Un punt de vista


LA PALABRA "SALUD"

Personal — Escrito por ebm @ 06:55

Últimamente, al ir tan temprano a RHB, la ambulancia lleva varios pasajeros.

Son personas que van a diálisis. Son personas de varias edades. Una chica colombiana de unos veintipico años, unos señores de aproximadamente cincuentaypico y algunos que rondarán los setentaytantos.

Todos tienen su historia, pero comparten enfermedad. Y otra cosa también es bien visible: la falta total de alegría. Bueno, quizás más que falta de alegría sería una tristeza instaurada ya en sus rostros.

La verdad es que nunca había tenido dolencia alguna y por ello no estaba tan cerca de lo llamaría ausencia de salud, pero por desgracia, ahora me he sensibilizado bastante al respecto.

Me doy cuenta de cuán duro es para un enfermo de diálisis saber que cada dos días debe conectarse a la máquina para poder sobrevivir un día más. Y la expectativa de que aún habiendo un donante, el riñón solamente durará unos diez años. ¿Cómo puede haber alegría en sus ojos? ¿Y la familia, como deben padecer la enfermedad? Lo que si es seguro es que también lo sufren. Este tipo de dolencias seguro que se comparten entre la familia más cercana.

También coincido con personas a la que se les ha amputado un miembro. Básicamente piernas. Y quizás estos sean más optimistas en cuanto se ven con una prótesis y pueden rehacer, a groso modo, lo que antaño hacían. Un caso concreto, el de Alejandro, me ha causado una gran alegría al ver el cambio que ha efectuado antes y después de haberle instalado la prótesis de pie.

En definitiva, veo una cara de la vida que no pensaba que existiera. Y lo que más me impresiona es la gran cantidad de gente con dolencias. Por ejemplo, en dos horas se tratan a más de quince personas por patologías de hombro. Mientras podemos mover los brazos con normalidad no percibimos lo que representa tener la movilidad reducida; no poder cargar peso, no poder poner nada en los armarios altos, no poder brindar en Navidad, etc.

No es una banalidad desde luego…Y, solamente puedo hablar de lo poco que veo…

También percibo sufrimiento en personas que acuden al hospital a visitar a sus allegados; gente mayor resignada por causa de sus dolencias.

Pero también hay un detalle que no deja de asombrarme y es la capacidad de tirar para adelante que tiene la persona. Se puede ver a toda esta gente que he descrito, con múltiples dolencias y averías varias, resignándose a intentar mejorar y alcanzar la total curación. De acuerdo que no muestran alegría alguna, si no todo lo contrario. Pero tienen las ganas y el empeño de seguir avanzando.

Pero en este escrito pretendo magnificar lo que representa tener salud. A día de hoy, quizás lo que más aprecie.

Sin duda hay gente que tiene de todo, de todo lo que la sociedad material nos impone, pero por desgracia carecen de salud. Pueden tener muchos ceros en la cuenta corriente, un Ferrari aparcado en el garaje del chalet de La Moraleja, y un Mega-yate en el puerto de Palma. Pero, sin salud todo esto puede resultar superfluo.

Yo he aprendido a valorar la palabra salud y lo que comporta su ausencia.

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