Destripe de un pasodoble (apto para sanfermineros curiosos)
27 Juny, 2007 08:18
Publicat per bego,
Llegeixo
(texto de un amigo sanferminero, cedido a mi blog para el disfrute de curiosos)
"Era un siete de julio cuando lo vi"... está claro. Era siete de julio (este dato adquiere mayor relevancia más adelante), festividad de San Fermín, que curiosamente, no es patrón de Pamplona (lo es san Saturnino, más conocido por aquellas tierras por su nombre francés, san Cernin).
"Y sentí por mis venas un san Fermín, con los siete toritos de la pasión". Varias cosas sobre esto: primero, estamos hablando de los tiempos en que en el encierro salía un sobrero, esto es, siete toros con sus correspondientes cabestros. El dato nos aporta un elemento cronológico puesto que hace más como treinta años que sólo corren seis toros. Por otro lado, la asociación que hace la narradora, sevillana para más señas (como también se verá), de toros y pasión suena bastante arrebatada, vamos, un flechazo emotivo-sexual en toda regla.
"Boina roja, en la cabeza, la camisa y pantalón como la cal, y esa estampa de nobleza, que es la misma de Tudela hasta el Roncal...". Como diría Jack el Destripador, vayamos por partes. Lo de la "boina roja" es el primer elemento llamativo. Por raro que pueda parecer, en Pamplona, por esas fechas, boina roja sólo lleva la policía Foral y los areneros y monosabios de la plaza de toros. La boina roja, en la tradición vasconavarra, es símbolo de autoridad y respeto y... de los requetés, esto es, de la milicia de los tercios tradicionalistas. De ahí que ese atuendo se incorporara al uniforme de los falangistas-tradicionalistas tras la unificación perpetrada por el General Franco de la Falange Española, la Comunión Tradicionalista (los requetés carlistas) y las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS). En otras palabras, el navarro del que se habla es un requeté, posiblemente miembro de la peña Muthiko Alaiak, fundada por un legendario carlista de la vieja Iruña llamado Ignacio Batzelena. Esta peña, que el año pasado celebró su 100 aniversario, en su origen era, precisamente, la de los carlistas. La otra posibilidad, a todas luces poco plausible, es que el de la boina se hubiese escapado de alguna antigua etiqueta del infame pacharán Zoco o de los carteles publicitarios de esta nefanda marca de espirituosos de arañón.
Sigamos.
De lo que sigue en la cancioncilla colegimos que la sevillana era la primera vez que aterrizaba por Navarra puesto que "la jota Navarra, que hizo soñar..." no es tal jota sino un pasodoble (escúchense, a estos efectos, los sones de cualquier jotica de la Ribera y compárese con el "no te vayas de Navarraaaaaaaaaaaaaaaaaaa"). Poco oído tenía la individua.
"Si no quieres que me muera, flamencona, no te vayas de Pamplona, que por ti yo haré bandera, si lo manda tu persona, flor morena".
Ya vamos teniendo más datos, la "flamencona", "flor morena", era de Sevilla; más adelante el tema se termina de aclarar. Abundando además en la tesis del amante fascista, el hecho de que éste quisiera "hacer bandera" nos remite de nuevo a los tercios carlistas, ya sin ningún género de dudas.
"Nunca más en la vida lo he vuelto a ver, cuando un siete de julio lo conocí, y cayó bajo el toro como un clavel...". Parece claro que al carlista de la boina lo cornea un burel, a buen seguro de importantes dimensiones, y le hace pasar al Olimpo que ya compartían otros nobles navarros desde Íñigo Arista, primer rey de Navarra, hasta Fermín Echevarría, pamplonés de pro, tasquero del barrio de San Juan (hoy Donibane) y último muerto en un encierro sanferminero (los Cebada Gago, aquella mañana, repartieron estopa y el infortunado Fermín terminó con un porrazo en la cabeza que lo mandó al "patio de los callados" dos meses más tarde tras no salir del coma).
No vamos a hacer sangre con la sintaxis de la frasecilla (que manda güevos lo de "nunca más en la vida lo he vuelto a ver", pero podríamos sacar algunas conclusiones. El carlista y la hispalense se conocen un siete de julio, se miran y se lían en un "aquítepilloaquítemato", por otra parte, infrecuente en aquellos años en que todos, hombres y mujeres (sobre todo las mujeres), se hacían los estrechos. En otras palabras, la muchacha era, para sui tiempo, lo que vendría a denominarse "un fresca" o, más comúnmente "un pendón desorejado".
Otro dato relevante es que, asimismo, el percance fatal con los morlacos acaece asimismo un siete de julio. En aquella época los encierros se celebraban a las seis de la mañana. Un prueba de ello es la celebérrima canción de Ignacio Batzelena (¡vaya, ha vuelto a salir!) llamada "Arriba los irushemes" y que empieza diciendo "Levántate, pamplonica, y date en la cama un brinco, mira que ya son las cinco y el encierro es a las seis".
En otras palabras, si a las seis de la mañana el carlista se va a correr el primer encierro de la feria y cuando conoció a la bética ya era siete de julio, la conclusión en sencilla. En el mejor de los casos, se encontraron, miraron y... poco después de las doce de la noche del seis al siete. Seguramente era más tarde y seguramente el aquítepilloaquítemato del que hablábamos antes no tuviera lugar de una manera tan inmediata, porque, vamos, por muy pendón desorejado que fuera la muchacha, algo tendría que hacerse la interesante, ¿no?, o él, ¿no?.
Recapitulando, se conocen de noche, tarde, se lían y a las seis de la mañana el tío de la boina está corriendo el encierro, o sea, se fue a correr sin haber pegado ojo. ¡¡¡¿CÓMO NO LO VA A MATAR UN MORLACO?!!!!!
Es bien conocido que hay hombres que tienen el cerebro en la entrepierna, ¡pero lo de este tío no tiene nombre! Y todo para hacerse el machito delante de la sevillana. Imagino que se diría que "para una vez que pillo, hay que dar el do de pecho", y vaya si lo dio. Pasó a engrosar la lista de cadáveres tras encierro, relación que, si no me falla la memoria y hasta el día de hoy, sólo tiene puestos catorce nombres en el último siglo y pico.
Fallecido el pamplones, la desconsolada ligona le pide "a mi Virgen Macarena que me mande otra ilusión". Esto ya es insólito. ¿De qué "otra ilusión" habla la rapaza? ¿El boinalari era una "ilusión", lo mata un toro por desaprensivo y necio y ella le pide a la Macarena que le envíe a otro?
Afortunadamente, las vírgenes no suelen apiadarse de las mujeres de moral distraída (como es el caso) y no le mandó nada, pero podremos estar de acuerdo en que la petición, por sí sola, tiene guasa.
¡Qué cosas pasan en los pasodobles!
Comentaris
Me ha encantado tu análisis de "no te vayas de Navarra".
Buenísimo!!!!!!!!!!!
Publicat per 19 Jul 2007, 10:09