Desde hace unos años tengo agenda. Tiene que ser a semana vista y de papel, los chismes electrónicos visualmente no me funcionan. En la agenda apunto lo que tengo que hacer y hasta lo que me pasa, ver una agenda pasada es como volver a un tiempo pasado. Y resulta que hoy me la han robado del coche. Pensé que estaba muy a la vista, y como muchas veces, me dejé el coche abierto. Pues ha volado. He perdido telefonos, y sobretodo, no puedo volver a ese tiempo pasado, fechas con el señor casado y un montón de cosas que me dan pena. Será casualidad? será para pasar página? Mi amigo J. me diria que realmente yo queria perder esa agenda para perder el telefono del Sr. C, que todo es por algo y que realmente me he dejado robar la agenda. No śe, mañana le llamo y le cuento la historieta.
Hace un año que conocí al Sr. C., hoy me ha mandado un escueto mensaje, corto para un largo año. No hay como un medio rollo para apreciar los guisos de tu mujer y hablar de caracoles. Mi amigo J. dice que puedo celebrar que soy tonta, cada cierto tiempo me recuerda que soy tonta y que cada uno tiene lo que quiere. Mentira, me lo dice cada vez que hablamos. Nunca he sido de aniversarios, pero ahora me sientan mal. He pensado que es buen día para hacer algo diferente, y le he preguntado a J. si le importaria acostarse conmigo con una foto del Sr. C, en la cara, surrealista como la vida misma, pero igual me va bien. Dice que no le importa, que majo. Al final lo he dejado estar y lo he celebrado como se merece un aniversario tontuno, durmiendo en el sofá con una manta. J. dice que si estoy resfriada es porque una relación se ha enfriado, me dice verdades como catedrales.
Cuando estaba casada era una señora casada. Ahora lo que más oigo es que soy muy joven para quedarme sola y tengo que rehacer mi vida. Algunos conocidos me hacen repaso de todos los solteros del pueblo, se inventan citas, y yo no puedo evitar poner la misma cara que cuando mis hijos me preguntan si existen los ovnis. Eso de "rehacer" mi via me suena a ciencia ficción, me viene a la mente la única persona con la que no puedo ni hacer ni rehacer. De momento le he puesto una vela a la virgen de las penas para que se vayan las mias.
El otro día necesitaba urgentemente un puñado de documentos, unos del ayuntamiento, otros de Tarragona y de Barcelona. Como aún no soy omnipresente, le pedí a mi padre si podía ir a barna a por un certificado. Pues no, que está ocupado. Jubilado, pero ocupado arreglando unos papeles de unos familiares. Y al día siguiente se va de viaje a ver como están otros familiares. Me quedé muda y me fui para barcelona. En el registro la cola para información daba la vuelta a la manzana, había medio millón de sudamericanas pidiendo un certificado de matromonio para tener la nacionalidadad, y unos pocos negros y pakistanis para trámites similares. Aquello prometia durar todo el día, me imaginé a mis hijos esperando en la puerta del cole mientras su madre vivia en una cola. Cogí número para ir mendigando información entre la gente. Anduve por salas, subiendo y bajando plantas, hasta que llegué donde era. Sólo me faltaban 300 números para pedir mi certificado de matrimonio, pero la red estaba "caida", los ordenadores no iban y había que esperar a que lo arreglaran. Entonces vino una chica, y me dió otra papeleta de número que le sobraba, me ahorraba 100 números. Fue como un ángel caido del cielo. Según mi amiga P., que es muy mística, eso fue el universo, que me envió lo que deseaba y necesitaba. No se, ángel enviado por el universo o suerte. Yo le dí mi número a un hombre que tenía 100 más que yo.
Cuando estudiaba, me gustaba trabajar con algunas personas, juntas haciamos el doble. Lo que ahora llaman sinérgias. Con otras no aguantaba escribir dos líneas. Algunas personas me cansan cuando me explican su vida, otras me apasionan, como chile, un marino chileno que me explicaba sus aventuras de medio mundo y sus ligues. Hay personas con las que estás a gusto, otras les dices un "hola" y gracias. El señor C. es todo junto, es verle media hora y me cunde como si hubieramos pasado un fin de semana juntos, me alegra hasta la euforia delirante, me dan ganas de escribir, me activa, me siento el cuerpo diferente, subo al cielo y de golpe bajo al inframundo. Es como una droga, divina droga.
