Reus 13 de febrero de 2006

Acerca de la Viudedad de los pensionistas de la Seguridad Social.

La gente mayor superviviente, que ahora rebasa los 70 años, empezó a trabajar y cotizar a la S.S. cuando tenían 14 años, en 1946-47, la Ley lo permitía así.

Era una época que las familias se componían, de matrimonio con uno o varios hijos, además de los padres de uno de los cónyuges, una familia muy corriente estaba formada como mínimo de seis personas. Padres, hijos y abuelos.

La esposa, con el trabajo de la casa no podía distraer ni un minuto de su tiempo, el marido en su trabajo empleaba un mínimo de 12 horas diarias, y confiaba en su mujer, tanto en la administración como en las tareas imprescindibles, limpiar, lavar, coser la ropa, llenar la cesta de la compra según el presupuesto asignado y si no le llegaba, comprar a “fiar", hasta el día de cobro; preparar a los hijos para ir al colegio, elaborar y servir las comidas del día a las horas previstas, casi nada. Muchos matrimonios casi no se conocían, no les quedaba tiempo para hablar con intimidad, a causa de la intromisión familiar; cuando llegaban a la cama se dormían del cansancio.

Este esquema de familia descrito, era el de la mayoría de matrimonios, en que la mujer trabajaba más que el marido para mantener dignamente la casa, pero no cotizaba a la S.S. y en aquellos tiempos ella, no llegaba a sospechar que cuando enviudara, quedaría con una esquilmada pensión que no le llegaría a cubrir sus necesidades mínimas.

Nunca debería, mermarse el bienestar económico de las viudas, que trabajaron durante toda su vida, para que la sociedad actual disfrute de lo que ella contribuyó a construir.

Ellas no podían saber que el Estado no respetaría el artículo 50 de La Constitución que dice: Los Poderes Públicos garantizaran la suficiencia económica a los ciudadanos/nas, durante la tercera edad mediante pensiones adecuadas y actualizadas periódicamente.

Hay hombres y mujeres, que trabajaron hasta los 65 años, (si no les prejubilaron antes), cotizando a la S.S. mas de 40 años.

Los hombres apoyados incondicionalmente por sus mujeres o esposas, (que nunca se jubilaron), al quedarse viudas se encuentran con la desagradable sorpresa que su trabajo no ha sido valorado, y el Estado las empobrece quitándoles una parte muy importante de la pensión del marido que ellas ayudaron a forjar.

Estamos en el primer trimestre del 2006, i la trasgresión de dicho artículo sigue su camino creando diariamente un grupo mayor de mujeres maltratadas legalmente.

¿Habrá Milagro en un país que se define tan poco creyente?

El dia 24 de febrero de 2006, el diario de Madrid, EL MUNDO, en su pagina 51, ofrece este título.

Casi 500.000 prejubilados forzosos cobrarán la pensión íntegra.

El Congreso pide al gobierno por unanimidad que equipare la renta a los afectados por reconversión o expedientes antes de 2001.

Si el Gobierno acepta sin reparos esta petición por unanimidad del Congreso, dará un paso más, para mejorar la situación económica de viudedad de las pensiones de la S.S.

No perdamos nunca la esperanza, aunque nos quede poco tiempo.

José Maria Sabaté Pena