El País dóna a conèixer avui el sondeig de Metroscopia, en què el PSOE avantatja 4,1 punts al PP.
Vegem com argumenta les dades, que podeu trobar a El País en aquestes gràfiques.
José Luis Rodríguez Zapatero es el candidato preferido para gobernar España
tras las elecciones generales del próximo domingo, pero el PSOE no se despega
aún lo bastante del PP como para conseguir la mayoría holgada que los
socialistas persiguen. Si las elecciones se celebraran hoy podrían cantar
victoria -su ventaja es ahora de 4,1 puntos en estimación de voto-, si bien la
distancia en escaños continúa siendo relativamente corta y ninguno parece en
condiciones de alcanzar la mayoría absoluta (176 diputados).
Estos son los principales datos de un sondeo realizado por Metroscopia entre
el 8 y el 27 de febrero, que estima el voto del PSOE en un 42,9% y en un 38,8%
el del PP. Los socialistas lograrían de uno a cinco diputados más que en marzo
de 2004 (entre 165 y 169). La proyección de escaños para el PP se sitúa entre
148 y 154, hasta seis más de los que ha tenido en la pasada legislatura.
Pese a que los dos partidos principales ganan en porcentaje de votos y en
escaños, la distancia entre los dos sigue siendo similar a la que marcaron las
elecciones de 2004. La exhibición por los socialistas de su balance de
Gobierno, la apelación al voto contra la derecha y la popularidad de su líder
-Zapatero sigue siendo mejor valorado que Rajoy: 5,5 frente a 4,7- mantienen
las expectativas de victoria del PSOE, que no se impone con rotundidad en el
reñidero electoral.
La puntuación de Zapatero baja ligeramente respecto a la de hace un mes,
mientras sube levemente la de Rajoy. Entre los que valoran positivamente al
jefe del Gobierno hay muchos ciudadanos que no son votantes socialistas ni, por
supuesto, del PP. Por lo que se refiere al electorado de cada cual, el líder
popular consigue una puntuación de 7,4 entre los votantes del PP, mientras
Zapatero se queda en 7,1 entre los que se declaran votantes socialistas.
Eso sí, el intenso combate electoral ha despertado a la ciudadanía. La
participación esperada, sin llegar a cotas históricas, se sitúa en el 74-75%.
La lucha entre las dos opciones principales está provocando también un intenso
efecto bipartidista: PSOE y PP están en condiciones de sumar nueve de cada diez
diputados del futuro Congreso, sin que eso le permita a uno de ellos dar el
vuelco como para gobernar cómodamente. El hecho de que dos partidos puedan
sumar el 91% del Congreso sin que ninguno tenga mayoría absoluta es una
situación inédita en treinta años de democracia.
La cala efectuada por Metroscopia en el cuerpo electoral traduce así los
efectos de la enorme polarización de esta campaña. El voto a los partidos
minoritarios se contrae frente al protagonismo mediático del PSOE y del PP,
consolidado en el debate televisado del lunes pasado entre José Luis Rodríguez
Zapatero y Mariano Rajoy, con segunda edición prevista para mañana. Una campaña
legislativa organizada como si se tratara de unas presidenciales y escenificada
al modo estadounidense ha podido contribuir a que la intención de voto hacia
las fuerzas minoritarias se resienta. La elección emerge así como una
encrucijada entre dos opciones.
La caída más importante corresponde a Esquerra Republicana de Catalunya, que
pasaría de 8 escaños a 5 ó 6. Convergència i Unió pierde uno de los 10
diputados que tenía en la última legislatura. Los nacionalistas de Coalición
Canaria arriesgan uno de sus tres. El PNV es la única fuerza nacionalista en
condiciones de revalidar sus escaños (7 en la última legislatura).
Las variaciones de los tres partidos nacionales en cuanto a fuerza
parlamentaria serían las siguientes:
- El PSOE gana un escaño en Las Palmas (a costa de Coalición Canaria), en
Zaragoza (a costa de Chunta Aragonesista, ahora sin la carismática figura de
José Antonio Labordeta), en Baleares (arrebatándoselo al PP), en Toledo y en
Murcia (provincias en que se haría con el nuevo escaño atribuido a cada una de
ellas en función de los cambios de población). Los socialistas también podrían
ganar uno en Barcelona, con lo que pasarían de 21 a 22 en el conjunto de
Cataluña, trece más que CiU, su inmediato seguidor.
- El PSOE pierde escaño en Madrid, A Coruña y Córdoba. Y se arriesga a
perderlo en Teruel y Ciudad Real.
- El PP gana el nuevo escaño de Almería, dos o tres en Cataluña (uno en
Barcelona, otro en Girona y se disputa con ERC uno más en Lleida), dos en la Comunidad
Valenciana (uno en Alicante, otro en Valencia, este último a costa de EUPV-IR).
Podría ganar otro en Teruel, Ciudad Real y Madrid. Este último en disputa con
UPyD, el partido encabezado por Rosa Díez. Los analistas de Metroscopia no
descartan que pueda lograr representación parlamentaria.
- El PP pierde escaño en Vizcaya y Baleares. Otros dudosos corresponden a
Salamanca (tal vez por la controvertida gestión del alcalde de la capital de
esta provincia) y Valladolid.
- Izquierda Unida, en coalición con Iniciativa, pasaría de 5 a 4 escaños por pérdida de un
diputado en Valencia. De confirmarse se quedaría sin grupo propio en el
Congreso.
A una semana de la cita electoral, seis de cada diez españoles siguen
pensando que el PSOE tiene más probabilidades de ganar. Tan sólo un 16% cree
que vencerá el PP. Incluso entre los que se declaran votantes populares, son
tantos los que creen que ganará el PSOE (34%) como los que creen que lo hará el
PP (36%). El porcentaje de ciudadanos que prefiere la victoria socialista sigue
siendo mayoritario (53%) frente a un tercio que preferiría ver en el poder a
Mariano Rajoy.
Los días de precampaña y campaña no han gustado a la ciudadanía, que se
muestra muy crítica en este aspecto. Un 77% piensa que los mensajes emitidos
por los principales partidos les han sido poco o nada útiles, opinión
predominante tanto entre socialistas (74%) como en los populares (75%). El 36%
considera que Zapatero ha hecho mejor campaña, frente a un 22% que piensa que
ha sido Rajoy.