La presencia de cámaras funerarias invita a pensar que a escasos metros había una vía secundaria de Tarraco. Han aparecid
El objeto blanco que aparece junto a una tibia es una tabla de plomo que contiene un maleficio. - J.A.T.
Una franja de terreno de poco más de dos
metros de ancho, localizada en el patio donde el Col·legi Sagrat Cor
construye un pabellón de deportes, ha puesto al descubierto los
esqueletos de seis personas inhumadas y las cenizas de otras
incineradas entre los siglos II y III.
La aparición de un
conjunto de cámaras funerarias, cuyas paredes aún conservan pinturas
que las decoraban, y de elementos funerarios como lacrimales y lámparas
de aceite, ponen de relieve la importancia del yacimiento.
La
información más importante hace referencia, sin embargo, a la ubicación
de la zona de enterramientos, situada a escasos metros de la calle Sant
Antoni Maria Claret y de la Avinguda Marquès de Montoliu.
César
Pociña, director de la excavación y arqueólogo de la empresa Codex,
informó al Diari que «estamos ante algún tipo de mausoleo familiar que
estaría muy cerca de una vía». El hallazgo permitirá avanzar en la
reconstrucción del plano urbano de la antigua Tarraco, ya que no se
conoce la presencia de restos romanos en esta zona de la ciudad
moderna.
El fabricante de tejas
En
uno de los enterramientos ha salido el nombre de una persona. Ayer
estaba parcialmente destapado y era objetivo del interés de los
arqueólogos, debido a que su interior contiene un esqueleto. En una
teja que cubría la sepultura están grabados los datos del fabricante:
Lucius Herenio.
En las tumbas han surgido los restos óseos de
dos mujeres, al parecer una de avanzada edad, de niños y adultos.
Pociña destacó un esqueleto que perteneció a un adolescente que alcanzó
una estatura de 1,70 centímetros. «Es un caso poco frecuente en el
mundo romano, donde las personas eran bajas».
El arqueólogo
subrayó que en el yacimiento «han salido dos fases». La más antigua,
detectada por las cenizas que se han encontrado, es el resultado «de
incineraciones, método que estuvo de moda hasta el siglo II, mientras
que las inhumaciones empezaron a practicarse en el siglo III».
Junto
a restos mortales ha aparecido una lámpara de aceite que contiene una
moneda «que pusieron expresamente, algo que no había visto nunca», dijo
Pociña, un lacrimal de vidrio de color turquesa en perfecto estado de
conservación, un anillo de mujer y una colección de clavos de los
ataúdes de madera en que fueron enterrados los cadáveres, además del
mango de un cuchillo elaborado con hueso, entre otros objetos de
especial interés.
A un par de metros de distancia de una de las
cámaras mortuorias se han encontrado «dos surcos de un viñedo», indicó
Pociña, quien se refirió al drenaje específico necesario para este
cultivo.
‘Haremos una exposición’
Joan
Andreu Torras, titular del Col·legi Sagrat Cor, manifestó al Diari que
los trabajos arqueológicos han ralentizado ligeramente las obras de
construcción del pabellón, pero se ha podido trabajar en otros sectores
del solar donde se levantará. La afectación ha sido mínima. La
intención del centro escolar es que las obras avances lo máximo posible
y se mantiene la previsión de poder utilizar la sala deportiva el
próximo mes de mayo.
Torras declaró que el centro escolar ha
planteado a la empresa Codex la posibilidad de hacer una exposición en
el colegio con las piezas que han surgido en el curso de la excavación
y las fotografías que ha realizado en la medida que afloraban, por el
interés cultural que atesoran.
El contenido del yacimiento se
utilizará para explicar en clase los distintos modelos de
enterramientos que se pusieron en práctica en tiempos de Tarraco. El
colegio ya ha explicado a los padres de los alumnos los descubrimientos
hechos en subsuelo del patio que albergará el futuro pabellón deportivo.
http://www.diaridetarragona.com/tarragona/035436/hallan/seis/esqueletos/
romanos/clavos/ataudes/madera