Se suele creer que la creatividad es algo limitado a ciertas profesiones y a todas las artes, y que sólo es la generación de nuevas ideas, que forzosamente deben ser geniales y trascendentales para la humanidad. Sin embargo, la creatividad es algo más cotidiano de lo que nos pensamos, es la virtud de saber resolver problemas de diferentes formas, y problemas, tenemos todos y todos los días.
Así que desarrolar la creatividad no está nada mal, es útil a un albañil y a un ama de casa, no solo a pintores y artistas. Es más, cuando las cosas te van mal tienes que echar mano de ella. Muchas personas paradas que no encunetran trabajo de su oficio tienen que hacer un ejercicio de creatividad para averiguar, buscar o aprender otro oficio donde ganarse la vida. Para desarrollar la creatividad, solo he encontrado dos formas:
1- Perder el miedo al rídiculo
2- Eliminar los límites que supuestamente tenemos.
EL MIEDO AL RIDÍCULO
Muchas veces, no decimos o hacemos algo por el miedo al que dirán. Es lo típico de una reunión de trabajo, a veces callamos cosas porque pensamos que son una chorrada. Si las dices, en un 5% de las ocasiones resulta que no lo es, es más, es una idea útil. Así pues, es una pena perder un 5% de ideas buenas solo por el miedo al rídiculo o al que diran de ti. No tener miedo al rídiculo es una regla de las tormentas de ideas, por algo será.
ELIMINAR LOS LÍMITES QUE SUPUESTAMENTE TENEMOS
Recalco lo de supuestamente, porque la mayoria de las veces, no pasa nada si nos los saltamos. No hacer algo porque se supone que no se debe hacer, te hace perder oportunidades de hacer cosas interesantes. Esto también llega al pensamiento, partir siempre de las mismas premisas, no da muchas opciones diferentes. Ante un problema X, normalmente partimos de que las premisas de origen son ciertas. Dudar de éstas nos abre el camino a encontrar más soluciones. Podemos imaginar puntos de partida totalmente diferentes (lo cual, no es fácil). Cambian las premisas de las que partimos, cambian los resultados. Pura lógica.
Alejandro Jodorowsky, padre de la psicomagia,tiene un remedio para gente a la que se le acaba la creatividad. Se ve que muchos escritores y pintores le consulatn por este motivo. Se trata de jugar con los propios excrementos y pintar un cuadro con ellos. Jugar con la caca de uno puede ser tildado de locura, pero tiene su motivo. Es algo que jamás se nos ocurriria, por asqueroso. La gracia de este acto psicomágico es que rompes con tus esquemas de manera radical, y a partir de ahí, eres capaz de imaginar más cosas. Jodorowsky propone cosas fuertes, elimina la moral (que también nos limita), y pone las barreras en no hacer daño a nadie y en tu propia ética-moral (no vas a hacer algo que te parece inmoral por recuperar tu creatividad). Su libro "Psicomagia" es, como mínimo, curioso.