Confutatis maledictis, flammis acribus addictis...!!!
Que los ruidos te perforen los dientes, como una lima de
dentista, y la memoria se te llene de herrumbre, de olores
descompuestos y de palabras rotas.
Que te crezca, en cada uno de los poros, una pata de
araña; que sólo puedas alimentarte de barajas usadas y
que el sueño te reduzca, como una aplanadora, al espesor
de tu retrato.
Que al salir a la calle, hasta los faroles te corran a
patadas; que un fanatismo irresistible te obligue a
prosternarte ante los tachos de basura y que todos los
habitantes de la ciudad te confundan con un meadero.
Que cuando quieras decir: “Mi amor”, digas: “Pescado
frito”; que tus manos intenten estrangularte a cada rato, y
que en vez de tirar el cigarrillo, seas tú el que te arrojes en
las salivaderas.
Que tu mujer te engañe hasta con los buzones; que al
acostarse junto a ti, se metamorfosee en sanguijuela, y que
después de parir un cuervo, alumbre una llave inglesa.
Que tu familia se divierta en deformarte el esqueleto,
para que los espejos, al mirarte, se suiciden de
repugnancia; que tu único entretenimiento consista en
instalarte en la sala de espera de los dentistas, disfrazado
de cocodrilo, y que te enamores, tan locamente, de una
caja de hierro, que no puedas dejar, ni un solo instante, de
lamerle la cerradura.
Oliverio Girondo






jeje, ya ya. Quería decir cuánto "odio poético"... ;)
Publicat per Lucecilla — 02 Mar 2006, 09:10
No es odio, es poesía...
Publicat per Human Trash — 01 Mar 2006, 19:47
JOé, cuánto odio!
Publicat per Lucecilla — 01 Mar 2006, 12:35