Un hallazgo arqueológico apoya el relato bíblico de la estrella de Belén
MADRID, 05/01/2008 (El Manifiesto/ACPress.net)
Una
curiosa y extraordinaria revelación arqueológica se encuentra contenida
en una tablilla acuñada en caracteres cuneiformes en el Museo estatal
de Berlín. Se trata de un auténtico documento astronómico y astrológico
que revela la existencia de una conjunción de Júpiter y Saturno en la
constelación de Piscis en el año 7 antes de Cristo. Y existen grandes
coincidencias entre los datos de la conjunción astral sumamente inusual
que contiene la tablilla y el relato bíblico sobre la estrella de
Oriente. Algo que ya el astrónomo Kepler había adelantado como teoría,
resultado de sus estudios pero son el apoyo de este hallazgo
arqueológico, producido en 1925.
Los
Evangelios enmarcan el nacimiento de Jesús en tiempos del censo
ordenado por César Augusto, cuando Quirino era gobernador de Siria, y
en los últimos años del rey Herodes, quien falleció en el mes de marzo
del año 4 a.C. Para los historiadores, Jesús nació unos siete años
antes del año «0» del calendario actual.
El evangelista Mateo (2:2) pone en relación el evento del
nacimiento de Jesús en Belén y la adoración de los “sabios de Oriente”
con la aparición de una estrella particularmente luminosa e inusual en
el cielo de Palestina. Y es precisamente en relación a este momento que
la tablilla de arcilla ofrece un testimonio particular que apoya en
muchos detalles una teoría sobre la veracidad del relato bíblico. Algo
ya conocido, pero que traemos como información al hilo de las fechas
que se celebran en todo el mundo, con el 6 de enero como "día de los
reyes de Oriente".
Existen muchas hipótesis sobre la estrella que vieron los magos
("magoi" en griego era la palabra con que se denominaba a la casta de
sacerdotes persas y babilonios que se dedicaban al estudio de la
astronomía y de la astrología) y que les llevó a afrontar un viaje de
más de mil kilómetros con el objetivo de rendir homenaje a un recién
nacido. La que apoya esta teoría es sin duda una de las más
verosímiles.
APORTACIONES DE LA ASTRONOMÍA
Fue el 17 de diciembre de 1603 cuando Johannes Kepler, el conocido
astrónomo y matemático de la corte del emperador Rodolfo II de
Habsburgo, al observar con un modesto telescopio desde el castillo de
Praga el acercamiento de Júpiter y Saturno en la constelación de
Piscis, se preguntó por primera vez si el Evangelio no se refería
precisamente a ese mismo fenómeno.
Con esta idea hizo concienzudos cálculos hasta descubrir que una conjunción de este tipo tuvo lugar en el año 7 a.C.
Recordó también que el famoso rabino y escritor Isaac Abravanel
(1437-1508) había hablado de un influjo extraordinario atribuido por
los astrólogos hebreos a aquel fenómeno: el Mesías tenía que aparecer
durante una conjunción de Júpiter y Saturno en la constelación de
Piscis. Kepler habló en sus libros de su descubrimiento, pero la
hipótesis cayó en el olvido, perdida entre su inmenso legado
astronómico.
Faltaba una demostración científica clara. Llegó en 1925, cuando
el erudito alemán P. Schnabel descifró anotaciones neobabilonias de
escritura cuneiforme acuñadas en una tabla encontrada entre las ruinas
de un antiguo templo del sol, en la escuela de astrología de Sippar,
antigua ciudad que se encontraba en la confluencia del Tigris y el
Éufrates, a unos cien kilómetros al norte de Babilonia. La tablilla se
encuentra ahora en el Museo estatal de Berlín.
Entre los numerosos datos de observación astronómica sobre los dos planetas, Schnabel
encuentra en la tabla un dato sorprendente: la conjunción entre Júpiter
y Saturno en la constelación de Piscis tiene lugar en el año 7 a.C..
Además, se produjo una circunstancia excepcional para un hecho ya de
por sí nada frecuente: la conjunción se repitió en tres ocasiones
durante un periodo de tiempo de unos pocos meses: del 29 de mayo al 8
de junio; del 26 de septiembre al 6 de octubre; del 5 al 15 de
diciembre. Además, según los cálculos matemáticos, esta triple
conjunción se vio con gran claridad en la región de la cuenca del
Mediterráneo.
UNA PREGUNTA VEROSÍMIL
Si este descubrimiento se identifica con la estrella de Navidad
de la que habla el Evangelio de Mateo, el significado astrológico de
las tres conjunciones hace sumamente verosímil la decisión de los Magos
de emprender un largo viaje hasta Jerusalén para buscar al Mesías
recién nacido.
Según explica el prestigioso catedrático de fenomenología de la
religión de la Pontificia Universidad Gregoriana, Giovanni Magnani,
autor del libro “Jesús, constructor y maestro” (Gesú costruttore e
maestro, Cittadella, Asís, 1997), “en la antigua astrología, Júpiter
era considerado como la estrella del Príncipe del mundo y la
constelación de Piscis como el signo del final de los tiempos. El
planea Saturno era considerado en Oriente como la estrella de
Palestina. Cuando Júpiter se encuentra con Saturno en la constelación
de Piscis, significa que el Señor del final de los tiempos se aparecerá
este año en Palestina. Con esta expectativa llegan los Magos a
Jerusalén, según el Evangelio de Mateo 2, 2”. “¿Dónde está el Rey de
los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos
venido a adorarle”, preguntan los magos a los habitantes de Jerusalén y
después a Herodes.
La triple conjunción de los dos planetas en la constelación de
Piscis explica también la aparición y la desaparición de la estrella a los ojos de los observadores, un dato claramente confirmado por el relato del Evangelio.
La tercera conjunción de Júpiter y Saturno, unidos como si se
tratara de un gran astro, tuvo lugar del 5 al 15 de diciembre. En el
crepúsculo, la intensa luz podía verse al mirar hacia el Sur, de modo
que los Magos de Oriente, al caminar de Jerusalén a Belén, la tenían en
frente. La estrella parecía moverse, como explica el Evangelio,
“delante de ellos” (Mt 2:9).
http://www.protestantedigital.com/new/nowleernoticia.php?n=8167
Encara que en aquells temps hagués passat un fenomen smeblant al firmament, ¿aportaria alguna explicació nova al que diu la Bíblia? Quan Kepler va observar el fenomen, ¿van aparèixer tres poderosos d'Orient que van anar a visitar el Papa de Roma?
I al revés: si tot el que explica la Bíblia és tan insòlit, quina importància té que un detall com l'estel respongui a un fenomen natural?
Publicat per Ronals — 06 Gen 2008, 18:36