PATRIMONI HISTORIC i ARTISTIC

09 Mar, 2007


SIRIA - "A los obreros de hace 5.500 años ya les gustaba el pan y la cerveza"

noticies del mon - — Publicat per josep.m @ 18:21

Tall Humeida

MANUEL ANSEDE
7 de marzo de 2007

A primera vista, no eran más que cántaros rotos destinados a sufrir las patadas de
los niños sirios. Sin embargo, han servido a un equipo de arqueólogos españoles para encontrar una de las ciudades más antiguas de la historia, de unos 5.500 años. Ignacio Márquez (Barcelona, 1966) es el codirector científico del Proyecto Medio Éufrates Sirio, un trabajo arqueológico que se desarrolla en Tall Humeida, en la ribera izquierda del río Éufrates. El investigador, del CSIC, cree que los cuencos encontrados en Siria aportarán luz sobre la dieta de los primeros urbanitas. El hallazgo se produce en un momento aciago para la investigación en Mesopotamia y su órbita. Márquez denuncia los saqueos "espeluznantes" en los yacimientos de Irak, a la vez que critica la actitud de los ejércitos de EE UU y Polonia, que "cavaron sus trincheras justo encima de la antigua Babilonia". El arqueólogo español presentará sus conclusiones en un congreso de expertos que se celebrará hoy en Lisboa.

¿Qué se han encontrado en Tall Humeida?

Tall Humeida fue toda una sorpresa, un descubrimiento de última hora. En la última campaña pensamos: "Vamos a acercarnos a aquel promontorio, que parece otro yacimiento". Y allí empezamos a descubrir, en la superficie, muchas piezas cerámicas. Una de ellas era muy indicadora de que estábamos encima de una de las primeras ciudades de la historia, perteneciente al horizonte cultural de Uruk, de mediados del cuarto milenio antes de Cristo.

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¿Por qué era tan indicadora aquella pieza?

Sacamos unos cien cuencos, que se utilizaban, seguramente, como contenedores de raciones para pagar a los obreros que trabajaban en las obras centralizadas, burocratizadas. Es un indicador de que estamos en una de las primeras ciudades, en la primera explosión urbana de la historia. Cuando hay un poder central, llamémosle palacio o templo, tiene a su servicio trabajadores para llevar a cabo obras públicas. Esos cuencos se hacían en serie cada día para repartir las raciones, los sueldos diarios. Por eso son tan toscos, no se preocupaban por hacer una cerámica bonita, con adornos. En Tall Humeida se encuentran a cientos, y eso que no hemos excavado todavía.


Imagen tomada desde el interior de la excavación. Foto: PAMES.


¿Qué había dentro de esos cuencos? ¿Con qué pagaban a los obreros?

En los pictogramas que aparecieron en Uruk a mediados del cuarto milenio antes de Cristo, la primera escritura del mundo, puedes reconocer algunos elementos, porque son como dibujos, similares a los de los egipcios. Uno de los símbolos representa al cuenco. Yo cuestiono la opinión vigente que dice que los cuencos servían para contener grano. Lo dudo porque, después de haber estudiado los primeros textos de la historia, me da la impresión de que realmente se fabricaron para contener pan, los primeros panes.

¿Los primeros panes?

Sí, la dieta mesopotámica consistía en pan y cerveza. Me da la impresión de que esos cuencos servían para esa dieta, que a los obreros no se les pagaba con grano, para que luego hicieran lo que buenamente pudieran, sino que, más bien, ya les entregaban como alimento diario pan y cerveza. En el poema de Gilgamesh hay un pasaje precioso: el acto de civilización del buen salvaje. Los pasos de ese acto son: el sexo, porque el salvaje se acuesta con una mujer que le envía Gilgamesh, y hacerle comer pan y beber cerveza. Gilgamesh fue rey de Uruk, así que parece que el universo cultural está perfectamente definido. Además de esos cuencos, en la superficie de Tall Humeida hemos encontrado dos jarritos preciosos que eran, sin lugar a dudas, contenedores de cerveza. En plan castizo, se podría decir que son una especie de botijos. A los obreros de hace 5.500 años ya les gustaba el pan y la cerveza.

¿De qué manera ha influido la guerra de Irak en la arqueología de Mesopotamia?

