VANATU - Sesenta esqueletos sin cabeza de 3.000 años de antigüedad
Cuando un equipo de arqueólogos comenzó a excavar en un arrecife de coral de Vanuatu entre 2008 y 2009, pronto descubrieron un antiguo cementerio. Hasta ahora, se han registrado 71 individuos enterrados, ofreciendo nueva información sobre los habitantes de las islas y de sus ritos funerarios.
"Esto es un gran descubrimiento, ya que son los más antiguos y grandes
esqueletos hallados en el Océano Pacífico, los cementerios más grandes
encontrado más al este, son bastante más jóvenes", apunta Mads Ravn,
jefe de investigación en el Museo de Arqueología de la Universidad de
Stavanger, Noruega.
Los familiares no tratan a sus muertos con
gentileza. Además de estar sin cabeza, algunos de ellos rotos sus
brazos y piernas, con el fin de que encajaran en las cavidades de los
arrecifes de coral. Ravn sugiere que pudo ser que se pudrieran primero
y más tarde enterrados como esqueletos.
Con el personal local
del museo de la Casa de Cultura de Vanuatu, una serie de
investigadores, dirigidos por Stuart Bedford y Matthew Spriggs de la
Universidad Nacional de Australia (ANU), forman un equipo internacional
y multidisciplinar, que trabaja para reunir información acerca de los
habitantes de las islas del Pacífico . La experiencia de Mads Ravn en
la migración y colonización a grandes distancias, así como en
documentar las excavaciones y su grabación digital, convierten sus
contribuciones en importantes para este esfuerzo de cooperación.
La tumba de coral
Vanuatu
es un país de 83 islas, situado a 1.750 km. al este de Australia. El
suelo contiene los restos de una violenta erupción volcánica, que se
cree tuvo lugar hace exactamente 3.000 años atrás. Los científicos no
encontraron ni rastro de actividad humana anterior a este evento.
"La
forma en que estas personas están enterradas, testifican un concepto
del cuerpo, diferente de la concepción en Europa de los últimos 5.000
años", explica Mads Ravn.
"No había una marcada división entre
la vida y la muerte, y los muertos participaban del presente. Hace unas
décadas, en Bali y otras islas del Pacífico, la gente aún exhibía los
cráneos de sus ancestros en sus hogares", añadió.
Esto explica
el por qué de los esqueletos sin cabeza de Vanuatu. Uno de los
esqueletos yacía con cinco calaveras sobre el pecho, y Ravn piensa que
las cabezas se pudieron utilizar en rituales ancestrales.
Los
isleños, por lo general, retiran las cenizas volcánicas antes de
enterrar a sus muertos bajo las cenizas y la arena. Cada tumba está
marcado con una jarra de cerámica decorada con intrincados motivos,
posiblemente estampados de pequeñas piezas de hueso trabajado. La
cerámica también representa la cara y los ojos, tal vez imágenes de sus
antepasados.
"Nunca he visto antes objetos así tan hermosos.
Estos debieron ser las jarras de cerámica más fina del mundo en aquella
época", exclamó Ravn.
Viajes de larga distancia
Los
primeros habitantes de Vanuatu, probablemente procedían de Taiwán o de
Filipinas, después de haber viajado miles de kilómetros en canoas
equipadas suficientemente grandes como para contener a familias
numerosas. Los piragüistas se establecieron en estas islas deshabitadas
y vivían de la pesca y el cultivo de la tierra. Las tortugas gigantes
eran abundantes y fáciles de atrapar. Las cenizas volcánicas de hace
3.000 años, contienen pistas de muchas de esas tortugas, pero son
totalmente inexistentes 100 años después.
"Es muy interesante observar las consecuencias de los humanos cuando toman posesión de una tierra virgen", comentaba Ravn.
Durante
unos siglos, varias especies se extinguieron, la tortuga gigante entre
ellos. Huellas de conchas de mejillones también ofrecen su testimonio
del consumo excesivo. Las conchas disminuyen de tamaño a medida que los
sedimentos se hacen más jóvenes. Según Ravn, los habitantes simplemente
sobreexplotaron sus recursos.
Fuerza y aventura
Los
perfiles de ADN de los esqueletos deben estar listos para finales de
este invierno, y los científicos esperan descubrir los vínculos de
parentesco entre los muertos. Pero ya hay algunas conclusiones de su
estado de salud.
"La gente sufría de gota y de caries, ambas
enfermedades están asociadas con la buena vida. Pero podemos decir a
partir de nuestras muestras de que los habitantes eran duros y fuertes.
Simplemente estaban genéticamente predispuestos a contraer la gota tras
la ingestión de mariscos. Y el almidón de alimentos como el taro y la batata inducían a la caries", explica Ravn.
El
análisis de dientes también reveló lo que estos isleños parecían en un
principio. "Eran muy probablemente de piel blanca de origen asiático, a
diferencia de los actuales melanesios, de piel oscura. Los primeros
pobladores probablemente viajaron o se mezclaron con los melanesios que
llegaron más tarde; no obstante, estos datos podrán confirmarse con los
estudios de ADN y futuros análisis isotópicos" señaló Ravn.
Se
cree que los primeros pobladores del Pacífico impulsados por una
superpoblación, o por unas normas hereditarias que concedían al primer
hijo el derecho a heredar la tierra, hacía realmente difícil para los
hermanos menores el asentarse.
Pero uno no debe excluir el deseo
de viajar y el espíritu de aventura, dice Ravn. El deseo de aventurarse
fuera, probablemente ha sido una fuerza impulsora en todo momento.
Los
primeros vanuatuanos se quedaron en las islas durante años, hasta que
algunos de ellos, probablemente impulsados por el deseo de aventura y
fortuna se hicieron a la mar de nuevo en el Océano Pacífico, y
eventualmente hacia la Isla de Pascua. Durante más de dos siglos, en el
Océano Pacífico se colonizaron todas las rutas hasta las Islas Tonga.
Para entonces, se había cubierto una distancia de más de 3.000
kilómetros en canoa.
.22/12/2009.
Imagen crédito: Mads Ravn/Universidad de Stavanger.
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