Hola y Adios. Rambla amunt, Rambla avall

14 Gen 2010

Pasear estos días de frío y nieve por la Rambla me ha dado que pensar. Gentes tapadas hasta las cejas, encorvadas y temblorosas. La rutina de tocar ferro y hablar con cualquier conocido que te encuentres, se ha transformado en saludos rápidos y miradas furtivas.

Y eso me dio que pensar. Los saludos, ni que siempre son corteses, nunca son iguales. El movimiento suave de la cabeza apoyado por un movimiento de cejas y ojos suele ser común.

La diferencia estriba en la frase que los acompaña. Hay quien te saluda con un Hola, y quien te saluda con un Adiós. Ambos son corteses, pero opuestos.

Pensé de inicio que quien te saluda con un hola te aprecia más que quien lo hace con un adiós. Parece que el hola te abre las puertas , mientras que el adiós te las cierra. Yo siempre digo hola, creo que trasmites optimismo, con un adiós parece que no quieras saber nada de a quien saludas.

He estado tres días recorriendo la Rambla haciendo algo parecido a una estadística. A ver cuanta gente me decía hola y cuanta adiós. Demasiados “adeus” he recibido, y no precisamente de enemigos.

Serán manías, pero hasta en la manera de hablar estamos deprimidos. Maldita crisis.