[Cosas de la vida
]
10 Agosto, 2008 13:11
Buenos días mi príncipe, dice la chica, y, como no tengo posibilidades de aclararle que no hace falta que me otorgue dicho tratamiento, debo referirme a ella como la princesa. La princesa me cuenta que se llama Mariya, que tiene veintisiete años y que vive en Samara, una ciudad de Rusia confortable y hermosa que le ha dado mucho en la vida. A continuación, sin más rodeos, dice en un español balbuciente pero inteligible que busca a un hombre bueno, para relaciones serias, y la posibilidad de un encuentro. Me pide que le cuente más sobre el lugar en el que vivo, dice que ha acabado estudios superiores de economía, que se defiende en inglés y que cree que no será difícil que nos comprendamos el uno al otro, aunque a veces necesita de un traductor. Ahora trabaja para una empresa como gerente de ventas, pero, a sus veintisiete años, se ha dado cuenta de que es tiempo de pensar en crear una familia. Sin embargo, no ha podido encontrar a la persona que le conviene. Por eso ha decidido buscar por internet al hombre con el que podría tener una relación seria. Desde la infancia ha sido educada como una persona honrada y honesta. Siempre ha mostrado respeto por los mayores y se ha preocupado por sus semejantes. Desde niña tomaba clases de coreografía, y por eso tiene un cuerpo hermoso, tal como puedo observar en la fotografía que me adjunta. Me pregunta si me preocupo por mi salud, y dice que estará muy contenta de poder ver mi aspecto en fotos. Ha trabajado con persistencia para regalarse una visita a mi país, del que sabe que es fuerte, libre, con una cultura desarrollada y muy buenas tradiciones. Desde hace mucho, su sueño es visitar mi país, pero lo que realmente quiere es encontrar a la persona adecuada. Y cree que nuestro encuentro será algo más que una simple coincidencia. Querría que le contase más sobre mí, y me dice que, si estoy interesado en conocerla, ella estará esperando mi respuesta. Me manda una foto, y se despide con un “Es mucho kisssssssssssss”, que yo entiendo como “Muchos muacsssssssss”. En la foto, la princesa tiene la cara redonda, la frente amplia, los ojos grandes y claros, los labios gordezuelos y sensuales y la cejas finas y depiladas. Su pelo es castaño claro, muy liso y cuidado, y por su aspecto en general, su maquillaje perfecto y su vestido oscuro, adornado con lentejuelas, se nota que se ha arreglado para la fotografía. La princesa es un bombón. Yo contemplo un rato su imagen, releo su mensaje varias veces y, finalmente, lo envío a la papelera como correo-basura. No quiero que se haga ilusiones.





