Los asentamientos de El Palomar, en Oliva de Mérida, y El Chaparral, en Aljucén, cambian la visión de los especialistas
La comarca de Mérida no sólo cuenta con monumentos romanos, árabes y
visigodos, sino que también guarda muchas riquezas de pueblos
anteriores. Javier Jiménez Ávila, investigador del Instituto de
Arqueología, ofreció el pasado jueves una charla en el Consorcio de la
Ciudad Monumental sobre los últimos hallazgos en este campo.
-¿Cómo era la zona de Mérida antes de la llegada de los romanos?
-Era una zona que se caracterizaba sobre todo por que era un
territorio muy fértil. La vega del Guadiana, con ese régimen hídrico
tan estable que tiene y al ser un río tan caudaloso, generó una zona
muy fértil. Eso ha propiciado el asentamiento de gente desde siempre,
desde el Paleolítico hasta el Neolítico, y en la época romana y
posterior. Así que la ocupación de todas las vegas del Guadiana es muy
intensa.
-¿A qué año se remontan los primeros yacimientos?
-Se tiene documentada ocupación desde el Paleolítico, prácticamente
desde que existe la humanidad. Las primeras industrias líticas que
tenemos son del Paleolítico inferior arcaico, de hace más de un millón
de años.
-¿Existen en la comarca emeritense asentamientos prehistóricos que pueden considerarse un precedente a los núcleos urbanos?
-La primera ciudad con sus calles y su infraestructura
evidentemente es Mérida en época romana. Pero tenemos como novedades
algunos elementos para hablar de un cierto surgimiento urbano en la
primera Edad del Hierro. Hay un poblado que se excavó por vía de
urgencia hace unos años en Oliva de Mérida, El Palomar, que es del
siglo VII o VI antes de Cristo, y que presenta un urbanismo bastante
desarrollado para la época, con sus calles, su arquitectura monumental,
drenaje de agua... Causó bastante sorpresa cuando se descubrió, porque
no se conocía prácticamente nada en Extremadura, y ha venido a cambiar
bastante nuestra forma de pensar sobre lo que se conocía de esa época.
-¿Hay yacimientos similares más cercanos a Mérida?
-Sí, a partir del descubrimiento de ese yacimiento empezaron a
aparecer más. Por ejemplo, cuando se hizo la autovía de la Plata,
surgió en Aljucén El Chaparral, un poblado más pequeño, y un poco
posterior, del siglo V a. C., pero que marcaba algunas pautas comunes
con El Palomar. Se encuentra en un llano, mientras que se pensaba que
los poblados de esta época estaban siempre en un alto. A partir de ese
momento han empezado a encontrarse poblados en llano, que parece una
característica de toda esta zona en esa época.
Líneas de investigación
-¿Por dónde camina la investigación actual de esa etapa histórica en la comarca?
-La de la Edad de Hierro camina por el descubrimiento de ese tipo
de poblado en llano que está eclosionando y que otros equipos también
están descubriendo en otros puntos de la provincia. Parece ser que será
una característica de la zona, contrariamente a lo que sucede en otros
lugares, como Andalucía, donde los asentamientos están en cerros y en
ciudades en alto fortificadas.
-¿A qué se debe esta diferencia en los asentamientos?
-Debe haber razonamientos de tipo histórico e ideológico. Pero por
ahora conocemos poco. También había yacimientos en alto, como en
Medellín y en la Alcazaba de Badajoz. Pero mientras que en otros puntos
de la Península no ha habido una eclosión de poblados en llano, en
Extremadura sí la hay.
http://www.hoy.es/20080331/merida/comarca-eclosion-poblados-prehistoricos-
20080331.html