¿ Qué fue del caso Parc Central ?

Publicat per fxsabate | 14 Mai, 2008

    corrupció 

    Se trata, sin duda, del mayor pelotazo urbanístico de la historia de Tarragona. Pero ha pasado tanto tiempo que, para refrescar la memoria del lector, no estará de más recordarle lo que pasó. Corría el año 1991 cuando una empresa llamada Metspor S.L. compró a diferentes propietarios unos terrenos a las puertas de Tarragona, donde hoy se ubica el Parc Central. El precio fue de 500 millones de pesetas. Y dos años después, por arte de un birlibirloque recalificador, los vendió a Eroski por 1.300, con una ganancia de 800 millones.

     

    El escándalo fue mayúsculo y las hemerotecas están llenas de artículos periodísticos. ¿Tráfico de influencias? ¿Cohecho? ¿Delito contra la Hacienda Pública? El juez abrió un proceso penal e imputó al concejal de urbanismo de la época y a varios empresarios de la zona. ¿Y cómo acabó el caso? Esa es la cuestión, que no ha acabado todavía. Es más, aún está en fase de instrucción, es decir, en la primera etapa del proceso.

     

    Al margen de cualquier otra consideración, este caso es un vivo-ejemplo de la incapacidad de nuestra Justicia para perseguir determinados delitos. De la lucha desigual -aunque parezca paradójico- entre el Estado, mastodonte y paquidérmico, y ciertas formas de delincuencia de cuello blanco, capaces de trasladar, a la velocidad de la luz, una suma de dinero a los confines más alejados del planeta, poniendo tierra,

    mares y fronteras de por medio.

     

    Y esto fue lo que ocurrió, que al botín de 800 millones se le perdió el rastro en un paraíso fiscal (Islas Caimán, según creo recordar). Y se esfumó a través de una empresa-pantalla holandesa, cuyo nombre, Tarántula, como la propia operación, no podía ser más siniestro; y con la colaboración de Gregory E. Elias, un experto en elusion de impuestos residente en Curaçao (Antillas Holandesas). Y el juzgado, mientras tanto, comisión rogatoria para aquí, comisión rogatoria para allá, y cambiando continuamente de titular, con el lastre que esa movilidad representa para una investigación tan compleja.

     

    El asunto sigue en trámite, pero hace años que no se tiene noticia de él. Al menos nada dicen los periódicos. Parece como olvidado. Si sigue así, el día menos pensado nos desayunaremos con la noticia de que ha prescrito. No sería de extrañar.

     

    En cierta manera el del Parc Central es el particular caso Mari Luz que Tarragona tiene bajo la alfombra, aunque, por fortuna, las consecuencias no sean tan dramáticas. Ambos son paradigma del sistema judicial anquilosado e inoperante que tenemos. Un sistema que, a diferencia de otras administraciones mucho más complejas - como Hacienda o la Seguridad Social, por ejemplo- no se ha adaptado a las nuevas tecnologías. No ha habido voluntad política, ni de los unos, ni de los otros. Como la Justicia no da votos ni quita poltronas, no merece prioridades al elaborar los presupuestos. Y así nos va.

     

    Conviene levantar la alfombra y si hay suciedad barrerla. Es decir, impulsar el proceso: si existen indicios, que se haga juicio y se depuren las responsabilidades; si no los hay, que se archive. Y conviene a todos: a nuestra sociedad, para que no pierda definitivamente la escasa fe que todavía tiene en la Justicia; pero también a los imputados, para darles oportunidad de demostrar su inocencia y no verse 'salvados' por ese gong, no siempre exento de ignominia, que es la prescripción. 

    Article de l'advocat tarragoní Francisco Zapater publicat al Diari de Tarragona l'1 de maig de 2008 amb el títol " El caso Parc Central "