COSAS DE LA VIDA

Hoy han llamado a casa los de telefónica. Siempre les cuelgo, pero hoy me he quedado embobada escuchando, el chico tenía una voz preciosa, era amable, nada pesado....me ha contado todas las ofertas de teléfono, ADSL, no se que para niños.... y yo he escuchado paciente, he sido educada y no me ha salido la mala hostia característica de mi. El pobre me ha dado las gracias, cuantas penurias debe pasar un teleoperador. Estad atentos a las llamadas de telefónica, se llama jose ramón o algo así, y en dos palabras, es im-presionante.

M. es un chico la mar de majo con el que da gusto hablar, sabe de todo y encima es muy salado e irónico. Al tiempo de conocerlo me dijo que está enganchado a unas pastillas, unos psicofármacos con unas siglas que nunca recuerdo, y que le dan ataques de pánico. Juro que no lo parece, no tiene pinta de loco ni de depresivo. Supongo que es como un ataque de ansiedad a lo bestia y que sientes que te mueres, pero sentirse morir es un concepto inexplicable si no lo has sufrido. Tampoco entiendo por qué le pasan estas cosas.

Hoy me ha dicho que como cada día se siente morir, el día que se muera no se dará cuenta. Me ha hecho gracia.

Cuando dices que algo no puede pasar, mi abuela siempre dice que si, que todo es posible porque torres más altas han caido. Esta frase cada vez tiene más vigencia, cosas que hace cinco años jamás te hubieras imaginado, pasan.

Que el sistema de pensiones fuera desmontado, en un país "normal" como el nuestro, y con un pacto de Toledo que garantiza la solidaridad intergeneracional, nunca me lo hubiera imaginado. ¿Qué es lo siguiente? un corralito, el fallo del estado, la independencia del Baix Penedès (ojalá nos anexionaramos a francia) o un golpe de estado encubierto por la banca?

Más nos vale hacer como las abuelas, curarnos de espanto y esperar que cualquier cosa, por descabellada que parezca, es posible. Que dios nos coja confesados.