles de la población. Gran parte de estos pavimentos serán
difíciles de excavar ya que desaparecen por debajo del camino dels
Pedregals, limitando las excavaciones.
La aparición de los dos hornos de cerámica relaciona el lugar con un
enclave industrial alfarero, indicando que Almacelles disponía entre
los siglos XIV y XVII de una importante actividad dedicada al
tratamiento de la arcilla, que justificaría la tradición ceramista, en
este caso destinada a la construcción, que tiene Almacelles en la
actualidad.
Los restos ahora encontrados se encuentran prácticamente adosados a una
gran casa, de la cual parece podrían depender y que ha estado
identificada como una unidad doméstica muy compleja y de grandes
dimensiones, ya que supera los 300 metros cuadrados. Esta casa tenia
planta baja y como mínimo una primera planta, que correspondería a la
vivienda o parte noble de la misma, encontrándose parte del derribo
entre los escombros.
Se han identificado los materiales constructivos que utilizaban, tales
como piedra, enyesados, baldosas y mesas, mezclados con restos de
cerámica realizada con torno o vidriada, y otras con decoraciones
realizadas con blancos y reflejos metálicos y con blancos y azules, que
junto al material arqueológico encontrado, podrían ser de entre los
siglos XIV y XVII.
Estos hallazgos parecen desmontar en parte la idea de que Almacelles
era en la época medieval únicamente una zona agrícola, ganadera y de
paso de grandes rebaños de animales en trashumancia.
La importancia del descubrimiento de los restos arqueológicos del Vilot
tiene más que ver con la información histórica que aporta y no tanto
con el valor de los restos encontrados. El hallazgo enterrado de todo
un pueblo medieval, prácticamente fosilizado desde su desaparición,
como es el caso de Almacelles, es un hecho excepcional muy difícil de
encontrar.
http://www.lamanyana.cat/web/html/lanoticia.html?id
=86409&seccio=Comarcas&fecha=2008-10-26&sortida=03:00:00