MEXICO - Descubre el INAH vestigios de la ciudad prehispánica de Zazacatla
Notimex/ La Jornada On Line
24/01/2007 19:47
Las esculturas tienen rasgos característicos del dragón de dicha cultura, que aportan importantes datos para la historia prehispánica de la región, del estado de Morelos y de Mesoamérica.
Al informar lo anterior, el director del Centro INAH-Morelos, Eduardo López Calzada, calificó el hallazgo en el municipio de Xochitepec, como "único en la entidad", toda vez que es resultado de un proyecto arqueológico que dejó al descubierto edificaciones que por sus dimensiones se considera fueron parte del centro ceremonial
de la ciudad prehispánica.
Los arqueólogos Giselle Canto Aguilar y Víctor Mauricio Castro Mendoza, por su parte, explicaron que este descubrimiento forma parte de los trabajos de rescate arqueológico que realiza el Centro INAH en la entidad, a través del proyecto Registro, conservación y rescate del patrimonio arqueológico del estado de Morelos.
La especialista comentó que después de tres temporadas de trabajo de
campo iniciadas en 2006, localizaron seis edificaciones prehispánicas
correspondientes al período comprendido entre 800 a 500 años a. C., de
lo que fue Zazacatla.
Esa ciudasd aparece inscrita en el
Registro Público de Zonas y Monumentos Arqueológicos del INAH con el
nombre de "Los Capulines de Atlacholoaya".
Tras seis semanas de
investigación, determinaron que al parecer esta ciudad prehispánica
abarcó 9 mil 500 metros cuadrados; en menos de tres mil se encontró lo
que queda del centro ceremonial de Zazacatla.
Allí sobresale un
basamento piramidal construido con lajas de roca caliza, unidas con una
argamasa de lodo, que fueron acomodadas con un estilo que se encontró
tanto en Chalcatzingo, ubicado al oriente de Morelos, como en
Teopantecuanitlán, Guerrero.
La mayor parte de las lajas fueron
puestas en forma horizontal y cada cierto tramo, tres lajas fueron
colocadas en diagonal, tanto hacia la derecha como a la izquierda,
delimitando áreas en la que al centro fue formado un nicho.
En
el espacio formado por los nichos -agregó-, fueron encontradas dos
esculturas semejantes de personajes mostrando los rasgos
característicos del dragón olmeca, deidad del período Preclásico Medio
(800 - 500 a. C.), que aportan importantes datos para la historia
prehispánica de la región, del estado y de Mesoamérica olmeca.
La
diferencia sólo se encuentra en sus materiales constructivos, una fue
tallada en roca andesita y otra esculpida en piedra arenisca.
Detalló
que las esculturas muestran a un personaje desnudo sentado con las
piernas cruzadas y los brazos al frente colocadas las manos sobre los
tobillos, con el torso ligeramente inclinado hacia delante. Los rostros
tienen labios gruesos con las comisuras hacia abajo, nariz chata y
cejas gruesas.
Además llevan un tocado compuesto por un marco
con un círculo en los extremos al frente, del que caen dos paños a los
lados de la cara, tapando las orejas. El marco parece ceñir dos
protuberancias de formas redondeadas.
De acuerdo con las
primeras investigaciones, "los personajes podrían ser la representación
de sacerdotes que llevan máscaras con las fauces del jaguar, así como
un tocado con las orejas del mismo felino y que se encuentran saliendo
de la cueva (el nicho), hipótesis que también se apoya en la postura
del personaje que parece estar reverenciando".
En tanto
-añadieron los arqueólogos-, el edificio fue destruido parcialmente por
los mismos habitantes de la ciudad en una siguiente renovación del
centro ceremonial.
"Lo que quedó de él fue cubierto por otra
estructura que, si bien muestra el mismo patrón de lajas horizontales y
diagonales, se diferencia del primero por las dimensiones y tipo de
roca", explicaron.
"Sin embargo, la importancia de la
construcción para el culto del dragón olmeca causó que se protegieran
las esculturas, ya que éstas no fueron removidas", comentaron.
Giselle
Canto y Mauricio Castro manifestaron que la importancia del hallazgo
del edificio y de las esculturas radica en que en Morelos solamente se
ha encontrado otra semejante proveniente de Atlihuayan, en el Municipio
de Yautepec.
Fue recuperada en los años cincuenta, pero no se
conoce el edificio al que estuvo asociada; actualmente, el Señor de
Atlihuayan se exhibe en el Museo Nacional de Antropología.
Destacaron
el hecho de que las esculturas se encontraron en el lugar para el que
fueron creadas; los nichos se cerraron a los lados y a lo alto a partir
de ellas, es decir, el edificio fue construido al mismo tiempo que las
esculturas fueron colocadas.
"Las esculturas están asociadas a
un contexto que las ubica en un tiempo y lugar específico, lo que
permite, en su estudio, acercarse a la visión del mundo de ese grupo
mesoamericano. Sin ese contexto, los objetos arqueológicos tienden a
considerarse como meras obras de arte", puntualizó Canto Aguilar.
Otro
factor -indicó- tiene que ver en que las esculturas son objetos únicos.
Excepto por la escultura de Atlihuayan, no se han encontrado otras
iguales en lo que se denomina Altiplano Central, es decir, el área que
abarcan los estados de Puebla, Tlaxcala, Estado de México, Hidalgo y
Morelos.
Canto Aguilar y Castro Mendoza consideraron que el
estilo arquitectónico del edificio y el de las esculturas permiten
plantear relaciones entre regiones, como las de la Costa del Golfo, el
área nuclear olmeca, con sitios como La Venta, así como otras regiones
más cercanas, como el Oriente de Morelos, Chalcatzingo, y Guerrero,
Teopantecuanitlán.
Probablemente
-precisaron- la organización social básica de sus constructores fue la
familia, por lo que estuvieron vinculados en grupos de parentesco
denominados linajes.
El linaje gobernante utilizó emblemas del
dragón olmeca, deidad que provenía del Golfo, donde se ubica el área
nuclear olmeca, para legitimar su derecho a gobernar a los otros
linajes.
"Sólo ellos tenían la habilidad para comunicarse con el
ser sobrenatural y así controlar las lluvias y otros dones que esos
dioses otorgaban", señalaron.
El medio para comunicarse con los
sobrenaturales fue la cueva, ya que ellos se guardaban en los cerros.
De ahí las representaciones de gobernantes dentro de cuevas
(Chalcatzingo) o saliendo de ellas (La Venta)".
Eduardo López
Calzada, por su parte, subrayó que ante el acelerado avance urbano en
el estado de Morelos, el INAH en la entidad implementó el proyecto
Registro, conservación y rescate del patrimonio arqueológico del estado
de Morelos, para la protección y rescate arqueológico.
Adelantó
que en breve se llevará a cabo otra temporada de rescate arqueológico
en la zona, debido a que los especialistas aseguran que existen más
vestigios prehispánicos.
Desde 2004, el INAH-Morelos ha contado con el apoyo de las autoridades municipales de Xochitepec.
Ello
ha permitido al proyecto Registro, conservación y rescate del
patrimonio arqueológico de Morelos llevar a cabo varios rescates
arqueológicos en la ciudad prehispánica de Zazacatla, recuperando
valiosos datos que van desde la ubicación de las áreas habitacionales y
el centro ceremonial, hasta el fechamiento relativo de la ocupación más
importante del asentamiento.
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2007/01/24/descubre-el-inah-vestigios-de-la-
ciudad-prehispanica-de-zazacatla