Un punt de vista

El sábado, último día de mes, estuve en El Prat de Llobregat con mis amiguetes del Club Triatló Runnersworls Tarragona. Son un grupo de buena gente y con un muy buen ambiente de por medio.

Era la primera vez que presenciaba una prueba de Tri, pero quedé fascinado por la envergadura y la dureza de la prueba. Suerte tuvieron los participantes que la temperatura era muy, muy, soportable, porqué en la misma franja horaria, hace tres semanas, la gente caía desvanecida al suelo debido al sol y a las altas temperaturas que se alcanzaron mientras corrían . (Hablo de la Cursa Bombers.)

Pero, bueno, me explico. Una prueba de Triatlón consiste en una prueba de natación, seguida de una de ciclismo y al final una de atletismo. En esta prueba, del tipo Triatlón exprés, se nadan 750 metros, se ruedan 20 Kilómetros y se corren 5 Kilómetros. Y el que llega, aunque sea el último, os aseguro que se lo ha currado y merece que se le tenga un respeto.

La prueba de natación fue impresionante, pues el mar les esperaba con unas olas de 1,5 metros y una corriente que les llevaba hacia el punto de salida. En condiciones “normales”, en la playa luciría la bandera roja y sin duda no hubiesen dejado entrar a nadie en el mar, pero siendo este el Campeonato de Cataluña y los nadadores gente habituada a pelearse con las aguas del Mediterráneo, pudieron hacer gala de sus habilidades y su fuerza física para lidiar con el temporalillo que tenían como inicio de la mañana.

Li y yo estábamos alucinando con las olas y la resaca que había, que dejaba a los nadadores a más de 100 metros del punto por el cual debían salir. La cara con la que salían del agua hablaba por si sola. Entonces, neopreno fuera y a por la segunda parte de la prueba. Amos a por las bicis, shiquillo…

El tema de las bicis tiene su historia, pues debajo del neopreno los atletas llevan el mono de la bici, mono este que no se quitan y con el que mojado del agua de mar, se montan en sus máquinas y a pedalear. Ya se secará por el camino…

Considero que tiene que ser muy incómodo pedalear con el coulotte mojado, pero esto es la competición en su más puro estilo. Os aseguro que la gente salía del mar y ya corrían hacia la bici. No andaban, CORRÍAN. En los aproximadamente 150 metros que tenían entre el mar y las bicis ya se medio despojaban de los neoprenos. Deben ser muy rápidos en las transiciones para no perder tiempo, ya que lo que cuenta es el total.

Se llega al extremo de que la mayoría dejan los zapatos enganchados a los pedales y se calzan mientras pedalean, sin calcetines ni nada que les pueda hacer perder tiempo de carrera. Alguno había que pedaleaba sobre las zapatillas, sin poner el pie dentro.

La última parte de la prueba, la de correr 5 km, ya era la guinda del pastel. Los equipos más cañeros llevaban unas zapatillas que no se atan, son elásticas y permiten que puedas ponerte las zapatillas en cuestión de un par de segundos. Lo que sería rizar el rizo, vamos.

Doy fe de que la gente expresaba dolor y sufrimiento en sus caras.

Al final, un bonito día de playa, al lado del aeropuerto, en lo que es una experiencia muy positiva para mi. Basta que no pueda hacer nada de deporte para que me apunte a toda clase de eventos deportivos…

Ah!, i que conste que vaya nivel de bicis que había… Muchísimas de fibra de carbono con componentes “ Hi Tec “ ( 7 Kg y poco de promedio ) Nada que ver con mi vieja MMR de CrMo ( 12 Kg de bici ). Dígase al respecto y per experiencia propia, que por mucha buena bici que tengas, como no estés lo suficientemente entrenado y hayas rodado mucho, poca cosa harás …

Próximamente,  la Zoot Triatló de Tarragona  el próximo 14 de agosto. La primera prueba de este estilo que se celebrará en nuestra bonita ciudad.