ANN ARBOR, Mich.—A más de 100 pies de profundidad en el Lago Huron,
en una ancha cadena montañosa, que hace más de 9,000 años era un puente
terrestre descubierta por investigadores de la Universidad de Michigan,
es la primera evidencia arqueológica preservada bajo los Grandes Lagos.
Los investigadores encontraron lo que creen son estructuras para la
caza de caribú y campamentos utilizados por los primeros cazadores de
la época.
Un artículo sobre los descubrimientos se publica en la edición de
hoy, lunes, en la revista de Proceedings of the National Academy of
Sciences. Los autores incluyen a John O’Shea, curador de Arqueología de
los Grandes Lagos en el Museo de Antropología del Departamento de
Antropología de la UM y profesor en el mismo departamento, Guy Meadows,
director de los laboratorios de hidrodinámica marina y profesor en los
departamentos de arquitectura naval e Ingeniería Marina y Ciencias
Oceánicas y del Espacio.
“Es la primera vez que identificamos estructuras como éstas en el
fondo del lago”, dijo O’Shea. Es importante desde el punto científico
porque todo el antiguo paisaje se ha sido preservado y no ha sido
modificado por la agricultura o el desarrollo moderno. Esto tiene
consecuencias para la ecología, arqueología y para modelar el medio
ambiente”.
O’Shea y Meadows encontraron características que creen son fosas de
caza, campamentos, carriles para los caribúes y pilas de piedra
utilizadas para atraer a los caribúes a los carriles. Los carriles son
lineas largas de roca, utilizadas para desviar a los caribúes a
emboscadas. La estructura de 1,148-pies ellos creen es uno de esos
carriles y se asemeja a una en la isla victoria en el Sub-ártico de
Canadá.
Las formaciones de caza están localizadas sobre 10 millas de ancho
y se extiende desde la cadena de montañas de c de Alpena-Amberley que
se prolonga por más de 100 millas desde Point Clark en Ontario a la
Isla Presque, en Michigan. La cadena montañosa era un puente entre
10,000 a 7,500 años atrás cuando los niveles de agua eran mucho más
bajos. Su superficie se mantiene relativamente intacta, a diferencia de
zonas de la costa en los que científicos creen que existen otros sitios
arqueológicos. Estos sitios en la costa se encuentran en la actualidad
cubiertos por sedimento a gran profundidad, por lo que a menudo se les
considera perdidos para siempre.
Científicos han hecho hipótesis por algún tiempo que la cadena
montañosa podría tener signos de ocupaciones antiguas, pero no sabían
que señales buscar. O’Shea y Meadows las redujeron a las estructuras de
caza de caribúes tras considerar el clima de la región en esa época que
habría sido similar al Sub-ártico. Se conoce a los cazadores por
utilizar carriles o rutas para los caribúes.
Posteriormente los investigadores de la UM decidieron donde buscar
esas estructuras realizando un modelo de una cadena montañosa de lago,
como habría sido cuando estaba seco. Trabajaron con Robert Reynolds,
profesor de ciencias informáticas en la Universidad de Wayne State para
reconstruir el ambiente antiguo y simular migraciones de caribúes a
través del corredor. Basándose en este modelo, eligieron tres lugares
para examinar.
O’Shea y Meadows utilizaron el buque de tecnología punta de la UM
Blue Traveler, con equipo sonar y vehículos submarinos con cámaras de
vídeo operados remotamente para investigar las áreas.
“La combinación de estas herramientas de tecnología punta han hecho
posible esta investigación arqueológica submarina. Dijo Meadows. “Sin
faltara cualquiera de estas herramientas avanzadas el descubrimiento no
habría ocurrido”.
Arqueólogos entrenados como buzos investigarán esas áreas este verano.
El periodo paleo-indio y Arcaico temprano son poco conocidos en la
región de los Grandes Lagos porque se estimaba que la mayoría de sus
sitios se habían perdido bajo los lagos.
Los Paleo-indios eran nómadas dice O’Shea. En el periodo Arcaico las
comunidades estaban más asentadas, con una población más grande, una
economía de amplio espectro y nuevas conexiones de larga distancia en
comercio y ceremonial.
“Sin los sitios arqueológicos de este periodo intermedio no se puede
decir como llegaron desde el punto A al punto B, o paleo-indios al
Arcaico, dijo O’Shea. “Esta es la razón por la que sitios preservados
bajo los lagos son tan importantes”.
Quizás lo más emocionante aparte de las estructuras de caza en sí,
es la esperanza que estos asentamientos intactos sean preservados en el
fondo del lago. Estos asentamientos pueden incluir ciertos artefactos
orgánicos que podrían deteriorarse en suelos secos y ácidos en la
tierra.
El artículo se llama , “Evidence for early hunters beneath the Great
Lakes.” La investigación fue financiada por la Fundación Nacional de
Ciencias.
http://www.umich.edu/Es/news/09/pr090608.php