La Tarraco perdida bajo el asfalto
Bases de mausoleos, termas y otros restos sepultados en Vidal i Barraquer
La urbanización del Peri Tabacalera en los últimos años de la década de los noventa e inicios de la actual representó a Tarragona la pérdida de la posibilidad de dotar al centro de la ciudad de un yacimiento arqueológico monumental de primer orden.
Sólo en la Avinguda Vidal i Barraquer permanecen sepultados bajo una capa de asfalto bases de mausoleos, termas, canteras, edificios de viviendas, almacenes portuarios, conducciones de agua, vías con marcas de carros, muros de más de tres metros de altura y otras estructuras de época romana pertenecientes a la Tarraco que creció más allá de las murallas.
El tramo de la Avinguda Vidal i Barraquer que discurre entre las calles Robert Gerhard y Felip Pedrell fue abierto a la circulación el 31 de enero de 2003. La mayoría de personas que caminan por sus aceras o circulan por la calzada desconoce que debajo existe un yacimiento de gran valor arqueológico, localizado en una zona que, hasta su descubrimiento era impensable que se extendiera Tarraco, según opinaban muchos arqueólogos.
El entierro de los restos se produjo en una época en que el Ayuntamiento de Tarragona se planteaba establecer una ruta arqueológica en la Part Baixa, que enlazaría la Necrópolis –localizada junto al yacimiento perdido– con las Termas de Sant Miquel y el Teatro.
En 1980, dieciocho años antes de que se procediera a urbanizar, la Reial Societat Arqueològica Tarraconense propuso excavar un espacio sembrado de huertos y naves industriales obsoletas y crear una reserva arqueológica. También advertía del conflicto que se abriría en un futuro, cuando se decidiera urbanizar.
La propuesta no sólo fue desestimada sino que en 2001, con la aún inexistente Vidal i Barraquer convertida en una gran excavación, el Departament de Cultura de la Generalitat en Tarragona, responsable del futuro que correría el yacimiento, decidió que se construiría la avenida cuando no habían aflorado todos los restos y los que había estaban siendo analizados. Una responsable de la Generalitat, adelantándose a que la Comissió Territorial del Patrimoni Cultural dictara su veredicto, declaró: «La decisión está tomada y no hay vuelta de hoja».
El yacimiento estaría hoy situado junto al futuro Museu Nacional Arqueològic de Tarragona y la Necrópolis más importante del occidente del imperio romano.
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