Los genios tienen miedo a amar
30 Jun 2009Estaba el viejo maestro bajo el manzano rodeado de sus discípulos. El sol del atardecer se escondía tras las sinuosas laderas repletas de amapolas.A contraluz apareció una figura de porte elegante, encorvada, apoyada en una vara que le doblaba la altura.Se acercó al grupo y pidió permiso para compartir la compañía. Se sentó delante del maestro que no dejaba de mirarle a los ojos.
-¿Que buscas buen hombre?- le preguntó.
-Necedad, busco necedad. El tono de voz era monótono, casi sin vocalizar. El hombre continuó -La necedad te hace feliz. No te planteas las consecuencias de tus actos, y todo es perfecto.
-¿Qué opináis? – Preguntó el maestro a sus discípulos.
-Si eres necio no puedes hacer las cosas bien. – resolvió uno de los discípulos.
-Pero tampoco sabes que las haces mal – habló el mas bajo de ellos.
-No puedes ser feliz haciendo las cosas mal
-Eres feliz porque eres necio, no percibes la maldad….
Los discípulos entraron en una discusión sin fin. El forastero se levanto, andó hasta el tallo del manzano, se abrazó a él y gritó.
-¡No hay amor sin necedad!
Todos se miraron con cara de asombrados. En acto reflejo dirigieron sus miradas al maestro que estaba mirando la puesta de sol. Empezó a hablar:
-Un campesino andaba por el monte y se encontró una cabra coja, recogida entre grandes rocas. Tenia buen aspecto y buenas ubres. Pensó que podía llevársela, cuidarla, hacer queso con su abundante leche y curtir sus pieles. Siguió pensando en como la cabra estaba coja, porque estaba abandonada y porque su pastor no la quería. Podría estar enferma, una enfermedad contagiosa, incluso mortal si se ingería su leche. La podría haber envenenado el pastor para que no sufriera. Podía llevar muchos días sin cuidados y estar infectada por cualquier insecto.Pasaron por ahí varios grupos de pastores y campesinos que le decían, “Cógela, seguro q esta bien, ¿no ves su piel y sus ubres?”.Pero el seguía dando vueltas al estado de la cabra. No podían ser las cosas tan sencillas.Pasó un trotamundos y vio la cabra. “¿Es vuestra señor?” le preguntó al campesino. “No, no es mía”. El trotamundos cogió la cabra, le ato las patas y se la cargó al cuello.Dos días después, apareció el cuerpo desfigurado del trotamundos junto a un fugo, restos de la cabra y un balde lleno de leche. La cabra estaba infectada, su leche envenenó al trotamundos y los lobos acabaron con el y la cabra.Buen manjar se llevó el trotamundos, y los lobos al acecho mejor manjar se llevaron.¿Quién actúo bien?¿El indeciso y pensativo campesino o el impulsivo trotamundos?
-El trotamundos maestro. Vivió un buen manjar y fue feliz
-El campesino, se curo en salud y no murió.
El forastero dejo de abrazar al árbol
-Ambos creen que han actuado bien. -dijo -Cada uno ha seguido su intuición, y ambos han conseguido lo que querían. Uno seguir viviendo y el otro disfrutar de los placeres. En el amor pasa igual. Los necios son felices. Los genios tiene miedo al amor, porque el amor es necedad, es visceral, es irracional……Los genios no pueden enamorarse, pero si lo hacen, nadie es mejor que ellos. Los necios cambian de amor como el viento. Los placeres es lo primordial.
-Estas en lo cierto – habló el maestro- Cada cual elige. Un necio con poder, sea cual fuere es mas peligroso que cien estampidas de elefantes. En todos los aspectos de la vida la necedad es mala.
-Aunque sea difícil, ser genios y no temáis al amor. - sentenció.
Historia basada en una frase del libro “Y derepente fue ayer” de Boris Izaguirre