El nuevo rostro del rey Pakal II
Foto: Ap
La restauración dejó a la pieza con dimensiones
humanas, como un verdadero retrato, señala Laura Filloy, coordinadora
del proyecto
Trabajarán en el ajuar funerario del creador de Palenque
Ana Mónica Rodríguez
Un equipo de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e
Historia (INAH) restauró la máscara funeraria del rostro del rey maya
Pakal II (603-683 dC), cuya tumba se encuentra en el Templo de las
Inscripciones de la zona arqueológica de Palenque, la cual cumplió dos
décadas de estar inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (UNESCO).
El grupo interdisciplinario del instituto
trabajó durante dos años con la pieza, que consta de 200 fragmentos de
mosaico de jade, descubierta en 1952. El objetivo de la restauración
fue “presentar un nuevo rostro del rey Pakal, con rasgos diferentes a
los que todo el mundo ha conocido durante más de 50 años”.
Laura Filloy, coordinadora del proyecto, explicó en entrevista con La Jornada
que luego de la intervención “la máscara quedó con un rostro de
proporciones humanas, como si fuera un retrato; por ello, los
antropólogos físicos estamos seguros de que los artistas mayas de
Palenque eran especialistas para reproducir certeramente el rostro
humano y, gracias a eso, ahora conocemos a sus diferentes gobernantes”.
La restauración realizada a la pieza, dijo la especialista, nos permite asegurar su conservación a futuro, por lo menos 50 años.
La
Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía Manuel del
Castillo Negrete fue el escenario para que diversos expertos del INAH
presentaran con imágenes y ponencias las investigaciones realizadas en
torno a la máscara de jade, la cual se exhibe en la sala maya del Museo
Nacional de Antropología.
“Después de dos años de trabajos y
múltiples investigaciones, no sólo se obtuvo información sobre los
minerales que componen la máscara, además se identificaron las piezas
que conforman los ojos, lo cuales están elaborados en obsidiana y
concha provenientes de Guatemala.”
También, prosiguió, se
hallaron materiales orgánicos que fueron utilizados para el armado del
objeto mortuorio, como el estuco y un pigmento llamado cinabrio. “En la
manufactura de la máscara los antiguos artistas trabajaron en conjunto
y poseían un conocimiento técnico impresionante en el clásico tardío”.
Laura
Filloy Nadal explicó que los trabajos sobre la máscara de Pakal marcan
un hito en los estudios de restauración en México y “es un detonante
para continuar con análisis y conservación de otras piezas mayas que se
encuentran en acervos de distintos centros regionales y museos del
INAH”.
A futuro también será restaurado el ajuar funerario del
gobernante maya, integrado por pendientes, collares, anillos y
orejeras, entre otros objetos de concha, obsidiana y jadeíta. “Y
después de la luz verde del INAH para arrancar este proyecto, se
aplicaría la misma rigurosa metodología utilizada en la máscara”,
agregó Filloy.
El restaurador Jaime Cama Villafranca, a su vez,
explicó que tras la metódica y meticulosa restauración “se devolvió la
eficiencia a la máscara, recuperando su función primitiva y
permitiéndole a Pakal mostrar para siempre el rostro con el que se
presentó en el inframundo”.
Se exploraron –prosiguió el
especialista– los elementos relativos a la historicidad para rescatar
una serie de información que se encontraba dispersa y que estaba
condenada a desaparecer.
Durante la restauración, dijo, fueron
respetadas todas las instancias, como la histórica, estética, funcional
y tecnológica, al contar con la técnica de manufactura característica
de la refinada escuela de lapidaria maya.
“Actualmente, la
máscara adquiere otra dimensión, tras ser restaurada se convierte, bajo
diferentes formas, en un elemento didáctico, como no lo fue en su
pasado”, puntualizó Cama Villafranca.
El recinto de Pakal
En
Palenque, sin lugar a dudas, uno de los mayores atractivos es la cámara
funeraria del rey Pakal, la cual permanece cerrada al público desde
2004 como medida precautoria para evitar deterioros de ese legado
prehispánico. El proyecto de restauración y rescate incluye monitoreos
constantes, así como un meticuloso mantenimiento.
Para subsanar
el cierre de ese espacio, el INAH montó una réplica fiel de la tumba
del rey Pakal en una nueva sala explicativa, anexa al museo de sitio de
Palenque.
En esa área el público puede apreciar, en recorridos
especiales para 40 o 50 personas, las réplicas exactas de la cámara
funeraria, que tiene dimensiones de siete metros de largo por 3.75 de
ancho y 6.50 de altura; así como el sarcófago de tres metros de largo
por 2.10 de ancho y 1.10 de alto.
También se muestra la
reproducción de la lápida de piedra caliza esculpida en bajorrelieve,
con medidas de 3.80 m de largo por 2.20 de ancho y un espesor de 25
centímetros. La losa presenta la imagen de Pakal al momento de iniciar
su viaje al inframundo. Del vientre del soberano brota una ceiba
sagrada o el axis mundi de la cosmovisión maya.
El
proyecto museográfico e interdisciplinario de primer nivel, que a
diferencia de la visita a la tumba original –la cual sólo podía ser
observada a través de una puerta metálica–, permite a los visitantes
apreciar con mayor detalle cada una de sus características del ajuar
funerario.
Entre sus ventajas, la réplica ofrece un vistazo a las
paredes del recinto funerario creadas con material transparente que
permite ver hacia el interior para apreciar todos los elementos que
conforman los relieves del ataúd y la lápida. También en los muros
translúcidos se reprodujeron las imágenes de los nueve personajes del
inframundo y ancestros de Pakal representados en las paredes interiores
de la cámara original.
Este proyecto representó una inversión
cercana a los 5 millones de pesos, aportados por el gobierno del estado
de Chiapas y la Secretaría de Turismo. Así como del INAH en lo
concerniente a la museografía, ingeniería, arquitectura y diseño,
basadas en la investigación hecha a lo largo de más de cinco décadas.
Las
visitas al museo de sitio representan sólo 20 por ciento de las cerca
de 500 mil personas que ingresan anualmente a esa zona arqueológica.
Emiliano
Gallaga, director del Centro INAH-Chiapas, ha considerado que con “la
nueva atracción de la réplica de la tumba real esperamos incrementar la
afluencia a este recinto, al que puede acceder el público por el mismo
boleto de entrada al sitio”.
http://www.jornada.unam.mx/2008/01/03/index.php?section=
cultura&article=a04n1cul