PERU - Puente reaviva debate sobre Machu Picchu
Dan Collyns
BBC, Perú En momentos en que Perú intenta que Machu Picchu se convierta en una
de las nuevas Siete Maravillas el Mundo (si recibe el suficiente número
de votos), aumentan en la región las tensiones sobre una de las
atracciones turísticas más importantes del país.
Un ex alcalde construyó un puente de 80 metros de largo que crea una nueva carretera al sitio, declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, que amenaza con traer más turistas, y, algunos dicen, abre nuevas rutas para los traficantes de drogas. |
El puente de Carilluchayoc, que cruza el río Vilcanota cerca de la base de la Ciudadela Inca, será inaugurado en febrero a pesar de que existe una orden de un tribunal que prohíbe su construcción, y de las protestas del gobierno y grupos ambientalistas.
Existe la preocupación de que -con unos 2.500 visitantes diarios en la actualidad- ya son muchos los turistas que circulan por las ruinas.
La Unesco tiene prevista una inspección este año para decidir si el sitio, que data del siglo XV, debe ser clasificado como patrimonio en peligro.
Pero la ex alcaldesa de la provincia de La Convención, Fedia Castro, cuyo mandato terminó recientemente, sostiene que la población de Santa Teresa necesita un puente para salir del aislamiento y atraer el comercio y el turismo.
Hoy día, los habitantes de Santa Teresa deben emprender un viaje de 15 horas a través de peligrosos caminos para llevar sus productos agrícolas al mercado de Cuzco, capital de la región.
El puente les permitirá llevar sus productos en camión en un viaje de no más de tres horas.
Ganancias
El puente cuenta con el apoyo de los habitantes de la provincia de La Convención y otras partes de la región que consideran que los habitantes de Santa Teresa deben recibir los beneficios de la creciente industria del turismo en Cusco.
Sin embargo otras personas, particularmente aquellos encargados de
proteger el patrimonio cultural y arqueológico de Perú, manifestaron su
preocupación por la situación de Machu Picchu.
El director del Instituto Cultural de Cusco, David Ugarte, dice que no se opone al puente en principio, pero que está preocupado por el potencial aumento del turismo.
"No negamos el hecho de que necesiten una carretera bien hecha en esta zona, pero el moto del alcalde ("el puente o la muerte") carece de credibilidad o seriedad", dice Ugarte.
Según Ugarte, el sitio no fue diseñado para el número de turistas que lo visitan en la actualidad y no podría recibir aún más.
"Las compañías... están pensando en las ganancias. Mi tarea es darle a la próxima generación la oportunidad de continuar viendo esta maravilla en los próximos siglos".
"Las compañías de turismo llevan allí a unos 2.500 turistas por día. Ahora quieren llevar a 5.000 o más. Si eso sucede, en 10 años ya no habrá más Machu Picchu. No es sólo nuestro patrimonio, es parte de la humanidad.
Manejo adecuado
Actualmente hay una sola ruta desde la ciudad de Cusco a Machu Picchu: el tren. PeruRail, que pertenece a la compañía británica Orient Express Hotels tiene el monopolio del transporte en el Valle Sagrado desde 1999.
Los turistas deben pagar entre US$70 y US$450 por un boleto de ida y vuelta.
Pero cuando el puente de Carilluchayoc esté listo, quienes quieran
visitar las ruinas podrán tomar un autobús hasta el pie del sitio por
US$4.
Patricio Zucconi, encargado del hotel, Machu Picchu Sanctuary Lodge (de Orient Express) dice que si el sitio se maneja de forma apropiada, puede ser sostenible con un mayor número de turistas.
Para Zucconi, las ruinas incas simplemente necesitan más de una entrada y salida y de este modo podrían visitarla unos 4.000 turistas al día.
"El problema es la forma en que Machu Picchu está manejado. Hay demasiados organismos estatales a cargo del sitio".
Zucconi advierte que si no se implementan controles adecuados en el puente, la flora y la fauna que rodea a las ruinas sufrirá debido al creciente número de visitas..
Los hoteles de Orient Express han provocado la ira de algunos residentes locales.
"Lo único que hacen es llevarse el dinero de la región", afirma el recientemente elegido presidente regional de Cusco, Hugo Gonzáles.
"La Constitución de Perú prohíbe los monopolios. PeruRail tiene es un monopolio porque el 92% de los turistas que visitan Machu Picchu utilizan el tren".
Gonzáles apoya plenamente la construcción del puente pero la compañía se opone porque quiere mantener su monopolio.
Más visitas
El problema data de 1998 cuando la antigua población de Santa Teresa, ubicada cerca de las vías de tren fue destruida por un alud.
Sus residentes fueron forzados a reubicarse cuando el gobierno se negó a volver a construir en el mismo sito.
A pesar de su oposición al puente, el gobierno no ha hecho nada para prevenir su construcción.
Las autoridades sostienen que el puente se convertirá en una nueva ruta para los traficantes de cocaína en la provincia de La Convención, que se encuentra en estado de emergencia por su producción de coca.
González reconoce que puede haber un problema de tráfico de drogas, pero señala que sin el puente los residentes deben cargar a pie sus productos agrícolas por kilómetros.
"Es inaceptable que haya grandes beneficios para los dueños de la línea ferroviaria y los hoteles y que a cinco minutos de Cusco, tengamos una pobreza extrema", dice Gonzáles.
Una portavoz de los hoteles Orient Express, Yasmine
Martin, señaló que su compañía rescata al sitio del mal manejo de las
autoridades regionales y ofrece proyectos para la comunidad, empleo y
recolección de residuos.
"Brindamos un servicio de tren subsidiado para los residentes dos veces al día a un costo de US$800.000 al año", dice Martin, "dime qué compañía ofrece siquiera US$10.000 a la población local".
Con la inminente apertura del puente, es muy probable que 2007 traiga muchos más turistas a Machu Picchu.
Y con tantas compañías y organismos estatales luchando por el dominio de la ciudadela inca, nadie, en última instancia, querrá matar a la gallina de los huevos de oro.