PATRIMONI HISTORIC i ARTISTIC

MÉXICO, ene (IPS) - ¿Quiénes gobernaron la ciudadela precolombina de Teotihuacan, en México, dónde fueron enterrados sus restos, cuál era la filiación étnica y qué tipo de sistema político desarrollaron? Algunos de estos misterios pueden comenzar a develarse este año.

La pirámide del Sol en Teotihuacan, a la que ascienden anualmente unos 500.000 turistas, será sometida a partir de marzo a un especie de tomografía para descubrir si en su interior hay túneles o cámaras ocultas.

La información que se obtenga podría ayudar a aclarar los misterios de una cultura muy estudiada y admirada, pero poco conocida.

Para no afectar la vieja estructura de la pirámide del Sol, la más importante de la ciudadela y que tiene una altura equivalente a un edificio de 20 pisos y cuatro lados simétricos de 215 metros, científicos mexicanos colocarán en su interior detectores de muones o partículas cósmicas, que serán monitoreadas hasta marzo de 2009.

Los muones se producen cuando los rayos cósmicos chocan contra la atmósfera de la Tierra. Se trata de partículas cargadas de forma similar a los electrones que penetran en cualquier material o estructura y cuya cantidad se multiplica en zonas huecas y desciende en lugares densos.

El Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto de Física de esa misma casa de estudios desarrollaron seis detectores de muones para la pirámide del Sol. Con la información que obtenga cada instrumento se podrá elaborar un mapa tridimensional de la estructura.

Se hará una especie de tomografía a la pirámide y, en caso de encontrarse cavidades, se planearán excavaciones que podrían arrojar información clave sobre la historia de los gobernantes de Teotihuacan, explicó la arqueóloga Linda Manzanilla, de la UNAM.

La experta, que encabeza el proyecto de estudio, explicó que la medición de muones en la zona se viene planificando desde 1997.

El arqueólogo Fernando Cortés dijo a IPS que la investigación en puerta podría arrojar valiosa información, pero también está la posibilidad de que deje intactos los misterios al no encontrar túneles o cámaras en la pirámide.

Cortés, quien trabajó para el estatal Instituto Nacional de Antropología e Historia en los años 90, recordó que existen al menos tres túneles hechos por arqueólogos en la pirámide del Sol entre los años 20 y 60. Ninguno de ellos encontró vestigios de cámaras mortuorias.

Teotihuacan, palabra nahua que significa "allí donde los hombres de convierten en dioses", es el nombre que le dieron al lugar los aztecas. Lo que queda de la ciudadela está ubicada a 50 kilómetros al norte de la capital mexicana.

Los aztecas descubrieron Teotihuacan alrededor del año 1300 de la era cristiana. Nadie conoce su denominación original.

A diferencia de otras culturas, como la azteca o la maya, los habitantes de Teotihuacan no dejaron información sobre los nombres de sus gobernantes y dinastías, tampoco sobre su forma de gobierno.

En la ciudadela, que se calcula ocupó 3.500 hectáreas y fue habitada por 200.000 personas en su época de esplendor, nunca se ha encontrado una tumba real ni representaciones de sus gobernantes.

En la actualidad, 460 hectáreas del lugar permanecen bajo resguardo del Estado y es allí donde están las principales edificaciones, entre ellas las pirámides del Sol y la Luna, varios templos y plataformas.

Además, existen supuestos sitios que se usaron de residencia y que flanquean la llamada Calzada de los Muertos, que tiene cinco kilómetros de longitud y un ancho que varía entre 50 y 100 metros.

El lugar fue edificado antes de iniciada la era cristiana y alcanzó su esplendor entre los años 450 y 600. Para el 700, sus habitantes lo abandonaron por causas desconocidas.

Los aztecas, impresionados por las edificaciones abandonadas, pensaron que habían sido construidas por gigantes con la ayuda de los dioses, según historiadores.

Aunque hay datos sobre sus creencias religiosas y su relación con otras culturas de Mesomaérica, de los teotihuacanos no se conoce aún cuál fue su estructura de administración ni quiénes fueron sus gobernantes. Tampoco está claro su origen étnico.

Lo que indican los arqueólogos es que Teotihuacan fue la mayor ciudad mesoamericana de su tiempo y que sus habitantes probablemente provenían no sólo de lo que hoy es México, sino también de varios de los actuales países centroamericanos.

Al parecer era una sociedad cosmopolita y multiétnica, señaló el arqueólogo Cortés. Si las investigaciones en curso y la medición de muones en la pirámide del Sol tienen éxito, en uno o dos años más tendremos revelaciones que podrían resultar fascinantes, dijo el experto. (FIN/2008)