Por cosas de la vida, acabé teniendo una baraja de tarot. Todo fue culpa de F., en un viaje conocimos a una chica que vendía el tarot marsellés de camoin, díficil de conseguir y bien de precio según F. Ella se compró dos barajas, estaba eufórica. Al final acabé cogiendo una baraja como souvenir del viaje, al fin y al cabo los dibujos son bonitos. F. me empezó a enseñar, un lío que no veas. Así que decidí estudiarme su significado como ejercicio mental. A todo esto, yo no creo en el destino ni en la predicción del futuro. Llegado el momento de practicar, qué narices pregunto? pues por el de siempre, como no. Siempre me sale la carta del enamorado, la del sol (alma gemela) y el mundo (la mejor carta, realización, pareja iniciáticay con la que eres muy feliz y comienzo díficil si está al principio). Luego las otras van variando. Pregunto que soy yo para él, y me dice que le doy energía (el loco) para tirar para delante (el carro) y la amante perfecta (la estrella). Bueno, eso no me dice nada. Si pregunto si vamos a estar juntos siempre me sale que si, y además sale crisis (el hermitaño) en el matrimonio (la justicia), con cambio radical (la muerte) y divorcio (la torre). Me cabrea, dicen que el que espera desepera, y no estoy dispuesta a esperar milagros, lo que quiero es pasar página. Si pregunto por el trabajo me sale cambio radical, que me dedico a otra cosa, eso si es un milagro a mi edad y con los tiempos que corren. Voy a guardar la baraja donde no la vea.
Resulta curioso que a veces te encuentras a alguien que hace tiempo que no ves y no sabes que decirle. Los niños? muy grandes. El trabajo? igual. La familia? bien, gracias. Pero con otras personas se te hace corta la hora que estás hablando, y sin embargo no te preguntas por la familia. A algunas personas les dices lo de que tienes prisa, y con otras te importan un bledo las prisas. Con algunas personas sólo comentas con la de turno que la has visto más gorda y vieja, y con otras te dices que ha sido una suerte verla. Hoy he visto una persona del segundo grupo, que son las más escasas. Se me ha olvidado preguntarle un montón de cosas....ya le veré de aquí a un año
El protocolo de envio de los mails no asegura su entrega. También puede ocurrir que te lleguen mails de hace meses, cosa rara pero posible. Es lo que me esta pasando hoy, me han llegado un par de mails con fecha del 18 de agosto. Una putada o una broma del destino, los dos mails de la misma persona, me han hecho recordar cosas. Será una señal? de qué? a veces la comunicación por via no-directa es una putada
No deja de ser gracioso que con 40 tacos la mitad de la gente es muy obediente con los padres. Lo más común es trabajar en un trabajo que los padres opinan que es adecuado; la "niña" que trabaja de administrativa en el ayuntamiento, trabajo soñado por toda madre, el "niño" que trabaja en la empresa o la profesión del padre. La segunda obediencia es no separarse del marido o mujer por no dar un disgusto a los padres. Luego ya tenemos el no coger una novia o novio que a los padres no les pueda gustar (si, esto ocurre). Esta obediencia se amplia a los aspectos más sutiles de la vida. Ser un niño obediente no esta mal, pero cuando somos adultos y va en contra de lo que quieres, ya toca ser desobediente.
El año pasado me cogí, por primera vez en mi vida, todo el mes de agosto de vacaciones. La alegria de disfrutar de un mes entero libre se convirtió en hastío y hartura. Mi marido se quejaba de no ir de viaje, y yo de no ir a la esquina, que los super-viajes me importan un bledo, quiero disfrutar de cada día. Se me hizo un mes largo, y aunque no discutiera con mi marido, se me hacia pesado. Este año he tenido mes y medio de vacaciones, y se me ha pasado en un suspiro, que cosas, ¿por qué será?. No he hecho ningún viaje, he estado sola con mis penas y mis lujos, que son ir a tomar una caña con un grupo de marujas, ir con mis hijos a todas las fiestas mayores y a la piscina, y salir después de cenar a tomar un carajillo. Y soy feliz con mis lágrimas, por lo menos con ellas me siento libre.
