Greg Bounds, buscador de tesoros de la compañía Blue Waters Venture,
muestra algunos de
los artefactos que fueron hallados entre los restos
del galeón Santa Margarita.
CAMMY CLARK
The Miami Herald
Por cerca de 400 años gran parte del Santa Margarita yacía oculto bajo el mar; su localización era un misterio.
El
domingo, los cazadores de tesoros descubrieron el cargamento de la
goleta española por mucho tiempo perdida: al menos $1 millón en
cadenas, barras y sortijas de oro, así como artefactos invaluables que
incluyen tijeras, espadas y herramientas para trabajar la madera.
Pero la tripulación de rescate del Blue Water Rose también regresó ayer al puerto con un nuevo misterio.
¿Qué hay dentro de la caja ovalada?
''Hay
un pequeño hueco en el fondo y todo el mundo está tratando de ver qué
hay adentro'', dijo el capitán Greg Bounds. ``Dos perlas se cayeron.
Pero no tengo idea de lo que tiene. Estamos locos por saber''.
El
contenido de la caja misteriosa que estaba cerca de las piezas de oro
será revelado a las 2 p.m. de hoy en el laboratorio de conservación Mel
Fisher's Treasures en Cayo Hueso.
La caja principal, que ha
estado sellada por siglos, incrustrada por algas y esqueletos de
animales marinos no pudo ser abierta antes de que los arqueólogos la
procesaran.
''Hemos abierto cajas como esa anteriormente y
encontramos un prendedor de esmeraldas de $10 millones y una cadena de
oro de cien pies de largo en su interior'', dijo Sean Fisher, nieto del
desaparecido Mel Fisher, que en 1980 descubrió parte del Santa
Margarita frente a los cayos de Marquesas, a unas 40 millas al oeste de
Cayo Hueso. ``Creemos que esta también será valiosa''.
Aun si el
contenido de la caja de seis pulgadas fuera decepcionante, el tesoro
descubierto bajo dos pies de arena, a 20 pies bajo la superficie
marina, lo hace el descubrimiento más valioso del Santa Margarita en 27
años, de acuerdo con Fisher.
Los miembros de la tripulación dicen
que los estimados conservadores de la colección de piezas de oro --ocho
cadenas (dos de las cuales de más de cuatro pies de largo), 11 piezas
adornadas, siete sortijas, tres piezas extraordinarias y una barra de
oro, así como varias monedas de plata-- son de $1 millón.
Eso no incluye el valor histórico de cerca de mil artefactos.
''Estamos
abriendo una cápsula de tiempo'', dijo el arqueólogo marino Duncan
Mathewson. ``Vamos aprendiendo más sobre el barco, sobre la gente y el
cargamento que llevaba. Así que es un proyecto histórico y
arqueológico, tanto como un proyecto de tesoros''.
Mathewson
agregó que cree que este descubrimiento del oro posiblemente provino de
la galería de popa, en la cubierta principal, donde se hospedaban los
pasajeros ricos. Parte del oro parecía pertenecer a un lujoso cinturón.
El
Santa Margarita fue parte de la flotilla de tesoros de Tierra Firme que
se perdió en un huracán mientras trataba de regresar a España en el
1622. Es el barco compañero del Nuestra Señora de Atocha, que también
naufragó en la tormenta de septiembre.
Fisher comenzó a buscar el
Atocha en 1969. El aventurero se tomó 16 años para encontrar el barco,
con una riqueza a bordo valorada en $400 millones, que por entonces fue
anunciado alrededor del mundo como uno de los descubrimientos de un
barco naufragado más grande de todos los tiempos.
Mathewson dijo
que los buscadores de tesoros entre 1626 y 1630 pudieron recuperar
parte del botín del Santa Margarita. Mel Fisher también encontró parte
del cargamento hundido a mediados de los 1980. Pero Mathewson indicó
que el principal tesoro sigue perdido en el mar.
Este último
descubrimiento llega a mitad de un proyecto conjunto de cinco años de
Mel Fisher's Treasures, que posee los derechos del barco naufragado, y
el subcontratista Blue Water Ventures Key West.
La búsqueda de
las piezas en un barco hundido es trabajo duro, con la tripulación
laborando de 10 a 12 horas diarias. Mathewson dijo que los restos del
barco y su tesoro y artefactos están regados a lo largo de una
distancia de unas 7 millas de largo y 200 pies de ancho.
''Tenemos
que concentrarnos en ese espacio y ver a dónde nos lleva'', apuntó.
``Sé que es un tremendo rompecabezas arqueológico --sin saber dónde
están las piezas y cuántas son''.
La tripulación usa sopladoras
de aire y otros aparatos para remover la arena que se ha acumulado
sobre los restos en el fondo del mar. También usan detectores de
metales y unidades GPS para ayudar en la búsqueda.
El domingo, los buzos Mike Perna y Mike Dodd encontraron las primeras piezas de oro en el actual proyecto.
''Regresaron con grandes sonrisas y expresiones de asombro. Todos estaban gritando con gran agitación'', dijo Bounds.
A diferencia de la plata y otros metales, el oro continúa brillando bajo el agua. ''Parece como un amanecer'', observó Bounds.
Todo
el oro, excepto por una de las cadenas, se encontró en un área de unos
40 pies de diámetro y a una milla del lugar donde Mel Fisher encontró
por primera vez el Santa Margarita.
''Todo esto ha estado en el
fondo del mar por 400 años, esperando que lo encontráramos'', dijo Sean
Fisher. ``Sabemos que hay más, por el manifiesto. Y mucho más que iba
de contrabando. No querían pagarle al rey de España su 20 por ciento.
Vamos a seguir buscando''.
http://www.elnuevoherald.com/182/story/53578.html