EGIPTO - Corren contra reloj a rescatar reino del Nilo
FOTO.- http://en.wikipedia.org/wiki/Kush
En la periferia de la historia en la antigüedad, hubo una tierra conocida como Kush. Eclipsada por Egipto, al norte, fue un lugar de extensión y profundidad inexploradas extremadamente río arriba del Nilo, un misterio que rayaba en mito. Aunque había una cosa que los egipcios sí sabían y registraron: Kush tenía oro.
Los académicos han descubierto que la cultura de Kush involucró más de lo que anteriormente se había sospechado.
Gracias a documentos egipcios descifrados e investigaciones arqueológicas modernas, ahora se sabe que, durante cinco siglos, en el segundo milenio A.C., el reino de Kush prosperó con la pericia política y militar necesaria para mantener cierto control sobre un amplio territorio de África.
Este éxito del gobierno de Kush podría parecer haber sido anómalo, o de otra forma las ideas convencionales acerca de la condición de estado estarían basadas de manera demasiado limitada a las experiencias de civilizaciones tempranas como Mesopotamia, Egipto y China. ¿Cómo pudo existir una sociedad estatal relativamente compleja sin un sistema de escritura, una burocracia extensa o centros urbanos importantes, de lo que Kush evidentemente carecía?
Los arqueólogos ahora están en proceso de descubrir algunas respuestas en anticipación al aumento en las aguas del Nilo detrás de una nueva represa, en el norte de Sudán. Excavaciones apresuradas han desenterrado asentamientos antiguos, cementerios y centros de procesamiento de oro en regiones anteriormente inexploradas.
En reportes y entrevistas recientes, los arqueólogos dijeron haber encontrado extensas evidencias de que el reino de Kush ejerció un control, o por lo menos una influencia, en un tramo de 1.200 kilómetros del Valle del Nilo, en su época dominante, de 2000 a 1500 A.C.
Esta región se extendía de la primera catarata del Nilo, como lo avala un monumento egipcio, río arriba hasta más allá de la cuarta catarata. El área cubría parte de la región geográfica mayor de fronteras indeterminadas, conocida en la antigüedad como Nubia.
Algunos arqueólogos teorizan que los descubrimientos muestran que los gobernantes de Kush fueron los primeros en dominar un territorio tan vasto en el África subsahariana.
“Esto convierte a Kush en un partícipe más importante de la dinámica política y militar de la época de lo que sabíamos antes”, dijo Geoff Emberling, líder de una expedición de la Universidad de Chicago. “Estudiar a Kush ayuda a los académicos a tener una mejor idea de lo que la condición de estado significaba en un contexto antiguo, afuera de centros de poder tan establecidos de Egipto y Mesopotamia”.
Gil Stein, director del Instituto Oriental en la universidad, dijo: “Hasta ahora, prácticamente todo lo que sabíamos de Kush provenía de los registros históricos de sus vecinos egipcios y de exploraciones limitadas de arquitectura monumental en Kerma, la capital kushita”.
Para los arqueólogos, saber que una tierra misteriosa prácticamente inexplorada será pronto inundada tiene el mismo efecto que Samuel Johnson atribuyó a alguien que se enfrentará a la horca en la mañana. Concentra la mente.
En los últimos años, cuadrillas arqueológicas de Gran Bretaña, Alemania, Hungría, Polonia, Sudán y Estados Unidos se han apresurado a excavar en sitios que pronto estarán bajo el agua.
Los equipos se sorprendieron de encontrar cientos de ruinas de asentamientos, cementerios y ejemplos de arte en roca que nunca habían sido estudiados.
Una de las operaciones de rescate más exhaustivas ha sido realizada por grupos encabezados por Henryk Paner, del Museo Arqueológico Gdansk, de Polonia, que inspeccionó 711 sitios antiguos tan sólo en 2003.
“Esta área es tan increíblemente rica en arqueología”, dijo Derek Welsby, del museo Británico, en un reporte del invierno pasado, en la revista Archaeology.
La escala del esfuerzo de rescate no se compara con la respuesta, en los 60, a la Represa Alta de Aswan, que inundó una parte de Nubia que, en ese entonces, llegaba a lo que es el sur de Egipto.
Templos imponentes, eregidos por los faraones en Abu Simbel y Filae, fueron desmantelados y restaurados en terrenos más altos.
Pero los kushitas no dejaron gran arquitectura que rescatar. Su reino decayó y finalmente desapareció para fines del siglo XVI A.C., mientras Egipto se volvía más poderoso y extenso bajo gobernantes del período conocido como el Nuevo Reino.
En los primeros tres meses de este año, arqueólogos del Instituto Oriental de la Universidad de Chicago exploraron las rocas y las ruinas de un sitio desolado llamado Hosh el-Geruf.
Su descubrimiento más llamativo fue de abundantes artefactos del procesamiento kushita de oro.
Dentro de un año, para estas fechas, las aguas represadas podrían alcanzar los antiguos talleres de trabajo en oro y los arqueólogos buscarán, en otra parte, pistas del misterio de cómo desarrolló la remota Kush el arte de gobernar para haber tenido un dominio tal en la antigüedad.
http://www.eluniverso.com/2007/07/01/0001/1131/
464CD9A787DC449DA93D4FD3226059F7.aspx