El Cairo quiere
expropiar a 20.000 familias que viven en el cementerio de los antiguos nobles
egipcios en Luxor. El valle solo podrá ser visitado por arqueólogos y turistas.
Los habitantes de las aldeas de Al Gurna, en Luxor, están
que echan chispas. Bajo los cimientos de sus humildes casas de adobe se
esconden las tumbas de los nobles del antiguo Egipto. Han convivido con ellas
durante decenios, pero eso se acabó.
El Gobierno de El Cairo ha resuelto poner en marcha el
viejo proyecto de recuperar la zona para los arqueólogos y los turistas, lo que
supone demoler las casas y realojar a los vecinos. A principios de diciembre,
los bulldózers se llevaron por delante la primera vivienda. Un aviso de que la
cosa va en serio. "De aquí no me saca nadie, solo muerto", afirma
indignado Mahmud, uno de los vecinos.
(Segueix)