PATRIMONI HISTORIC i ARTISTIC

03 Des, 2008


MEXICO - Una barda roja, la única prueba de que en Coxcatlán la Cueva del maíz existe

noticies del mon - — Publicat per josep.m @ 11:49

 

 
La Cueva del maíz / Fotos Iñigo Medina

 

ALONSO FRAGUA

Desde la entrada del municipio un par de letreros lo anuncian orgullosamente: “Coxcatlán, cuna del maíz”. Con cerca de 20 mil habitantes y agrupando a 10 comunidades distintas, dentro del territorio de la mencionada localidad poblana se encuentra la cueva donde en la década de 1960 el arqueólogo Richard Mc Neish descubrió los que podrían ser los primeros indicios de maíz domesticado en el mundo, datados en más de 7 mil años. Hoy, la llamada Cueva del maíz está delimitada por una endeble barda roja que indica que ese sitio es algo más que roca y maleza.

A unos cuantos kilómetros del sitio exacto del descubrimiento de Mc Neish, los vecinos de la inspectoría de San Rafael Coxcatlán son los principales encargados de vigilar el paso a la cueva. Aunque las autoridades de la cabecera municipal llevan un registro de las personas que visitan el lugar y expiden un permiso gratuito, ninguno de los más de 200 habitantes de San Rafael pide documento alguno a los excursionistas que por casualidad se enteren de la manera de llegar a la cueva.

Para alcanzar el mencionado sitio arqueológico, el visitante tiene que recorrer un camino de terracería que a cada kilómetro se torna más estrecho y complicado. Luego de unos 10 minutos en auto desde San Rafael, el excursionista tiene que ascender la cuesta de un cerro delimitado por un alambrada colocada por la gente del lugar para proteger a sus animales. Al llegar a la Cueva del maíz, la única señal de que se trata de algo más que una irregularidad en el cerro es un barandal rojo de un metro de altura.

En el recorrido que este medio realizó por la zona el sábado 8 de noviembre, las únicas muestras de presencia del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el lugar son un par de columnas de cemento de menos de 30 centímetros que ostentan las siglas del organismo federal. Fuera de estos detalles, la ruta de acceso y la cueva misma carecen de señalización. Los letreros que hacen referencia al sitio arqueológico corresponden a la Reserva de la Biósfera Tehuacán–Cuicatlán.

A decir del director de la Casa de cultura de la cabecera de Coxcatlán, Joaquín Bolaños, las principales peticiones que el municipio le ha hecho al INAH en repetidas ocasiones son los letreros adecuados para la Cueva del maíz y la capacitación adecuada para poder ofrecer visitas guiadas con información precisa. “Para que cuando la gente llegue al lugar no diga ‘¿caminé tanto para este hueco?’”, protestó Bolaños en entrevista. De acuerdo al funcionario, el último intento de acercamiento al instituto para tratar este tema fue hace un mes aproximadamente.

De manera más precisa, la caverna corresponde al ejido de San José Tilapa, del cual depende el propio San Rafael y la inspectoría de Guadalupe Victoria. Para evitar el saqueo de plantas, animales y la tala ilegal en la zona, el ejido cuenta con un comité de vigilancia, el cual es reconocido y apoyado por organismos de diferentes niveles como la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa), la Reserva de la biósfera de Tehuacán–Cuicatlán y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del estado de Puebla (Sema).

Sin embargo, para la protección del sitio arqueológico y sus piezas el mencionado comité no cuenta con ningún respaldo, según refirió a este medio el presidente del organismo, Benito Isidoro Olaya. Algunas de las piezas que se conservan en San Rafael corresponden a las familias del lugar, entre las que destacan figuras talladas en piedra con diferentes motivos prehispánicos.

El actual síndico municipal de Coxcatlán, Agustín Tejeda, fue uno de los pobladores de la región que colaboró en las investigaciones que realizó Mc Neish entre 1960 y 1963. Él recuerda que además de los olotes de más de 7 mil años de antigüedad, los arqueólogos encontraron otro tipo de material, como puntas de flecha y machacadores de piedra. Tras el final de la investigación, el INAH no hizo nada para proteger el lugar, por lo que mucha información se ha perdido en los últimos 40 años.

Según Bolaños, mientras el INAH no intervenga en la zona, lo único que la Casa de la Cultura y las autoridades de Coxcatlán pueden hacer es continuar con el registro de visitantes y la expedición de permisos como hasta ahora. Aunque esto no garantiza la integridad física del lugar ni la difusión de su importancia histórica para Puebla y el país, esta estrategia es la más adecuada dentro de lo que el referido instituto les permite, a decir del funcionario.

Finalmente cabe rescatar las declaraciones del coordinador estatal del Consejo internacional de monumentos y sitios, de Unesco (Icomos por su nombre en inglés), José Eduardo Carranza, quien expresó que uno de los objetivos del Primer congreso internacional del maíz y la tortilla, a celebrarse del 12 al 14 de noviembre en Puebla, será revalorar la trascendencia de la Cueva del maíz y buscar finalmente la intervención de las autoridades en el mencionado sitio (Jornada de Oriente, número 3353).

 

 

 http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2008/11/

11/puebla/cul116.php 


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