CHICA DE PUEBLO, PUEBLERINA
Hola, chica que vives en un pueblo, chica de pueblo. Pueblerina.
Ya sabes que esto va para ti.
En principio, y por dejarlo muy claro desde el principio, esto de pueblerina no lo pronuncio con desprecio alguno, al contrario, ya que me gustaría vivir en un pueblecito como el tuyo, pequeño, acogedor, y maravilloso según mi punto de vista, con los inconvenientes y ventajas que esto conlleva.
Así pues, lo de pueblerina quizás sea un poco por picarte, por entrar en la tranquilidad de esta tu casa y meterme un poco contigo. Por dar por saco un poquitín quizás…
Ha pasado un tiempo, y creo que ya estás más apaciguada. Perdón, más tranquila. Apaciguado estaría un caballo, como los que tenéis en pastando por los prados que rodean la villa. O una yegua, o un borrico, etc…
Me ha hecho mucha ilusión el intercambio de mensajes de esta tarde, y poder leer que parece que las aguas han vuelto a su cauce. Y esto es importante en un pueblo, ya que si las aguas salen del canal puede que haya gente que se quede sin regar. O los animales se queden sin abrevar. Aquí en la capital, como no hay campos, ni cuadrúpedos, y por ende, ni abrevaderos, pues las aguas no pueden salir de cauce ya que ni agua tenemos, (Otro de los motivos por los que me gusta tu pueblecito). Bueno, algún animalito si tenemos también.
La conversación ha transcurrido como antaño, pero con mucha más calma. Mucho más serena. Parece que este tiempo ha sido bueno para aprender, para mejorar, para muchas cosas… Como el vino, L.A. mejora con el paso de un tiempo.
Cuando pueda me encantará venir y degustar un vinito, o dos, o tres, y con una buena conversación, en vivo y en directo. Que cambia mucho de los mensajes guasaperos, donde se pierde el hilo cuando se escribe y no se lee. Hasta entonces, cuídate mucho, que faena tienes cada día para seguir “palante”. Repetirte que muchos días pienso en el calvario que debes haber vivido por todos los problemas de los que soy conocedor.
En fin, que te deseo lo mejor y me encanta pensar que te tengo como amiga.
Recibe un fuerte abrazo, de los silenciosos.
Ah!! Y en esta vida, queda prohibido llorar a no ser que sea de risa u bien pelando cebollas para un tortilla española, o para algún guiso.
