COSAS DE LA VIDA

Hoy ha venido mi cuñada a casa. Lo primero que siempre me pregunta es si ya tengo trabajo, pregunta retórica porque sabe de sobras que no. Luego comenta que ella ha cotizado cada día de su vida, y que hay gente que como cobra del paro, vive a la sopa boba. Que no se tiñe el pelo ni se maquilla, porque eso es ocultar tu belleza natural y ser muy artificial, y me lo dice a mi me voy teñida de pelirrojo y con un ahumado negro en los ojos. Luego se pone a escudriñar como es que a mis 40 pasados aún no soy una mujer como dios manda, con trabajo fijo, hijos bien educados (se asusta cuando mis hijos hacen lucha libre encima del sofá) y conocedora de las recetas que le gustan a mi costillo. El último tema que toca es el peso. Me da todas las recetas de sus ensaladas, gracias a las cuales está tan estupenda, que a ver si me aplico. Y yo que soy muy prudente, soy educada y no la mando a paseo.

Mientras va hablando, yo pienso que me debe ver como una puta teñida de pelirrojo. Así que cuando me ha preguntado de que es la entrevista de trabajo de mañana, le he dicho que de dependienta de un sex-shop. Me ha parecido más glamuroso que de comercial de telefonía, y además ha cambiado de tema para pasar al de "soy una mujer que trabaja mucho".

Cuando se han ido de casa, me ha dado un ataque de sinceridad con mi marido. Mira, tu hermana es gilipollas, pero de verdad, jamás me iria a tomar un café con ella porque es la persona más imbécil que conozco. Se lo ha tomado un poco mal.