PLASENCIA - Decenas de tumbas excavadas esperan la total recuperación del cementerio judío
Algunas se las ve solas y aisladas. Otras en pareja. También hay tríos.
Y grupos de hasta una decena. Son de todos los tamaños. Y con los pies
puestos hacia el este. Así seguirán para los restos. Tal y como fueron
concebidas. Hace, al menos, cinco siglos. Unas permanecieron
parcialmente visibles. Otras, han sido recuperadas, tras estar ocultas
bajo la tierra.
Ahora han sido sacadas a la luz. A la espera de ser puestas en
valor. Aparecen entre el agostado pasto y los pardos canchos. Talladas
en la roca y expoliadas desde ni se sabe. Las retamas y escobas ponen
la única nota verde al erial del Berrocal.
Son los restos del antiguo cementerio judío . Han sobrevivido de
milagro a la especulación urbanística de los años 80 que edificó la
gran necrópolis hebraica placentina sin más.
Se extendía desde los Arcos de San Antón al ribero del escarpado
Jerte. Hoy solo se ha salvado el extremo oeste del antiguo campo
fúnebre. La planicie hasta la que no llegaron los chalés levantados en
la zona.
Diez años
Diez años después de que la Junta manifestara su intención de
expropiar los terrenos y recuperar el 'osario del Berrocal', cumple su
promesa.
El primer empujón al proyecto de crear un parque arqueológico
visitable se lo ha dado con la localización, excavación y limpieza de
las tumbas. Ya está hecha.
Se trata de más de 40. Y estas no son todas las existentes. Hay
muchas más localizadas, talladas en canchos u ocultas bajo la tierra.
Pero no van ser excavadas. Al menos, por ahora.
Los trabajos de recuperación y puesta en valor realizados por la
Consejería de Cultura y Patrimonio de la Junta de Extremadura se han
centrado en los enterramientos ubicados torno al antiguo camino de
subida al Berrocal. El yacimiento es accesible. Las zonas de tumbas y
el viejo sendero están marcadas con una cinta de señalización de obra
rojiblanca.
No hay más protección. Pero da una cierta idea del recorrido o
trazado que puede tener el yacimiento una vez ejecutado el proyecto que
lo haga visitable por el público.
Se completará la zona arqueológica con la construcción de los
senderos que marquen los recorridos, una limpieza del entorno y
ajardinamiento, dotación de paneles informativos y mobiliario urbano.
El proyecto se complementa con la habilitación de un centro de interpretación de la cultura sefardí.
Este dará contenido a la única necrópolis judía con restos de
tumbas documentada de España. Lo anunció la consejera de Cultura y
Patrimonio, Leonor Flores, en febrero de este año, en una visita a la
ciudad.
El comienzo del centro lo vinculó ésta al acotamiento y limpieza el
yacimiento, ya hecho, tal y como solicitó el gobierno local. Éste es
consciente de la importancia y exclusividad del mismo como atractivo
turístico singular de la ciudad.
En otras ciudades de gran tradición sefardí y pretérita presencia
judía se tienen documentados los enclaves en donde estaban los los
cementerios hebraicos.
Pero no ha quedado rastro de ellos. El crecimiento urbano se los
llevó por delante. Aquí, a punto estuvo. Pero, al menos una pequeña
parte se ha salvado de la acción de la piqueta.
Hasta los últimos años 70 del pasado siglo el antiguo cementerio
judío se conservó en gran parte íntegro, ya que apenas si hubo
edificaciones que ocuparan la amplia superficie que ocupaba.
Destrucción
Comprendía los berrocales y terrenos comprendidos entre los
actuales Arcos de San Antón, ronda de Sor Valentín Mirón, calle San
Julián y Matías Montero, río Jerte, molino de Paz o de los Naranjos y
pared de la linde del Berrocal, que subía cerca de la fuente de La
Serrana, hasta la carretera de Salamanca, barrio del Palomar y vuelta a
los Arcos.
En la siguiente década, la especulación urbanística, aliada con la
falta de sensibilidad de los gobernantes locales y sin el amparo de un
PGOU que diera protección a este yacimiento único acabó con la mayor
parte.
La desidia, destrucción y abandono de la necrópolis fue denunciado
por Jose Luis Blanco, placentino y político regionalista, en la campaña
electoral de junio 1999. Éste localiza una treintena de restos de
sepulturas. La reacción de la Junta ante los medios no se hizo esperar.
En agosto de ese año anunciaba que la necrópolis se iba a va a
proteger. Arqueólogos de la Consejería de Cultura inspeccionaron el
enclave y recogieron datos para elaborar un prometido informe en el que
basar la petición de catalogación como Bien de Interés Cultural, que
compete el gobierno regional.
Inacción
Pasada la resaca electoral el interés de los políticos
regionales y las buenas intenciones expropiatorias se diluyeron. Y la
Junta echa la pelota del cementerio al tejado municipal, al pedir al
Ayuntamiento que se haga con los terrenos y se los ceda. Así, la
recuperación se ha ido denominado año tras año, nueve ten total, hasta
la fecha.
Desde de junio de 1999 hasta junio de 2007 nada se hizo, salvo un
estudio previo de las tumbas, en el cementerio. Éste continuó sufriendo
el proceso de deterioro y degradación iniciado en 1492 con la marcha de
los judíos de Plasencia y su venta a Diego de Jerez.
El primer gran saqueo vino justo después con la venta por éste
comprador al Concejo y su utilización como cantera para sacar piedra
para la ciudad.
Luego han pasado cinco siglos con más de lo mismo. Los edificios se
lo fueron comiendo y las escombreras, lo cercaron. Hasta que el proceso
se invierte, tras muchos de prometer. El año pasado, el Ayuntamiento
logra hacerse con los terrenos, de propiedad particular y
recepcionarlos.
El comienzo de los trabajos este verano son los primeros hechos en favor de recuperar y proteger el yacimiento.
Tras el paréntesis actual volverán a retomarse, para concluir el
parque arqueológico y construir el centro de interpretación, ideado por
Elia Blanco y compromiso de Leonor Flores. La ciudad com miembro de la
Red de Juderías de España y los turistas que ahora pasean por un
secarral, lo van a agradecer.
http://www.hoy.es/20080830/plasencia/decenas-tumbas-excavadas-esperan-20080830.html