Losas de piedra perfectamente alineadas se muestran en el camino
prehispánico de El Takesi,
una de las más conservadas del país. El
sendero, que se inicia en la localidad de Ventilla,
recorre unos 50
kilómetros hasta Sud Yungas
La primera red que vinculó al país
Sin necesidad de maquinaria pesada, los tiwanakotas desarrollaron
una red caminera que unió el altiplano con los valles y el trópico. Sus
rutas sirvieron a los incas y fueron la base para las carreteras de hoy.
Los
tiwanakotas son considerados los primeros habitantes andinos en
desarrollar técnicas de ingeniería. Usando sus conocimientos de la
topografía que los rodeaba, los originarios construyeron —mucho antes
del dominio inca— una red de caminos que impulsó en la región el
intercambio comercial. Esos senderos sirvieron luego al imperio incaico
para iniciar su expansión y en la actualidad son un parámetro para que
los ingenieros consoliden la vinculación vial.
´Los caminos
prehispánicos han servido como una referencia para que los ingenieros
hagan proyectos viales que tomen en cuenta la topografía. Estos
senderos tienen un trazado excelente ya que están bien alienados y
fueron bien concebidos´, manifiesta el ingeniero civil Guillermo Dávila.
Ese
trabajo sedujo en primera instancia a los incas, quienes desarrollaron
gran parte de su vasta red vial a partir de las rutas construidas
siglos antes por los tiwanakotas, los que buscaron comunicar la
altipampa con las regiones fértiles de los valles y de los llanos
amazónicos. Esta cultura, que dominó el Altiplano desde los años 700
a.C. hasta el 1172 d.C., además exportó por estas vías su ideología. En
la actualidad, muchas de las rutas tiwanakotas son erróneamente
clasificadas como caminos incas, dice el arqueólogo Pablo Rendón.
Este
profesional explica que los senderos tiwanakotas se encuentran en todo
el país. En el caso de La Paz se los encuentra en la península de
Copacabana, en los Yungas e incluso en algunas zonas de la urbe paceña,
aunque una gran parte de ellos se muestran casi totalmente destruidos o
simplemente sepultados por el asfalto.
Una de esas rutas
atravesaba la actual zona de Achachicala, llegaba hasta la Cumbre y
empalmaba con el pueblo de Coroico, en los Yungas. Además, desde el
monumento a Busch (Miraflores) existían vías que conducían hasta
Incachaca.
Entre la mercancía que era intercambiada por los
tiwanakotas se encontraban plumas de aves, madera, loros, wairurus, sal
e inciensos. Los productos eran trasportados por recuas de llamas.
La
zona Sur de La Paz contaba entonces con varias rutas importantes, entre
ellas la que se iniciaba en el área de Quellumani y atravesaba las
zonas de Achumani y Chasquipampa. Esta vía conectaba a su vez con el
camino de Yunga Cruz, la que en la actualidad llega a los Yungas.
ingenio
andino. Sin maquinaria pesada, tractores ni explosivos. Así
construyeron y refaccionaron los tiwanakotas —y posteriormente los
incas— sus caminos, los que ahora son admiradas por cientos de turistas
que las recorren anualmente. Entre las más conocidas por el turismo
nacional y extranjero se encuentran los de El Choro y El Takesi.
Pablo
Rendón señala que estas vías fueron planificadas adecuándose a la
topografía y a las necesidades del animal. Y explica que para abrir
estas rutas, de aproximadamente un metro de ancho, se movieron grandes
bloques de piedra.
´Para los empedrados la técnica consistía en
rebajar el terreno dejándolo plano. Luego se ponían capas de tierra
(grava, cascajos) junto con diferentes tipos de arcilla y arena. La
arcilla servía como aislante para preservar los caminos. Finalmente se
ponían losas de piedra. En caso de que algún riachuelo interviniera en
este proceso, se construían canales´, narra el arqueólogo.
APUNTES
Una ruta tiwanakota inspira una carretera
El
camino precolombino de Yunga Cruz fue el principal parámetro para que
los técnicos de la Prefectura paceña planifiquen la nueva carretera que
vinculará, desde la zona Sur, a la ciudad de La Paz con la localidad
yungueña de Chulumani.
Más rápidas que los caminos actuales
Haciendo
una comparación con la actual carretera asfaltada Cotapata-Santa
Bárbara, el trecho Bolsa Negra-Yanacachi es más rápido de realizarlo
por la ruta prehispánica del Takesi, si se lo realiza a pie. Así lo
afirma el arqueólogo Pablo Rendón.
El imperio inca se extendió a pie
Los
incas construyeron caminos que vincularon la mayor parte de la región
andina. Desde Chile hasta Ecuador, los caminos incaicos extendieron
este imperio por unos cuatro mil kilómetros. En Bolivia el más lejano
es el que llega a Las Piedras, Pando.
http://www.la-razon.com/versiones/20070716_005969/nota_244_453986.htm