La Naturaleza ayudó a Alejandro Magno a conquistar la isla de Tiro
MADRID.- En el año 332 a.C, Tiro era la ciudad-estado fenicia más importante. Tenía cerca de 40.000 habitantes, que basaban parte de su prosperidad económica en la envidiable situación geográfica de la isla, con dos puertos fortificados ubicados frente a la costa y rodeada por una gigantesca muralla de unos 45 metros de alto. Unos elementos que lograron que el prácticamente invencible Alejandro Magno tardara casi siete meses en tomarla. Y no lo hizo sólo gracias a sus tropas. Las fuerzas de la Naturaleza jugaron un importante papel.
Según un estudio del Centro Europeo de Investigación y Enseñanza de Geociencias del Medioambiente en Aix-en-Provence (Francia of the National Academy of Sciences' (PNAS), además de la 'maña' de los ingenieros del conquistador macedonio, que construyeron un paso elevado de un kilómetro que unía el territorio fenicio a la antigua isla de Tiro, al sur de Beirut (Lïbano), las fuerzas de la Naturaleza se pusieron de su lado para permitirle tomar la ciudad.
-
(Segueix)