El sentido de la propiocepción no es otro que percibir nuestro cuerpo para movernos, pero hay otra acepción del término que es la percepción general que tenemos de nosotros mismos. Si nos preguntan como somos, respondemos en base a unas creencias que nos hemos formado, y pueden ser ciertas o no. Si le preguntan a mi ex-marido como soy, dirá que soy una bruja, mis vecinos que soy encantadora, y mi madre que soy fuerte y malhumorada. Yo no me veo ni fuerte, ni malhumorada, ni encantadora ni bruja, sino una colgada de la vida, insegura y caótica que lo disimulo bien. Al final, es díficil saber realmente quien te define bien, y por otra parte las definiciones son límtes absurdos, todos llevamos dentro un angel y un demonio.
Mi amigo C. es una de la personas que tiene una percepción de si mismo más distorsionada. Un amigo común me dijo que de pequeño, C. era un niño muy inteligente y por eso se juntaba poco con los demás, que eran unos gamberros. Que ahora C. es un intelectual y que lástima que no se pase más por el bar del pueblo. Una versión muy distinta de la que se imagina C. Pásate más por el pueblo.
De pequeños, nuestros padres nos ponen unos límites morales de lo que está permitido y lo que no. Nos pasan sus prejuicios de tipo sexual, moral, político, religioso o patriótico. De adultos podemos quedarnos ahí, reprimidos y con miedo a todo, o romper esos límites y vivir como quien somos, y no como nuestros padres quieren que seamos. Los niños tienen miedo, los adultos viven la vida. Cada uno debe escoger.
En mis años de casada fui desgraciada sin saberlo, resulta que no hay nada más dificíl que saber que no quieres a alguien. Cuando amas a alguien lo sabes, cuando no es así, la mente se inventa mil argucias para negarlo. No ves que no quieres a esa persona, pero tienes algunos sintomas. En mi caso, un síntoma fue que me dió por comprarme sombras de ojos. Algo totalmente estúpido y absurdo, no porque el maquillaje pueda ser algo superficial, no llego a esos niveles de filosofía, sino porque no uso sombras de ojos. Las cosas banales nos distraen de la esencia de la vida, por eso me permito la licencia frívola de ocupar cierto tiempo de mis dias en chorradas, pero ocupar demasiado tiempo en comprar sombras de ojos, zapatos, ropa u otras fruslerias es intentar llenar un vacío de tu vida. Y digo intentar, porque la falta de amor no se llena de ropa, son compartimentos diferentes. Ahora tengo un cajón lleno de sombras neutras, satinadas, topo, con shimmer, mineralizadas y mates, que voy regalando poco a poco a mis hermanas y amigas.
Un imbécil que tengo por amigo siempre me dice que ya he superado mi mal de amores, y yo siempre contesto que sigo viva. Realmente sigue ahí agazapado, cuando más chula me creo, sale. Ha sido un mes con una semana intensos, al final fui al taller de sexo sagrado, aunque en mi situación hubiera sido más provechoso uno de masturbación (juro que existe, por lo menos en los USA). He probado cosas nuevas, como limpiar el coche por dentro. Cada día es un día nuevo, por la mañana nunca se que va a pasar por la tarde, y eso anima, siempre se tiene la esperanza de ir a mejor. Trato de ponerme el objetivo de ser medio-feliz en las próximas 10 horas, después de estar en los infiernos estar no-mal ya es mucho, trato de recordar que comer, dormir y vivir ya es bastante. Y ahí andamos.
No suelo hacer siesta, y el día que hago me cuesta despertarme. Hoy me he puesto el despertador a las 5 de la tarde. A eso de las 6 aún no podía despertarme, era superior a mi, y estaba en un duermevela. A las 6,15 ha sonado en el móvil un mensaje de mi amigo C., que tiene un pitido diferente a los demás de la agenda. Me he despertado de golpe y despejada para mirar el mensaje. Ha sido una métafora de lo que es la vida; hay gente que te ayuda a despertarte del atontamiento vital.
