TARRACO - Tarragona busca bajo la catedral el mítico templo de Augusto
Los técnicos realizan prospecciones del subsuelo de la catedral de Tarragona, ayer. Foto: JOAN PUIG
ESTHER CELMA
TARRAGONA
Las
prospecciones geológicas realizadas esta semana en la catedral de
Tarragona con tecnología punta permitirán desvelar si bajo sus
cimientos se alza el templo de Augusto, construido a partir del año 15.
Un convenio entre el Institut Català d'Arqueologia Clásica (ICAC) y el
Arzobispado de Tarragona ha permitido las prospecciones, que
finalizarán hoy. Cuando llegue diciembre, un equipo internacional de 12
arqueólogos y geólogos habrá reproducido en imágenes tridimensionales
los restos ocultos bajo la catedral y podrá determinar si se trata del
mítico templo.
COLABORACIÓN
El templo de Augusto constituye uno de los grandes enigmas de la arqueología romana porque, a pesar de estar documentado, nunca se han hallado restos. La imagen acuñada en monedas es el único vestigio que se conserva y muestra un templo majestuoso, con ocho grandes columnas en la fachada y una magnitud equiparable a la del Partenón de Atenas.
Para llevar a cabo las prospecciones se han retirado los bancos de la nave central, cableada por sensores conectados a sistemas informáticos que permiten recoger "cientos de miles de datos de la extensión del subsuelo hasta 10 metros de profundidad" explicó ayer Albert Casas, catedrático de Geofísica de la Universitat de Barcelona. La combinación de tres técnicas de exploración subterránea, aportada por la universidad italiana de Palermo, ha permitido detectar formas geométricas y estructuras arquitectónicas de distintas épocas.
COLABORACIÓN
El templo de Augusto constituye uno de los grandes enigmas de la arqueología romana porque, a pesar de estar documentado, nunca se han hallado restos. La imagen acuñada en monedas es el único vestigio que se conserva y muestra un templo majestuoso, con ocho grandes columnas en la fachada y una magnitud equiparable a la del Partenón de Atenas.
Para llevar a cabo las prospecciones se han retirado los bancos de la nave central, cableada por sensores conectados a sistemas informáticos que permiten recoger "cientos de miles de datos de la extensión del subsuelo hasta 10 metros de profundidad" explicó ayer Albert Casas, catedrático de Geofísica de la Universitat de Barcelona. La combinación de tres técnicas de exploración subterránea, aportada por la universidad italiana de Palermo, ha permitido detectar formas geométricas y estructuras arquitectónicas de distintas épocas.
Isabel Rodà, directora del ICAC, calificó el material localizado de "muy valioso". El método de trabajo ha permitido hallar asimismo indicios de la primera catedral visigoda, datada en el siglo V.
Una vez analizados los datos, se realizarán catas selectivas. El arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, elogió la investigación "que interesa a todos y que ayudará a clarificar la historia", dijo, y aseguró que no interferirá en el culto porque, ante todo, la seo "es un espacio de plegaria". Pietro Constantino, catedrático de Geofísica de la Universidad de Palermo, alabó la permisividad eclesiástica. "En Italia no nos permiten el acceso a los templos", afirmó.
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CAS&idnoticia_PK=441075&idseccio_PK=1051