Tremendamente. El paso a cualquier misión arqueológica está cerrado desde hace cuatro años. O más, porque la guerra empezó en 2003, pero durante el periodo de bloqueo de EE UU y Gran Bretaña tampoco tuvo lugar demasiada actividad arqueológica. Y también hubo mucho saqueo. Ésa es la parte más terrible de lo sucedido: el saqueo constante y sistemático de los yacimientos. No sólo del museo, que es lo que salió en la prensa. Los saqueos en los yacimientos de Irak ponen los pelos de punta. Las grandes ciudades sumerias, como Nippur o Larsa, han sido expoliadas. Cientos de yacimientos han sido saqueados y parecen paisajes lunares. Es espeluznante. Iban en busca de antigüedades para venderlas, y, en parte, es lógico, porque de alguna manera tenían que alimentarse después del desastre de la invasión del país. Pero el resultado es catastrófico. Han destrozado páginas enteras del pasado.
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El paisaje lunar del que habla Márquez en la entrevista, tras el paso de los saqueadores de antigüedades. Foto: Arma dei Carabinieri.


¿Los misiles también han provocado destrozos?

Pocos. Hoy en día los misiles van muy bien dirigidos. Saben que tienen que destrozar aeropuertos, fábricas, puentes y vidas. Los yacimientos, en principio, se han salvado. Sí ha habido muchos desperfectos en un yacimiento fundamental, Babilonia, porque los estadounidenses y, sobre todo, los polacos, tuvieron la gran idea de establecer una de sus bases encima del yacimiento. Plantaron sus tiendas, cavaron sus trincheras y construyeron sus infraestructuras militares justo encima de la antigua Babilonia. Es tremendo.

Hay 200 proyectos arqueológicos en Siria y sólo dos tienen participación española. ¿Tan mal anda la arqueología en nuestro país?

Sí, va mal. Tampoco tenemos mucha tradición arqueológica en Oriente. No somos Gran Bretaña, Francia o EE UU. Basta mirar los grandes museos. Te vas al Museo Británico, al Louvre o al de la Universidad de Pensilvania y te quedas patidifuso ante las maravillas orientales que tienen. En cambio, te paseas por el Museo Arqueológico Nacional, en Madrid, y sólo tienen media vitrina. No hemos trabajado en Oriente casi nunca, y no es por falta de interés. También es por falta de medios. Podría contar las penas y desgracias financieras de una misión española. Nosotros hemos tenido que ir arañando fondos de aquí y allá. Si sobrevivimos y podemos llevar a cabo este trabajo es gracias a una fundación privada siria, que es la que nos paga todos los gastos en Siria.
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El promontorio de Tall Humeida. Foto: PAMES.


¿En España que les han dado? ¿El pico y la pala?

Pues eso mismo, no es broma. Y los viajes. Los presupuestos son muy parcos. A nosotros nos ha concedido una ayuda el Ministerio de Educación. Su presupuesto global es mínimo. Y si encima se divide entre las diferentes misiones, te queda muy poco. En cada campaña nos han dado 8.000 euros. Nos sirve para los viajes de ida y vuelta, un pico, una pala y algo más. Así vamos.

A pesar de estas penurias, ¿Tall Humeida podría modificar conocimientos que ya están consolidados?

Si no me equivoco, en la actualidad no hay ninguna misión arqueológica en Oriente Próximo que esté estudiando este fenómeno de la primera urbanización. Tenemos la gran oportunidad de sacar nuevos datos. Hoy en día disponemos de tecnología punta para el análisis, en plan CSI. Mi idea es traer a España dos o tres cuencos de éstos, sin lavarlos, para examinar los residuos que puedan contener en su interior. Este tipo de estudio no se ha llevado a cabo todavía. A mí lo que me interesaría es despejar la duda de si contenían grano o sirvieron para cocer el pan y distribuirlo. También hay un debate en la actualidad sobre si estas ciudades fuera de Mesopotamia, pero dentro del mismo horizonte cultural, fueron colonias mesopotámicas que seguían el curso, hacia el norte, de los ríos civilizadores, el Tigris y el Éufrates, o si fueron ciudades autónomas, que se despertaron con las invenciones que tuvieron lugar en Mesopotamia, como la escritura, la organización social compleja, las castas sacerdotales, palacios, templos... Todo ese entramado urbanístico y social pudo ser una imitación de lo que sucedía en el sur de Mesopotamia. Tall Humeida puede ayudar a despejar esas incógnitas, a responder a algunas de las preguntas esenciales de la historia.

http://www.informativos.telecinco.es/tall_humeida/ignacio_marquez/arqueologia_
mesopotamia/dn_43058.htm

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