VIC - Una actuación arqueológica en Vic paraliza las obras del Graell
PERE PRATDESABA
VIC
La
Direcció General del Patrimoni Cultural ha autorizado esta semana una
intervención arqueológica de carácter preventivo en el Graell, en el
barrio de Sentfores de Vic. La actuación, que durará hasta el 7 de
diciembre, tiene por objetivo evaluar la posibilidad de recuperar los
restos de la ermita románica de Sant Llorenç de Boada, construida en el
siglo XI y destruida en el año 1939. Se desconoce si el edificio
dispone de otras dependencias anexas.
La intervención ha obligado a
paralizar parte de las obras que el Incasòl está llevando a cabo en la
zona, donde se construirán más de 1.300 viviendas. La importancia de
los hallazgos determinará la posible revisión del plan urbanístico.
Esta inesperada situación proporciona un toque surrealista a un
proyecto que ya ha sido conflictivo desde sus inicios. Sentfores es un
barrio con apenas 500 personas, aislado del casco urbano de Vic y con
muchos trazos propios de una población rural. La construcción de 1.300
viviendas unirá este barrio a la ciudad e incrementará el número de
habitantes hasta los 3.000. Algunos vecinos, constituidos en
plataforma, opinan que el proyecto "es desorbitado y cambiará para
siempre la identidad, la manera de vivir y el entorno de la zona".
Pero además, existe otro punto de controversia. De las 1.300 futuras
viviendas, 529 serán de protección oficial. El alcalde, Josep Maria
Vila d'Abadal (CiU), se niega en rotundo a esta concentración y ha
reclamado en varias ocasiones que se distribuyan estas viviendas en
"distintos puntos" del municipio.
A LA EXPECTATIVA
Durante la
semana pasada, los arqueólogos efectuaron una prospección en todo el
terreno y, a partir de hoy, se iniciarán los sondeos para localizar los
cimientos de la ermita. Una vez valorada la importancia histórica de
los restos, Patrimoni Cultural optará por conservarlos en el mismo
lugar, trasladarlos a un museo o eliminarlos (salvando primero los
valores culturales mediante documentación).
Desde la plataforma de
vecinos se reclama que la preservación se amplíe a los alrededores de
la ermita. La zona incluye una casa rural (el mas Sant Llorenç) y un
molino de principios del siglo XX, con su charca y su acequia.
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