VILAC - Vilac acogerá el primer museo de la Val d’Aran dedicado al arte religioso
El Conselh Generau d’Aran ya había anunciado la voluntad de habilitar un espacio en el país para mostrar la riqueza de su arte sacro tal como es debido, ya que actualmente cuenta con unas 3.000 obras inventariadas de las cuales bien pocas están expuestas al público en condiciones. Sin embargo, no se había concretado aún su ubicación.
La conselhèra de Cultura del Conselh Generau d’Aran explicó que al principio el museo abrirá con un centenar de obras como máximo, aunque la intención es ir aumentando la exposición. El espacio habilitado para el museo se repartirá entre el interior de la iglesia, el patio de la misma y un edificio cedido por la entidad de Vilac.
Por ahora se desconoce la superficie de que dispondrá, ya que depende de sí, por ejemplo, en el interior de la iglesia se habilita sólo la sacristía, un espacio ya confirmado, o se añaden también el campanario y la parte de debajo del coro. Estos detalles se confirmarán en el anteproyecto, ahora en fase de elaboración, que determinará también el presupuesto.
El proyecto está impulsado por el Conselh, aunque está implicado
también el obispado y se buscará la participación de otras fuentes para
financiarlo.
A falta de avanzar en la tramitación, Delaurens no concretó una fecha
para abrir el museo, aunque apuntó que la construcción podría durar
alrededor de un año, “si todo va según lo previsto”. La conselhèra
destacó la importancia de la iniciativa, sobre todo por el hecho de que
actualmente algunas piezas “están en casas de particulares que sufren
por su conservación y su seguridad”.
En cuanto a las piezas a exponer, Delaurens insistió en dejar claro que
“ningún pueblo se va a ver obligado a ceder las obras de su iglesia o
cualquier otro monumento, hay material suficiente como para que la
cesión sea completamente voluntaria”. En este sentido, la conselhèra
añadió que en los casos en que se cedan obras muy populares o con mucha
tradición de culto, se podrán sacar del museo para fechas concretas,
como romerías o procesiones, e incluso se podrían hacer réplicas.
La elección de Vilac como sede ha sido motivada por el incomparable
marco que supone la iglesia y por la buena disponibilidad de la entidad.