LLEIDA - Lleida recupera todo su pasado artístico con un nuevo museo
- El Museu de Lleida, con la plaza peatonal en medio y la iglesia de Sant Llorenç y la Seu Vella al fondo. Foto: RAMON GABRIEL
- • El edificio mostrará a partir del día 30 un total de 974 obras desde la prehistoria hasta el siglo XVIII
- • El equipamiento articula la vieja y la nueva ciudad con una propuesta activa de renovación urbana
R. FONTOVA / BARCELONA
M. J. IBAÑEZ / LEIDA
Un
edificio de nueva planta, de piedra caliza beige, con una capilla
barroca dentro, acoge la historia artística de Lleida, con las pinturas
rupestres de Cogul, la refinada cultura árabe y el esplendor del gótico
como momentos álgidos. El Museu de Lleida se inaugura el próximo día 30
tras varios años de obras durante los cuales hubo que tirar y
reconstruir paredes al variar la instalación de obras de arte a causa
del litigio existente sobre una parte de la colección de arte sacro.
El arquitecto Joan Rodon ganó en el año 1999 el concurso para diseñar
el equipamiento. Con la rehabilitación de la Casa de las Punxes, el
Palau de la Generalitat y la Biblioteca de Catalunya, los tres en
Barcelona, en su curriculum, Rodon optó por proyectar un museo que
actuara como punto de convergencia entre el casco antiguo y el ensanche
de la Rambla d'Aragó, con una plaza central peatonal que distribuye los
distintos volúmenes del museo. Uno de ellos es una sala polivalente
para actos culturales y un bar restaurante, ambos con horario
independiente, que atraigan público. Rodon quiso evitar su experiencia
en el Museu de Vic, donde fue el único y solitario visitante de la
jornada seguido de un guardia que iba apagando las luces.
EL CLIMA
El
museo se ha construido en piedra caliza "que matizará la luz del sol en
verano y la niebla del invierno", señala. Rodon ha insertado en el
museo diversas vistas hacia la cercana iglesia de Sant Llorenç. Y en el
interior, entre la zona de acogida y los tres pisos de exposición
permanente, se halla la austera capilla barroca del convento de
Carmelitas que allí hubo. Las colecciones prehistóricas evocan las
catas arqueológicas mientras que las obras eclesiásticas se ven en
espacios oscuros, como en las iglesias, con iluminación dirigida. Rodon
tuvo que derribar estructuras ya construidas a causa de que las
colecciones que iban a exponerse estaban guardadas en cajas y a que se
ignoraba el resultado de la reclamación aragonesa.
El nuevo museo
reúne bajo un único discurso las antiguas colecciones del Obispado de
Lleida, la de la diputación provincial y la del Cabildo Catedralicio.
Cuenta con un fondo de más de 10.000 piezas, datadas entre la
prehistoria y el siglo XVIII, aunque solo 974 se exhibirán. "Es un
museo de museos", explica su directora, Montserrat Macià. Las nuevas
instalaciones, añade, no se limitan a exhibir unos objetos al público,
"sino que explican la historia y el arte que se desarrolló en cada
momento en las comarcas de Lleida".