Una muestra del valioso material extraido en las islas victorienses.
Un grupo de especialistas del Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas trabaja en las islas victorienses, donde ya
efectuó importantes hallazgos que sirvieron para determinar costumbres
de los grupos prehispánicos ubicados en el Delta del Paraná, confirmó a
AIM el arqueólogo Mariano Bonomo.
Los investigadores del Museo de La Plata
trabajan bajo la coordinación de Mariano Bonomo y Gustavo Politis,
quienes ordenan las actividades
de estudiantes provenientes de esa ciudad bonaerense y de alumnos de
la carrera de Arqueología de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
La labor es continuidad de la tarea que el grupo viene desarrollando en
islas de los departamentos Diamante y Victoria.
Bonomo
contó que hacen 20 días están ubicados en la zona conocida como los
Tres Cerros, donde realizan excavaciones en un terreno de 10 metros
cuadrados en los que encontraron interesante material óseo y cerámico,
y aseguró que permanecerán en el lugar durante algunos días más, con la
posibilidad de regresar en noviembre o diciembre. “A mediados del siglo
XX ya hubo gente que excavó en el lugar y han sacado esqueletos
humanos, pero nunca se realizó un estudio sistemático como el que se
lleva a cabo ahora”, dijo.
El especialista detalló que “es un
sitio muy interesante ya que aparece gran cantidad de alfarería,
cerámica, restos de ollas que usaban los grupos prehispánicos para
preparar sus alimentos”, y enumeró que encontraron en material cerámico
varias representaciones clásicas de animales: una cabeza de una víbora,
apéndices de aves, representaciones de loros y aves tipo rapaces.
Además se hallaron dos campanas, la primera de ellas muy fragmentada y
otra más completa. “No se conoce la utilidad que tenían para los
grupos estos elementos, pero han aparecido siempre, por lo que se
supone que tenían un carácter especial, ya que los depositaban junto a
sus muertos como una especie de ofrenda”.
Restos
El
investigador agregó que también encontraron algunos dientes aislados
mezclados con el resto de material faunístico, que es muy abundante y
está muy bien preservado y destacó que a mediados del siglo XX se
retiraron de la zona restos humanos.
Bonomo indicó que el año
anterior excavaron en el Parque Nacional Pre Delta, pero comentó que
los restos óseos hallados en el lugar estaban en muy mal estado con
relación a la zona de islas de Victoria. “Se recuperó mucho
material, especialmente restos de peces óseos y roedores medianos como
la nutria, y también huesos más grandes que se analizarán en
laboratorios”.
Conclusiones
“A través del
estudio de la alfarería rescatada se puede lograr mucha información”,
explicó Bonomo. “En primer lugar, se analizan las técnicas de
elaboración de esos elementos, cómo se hacían, cómo eran los hornos,
dónde las hacían, cómo fue armada la vasija, si con rodetes, con
chorizos o modeladas con masas mas grandes. Se puede analizar si a la
cerámica le agregaban algún tipo de elemento para que tuviera una mejor
cocción”, aclaró.
El estudio de las vasijas permite determinar
qué tipo de elementos se cocinaban en ella y realizar un análisis de
las micro partículas de algunas plantas que utilizaban en la cocina,
como los almidones y los fitolitos, que se preservan en el tiempo.
“Este estudio ha permitido analizar las costumbre alimentarías y de
subsistencia de los grupos aborígenes”, aseveró.
En tal sentido,
detalló que se lograron resultados de otros sitios del área y se
identificó, junto con un equipo de botánicos del Museo de La Plata y de
Colombia, la presencia de almidones de plantas cultivadas: porotos y
maíz. “Este es un tema muy importante para la zona porque esta marcando
el limite meridional de los cultivos en Sudamérica; más allá del Delta
del Paraná, la Agricultura no se desarrolló”, destacó el especialista.
Por
otro lado, aclaró que “se acredita lo que decían las crónicas de los
primeros españoles que llegaron a esta zona, cuando escribían que se
consumían alimentos domesticados como maíz, poroto, zapallo”.
El proceso
En
diálogo con esta Agencia, Bonomo describió como se realiza el trabajo
de campo. “Lo primero es una prospección general del área: recorrimos
varios lugares de los cuales se marcaron 52 sitios a explorar. Como el
potencial arqueológico es muy importante, luego de recorrerla tomamos
muestras superficiales para comenzar con los sondeos, esto es una
excavación pequeña en un terreno de 50 por 50 centímetros. Con esos
resultados se evaluó el tipo de material y se comenzó a excavar áreas
más grandes. Aunque ahora estamos trabajando un área relativamente
pequeña en relación al cerro, que es muy grande (10 metros cuadrados),
lo importante es la cantidad de material”, precisó.
Después de
ese primer relevamiento comenzó el trabajo del terreno en forma
sistemática, por capas y por espacios más reducidos. Una vez que se
rescata el material, se envuelve, se lleva a La Plata para su análisis,
y luego se lo traslada al Museo Provincial de Ciencias Naturales y
Antropológicas “Prof. Antonio Serrano” de Paraná, que es la autoridad
de aplicación de la ley. “El material queda donde el Museo Serrano
disponen”, destacó.
Este valioso material arqueológico que ya
es patrimonio de los entrerrianos, permitirá seguir develando parte de
la historia de esta provincia.
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