Un punt de vista


UN FINDE ATÍPICO

Quotidià — Escrito por ebm @ 13:52

Este finde, ha sido un finde especial.

Empezó el viernes por la tarde cuando le entregaron a mi padre el diploma al mérito cultural de la ciudad como reconocimiento a una labor de muchos años y por una trayectoria en este aspecto. Un acto entrañable e ilustre, en el salón de plenos del Ayuntamiento. Alcalde, concejales, algún senador,  y autoridades varias estaban estrechándole la mano y lo cierto que, tal como dije en mi breve parlamento debido a que su emoción le impidió pronunciar palabra alguna y me colocaron el "marrón" a mi, me llenó de orgullo el hecho de que se le haya reconocido, en vida, su trabajo para con la ciudad.

No había hablado nunca ante tanto y tan distinguido público. Cuando alcé la vista des de el atril, y vi a tanta gente, me quedé “acojonaíto” de verdad. Pero fui capaz de improvisar, y esto quizás se lo deba a la persona que ayer noche, me “sacó” a bailar. Pero volviendo a la noche del viernes, saliendo del ayuntamiento, cena de empresa. Cena de empresa que se antojaba un poco complicadilla pero que fluyó  con un ambientillo muy bueno, muy buen rollete entre los asistentes y una velada marchosa por distintos bares y tugurios de la ciudad justo después de la cena. Hay que reconocer que, con lo serios que son, aparentan y se comportan, con unos vinitos o  algún GinTónic  encima les/nos aflora el verdadero carácter. Son buena gente y lo cierto es que nos reímos bastante. Mucho debería decir…

Ayer, sábado, tal como he apuntado antes,  y después de tres meses de parón por el tema de los estudios, una gran amiga me “sacó” a bailar.

Cinco meses aprendiando Salsa, y por “culpa” de la Uni me vi obligado a renunciar a esta actividad que tanto me gustaba y que me sigue agradando.

La sensación fue de pánico al principio, pues no me venían las figuras a la cabeza. Pero poco a poco me empezaron a aparecer  pasos en mente recordando las coreos que practicaba en clase, pero sin llegar ni de lejos a lo que era cuando cada semana acudía tres o cuatro días por semana a SalsaBuru.

Debo reconocer que he retrocedido bastante, pero gracias a la paciencia de mi pareja pude ir haciendo; repitiéndome mucho más de lo que yo quisiera, pero es lo que hay. Unas cuantas sesiones más de salsita y bachata y creo que me podré poner al nivel de cuando lo dejé.

Una de las cosas que se pierde cuando vas a clases de baile, es lo que se denomina “miedo escénico”. Esta mezcla de vergüenza, de “ que dirán”, de “hago el ridículo”, etc. Estos miedos que son fruto de la imaginación y de la inseguridad. Supongo que no a todo el mundo le ocurre, pero a mi si me pasaba. Ahora ya no tanto, pero si que persiste, si. Según el carácter, a algunas personas les afecta  más o menos.

Bien, pues me encantó bailar tanto lo que sabía como lo que no. Salsa y bachata tira que te vas. El Cha-Cha-Cha improvisando y la Rueda buscándome la vida como podía. La verdad es que me sentía muy agusto, incluída la bonita y amena charla que mantuvimos. Ciertamente, la especial amistad que mantenemos es una cosa de la cual me siento muy contento y orgulloso. He aprendido muchas cosas de esta chica y le estaré siempre agradecído por lo que me ha ayudado. 

Para rematar, esta mañana , con frio pero con un solecito maravilloso, una sesión de patinaje por la escollera. Lo echaba de menos esto de calzarme mis K2 y sentir la sensación de libertad que me proporciona el patinaje.

Pero poco dura lo bueno: Por la tarde, vuelta brutal a la realidad con la previsión de pasarme un par o tres de horitas con los fantásticos, fabulosos, únicos e inimitables "Ejercicios de física", preparando la clase de mañana donde la profe sin duda seguirá metiendo caña.

Esto de la Uni está resultando muy muy duro por la cantidad de horas que debo dedicarle para poder seguir.

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