COSAS DE LA VIDA

El otro día necesitaba urgentemente un puñado de documentos, unos del ayuntamiento, otros de Tarragona y de Barcelona. Como aún no soy omnipresente, le pedí a mi padre si podía ir a barna a por un certificado. Pues no, que está ocupado. Jubilado, pero ocupado arreglando unos papeles de unos familiares. Y al día siguiente se va de viaje a ver como están otros familiares. Me quedé muda y me fui para barcelona. En el registro la cola para información daba la vuelta a la manzana, había medio millón de sudamericanas pidiendo un certificado de matromonio para tener la nacionalidadad, y unos pocos negros y pakistanis para trámites similares. Aquello prometia durar todo el día, me imaginé a mis hijos esperando en la puerta del cole mientras su madre vivia en una cola. Cogí número para ir mendigando información entre la gente. Anduve por salas, subiendo y bajando plantas, hasta que llegué donde era. Sólo me faltaban 300 números para pedir mi certificado de matrimonio, pero la red estaba "caida", los ordenadores no iban y había que esperar a que lo arreglaran. Entonces vino una chica, y me dió otra papeleta de número que le sobraba, me ahorraba 100 números. Fue como un ángel caido del cielo. Según mi amiga P., que es muy mística, eso fue el universo, que me envió lo que deseaba y necesitaba. No se, ángel enviado por el universo o suerte. Yo le dí mi número a un hombre que tenía 100 más que yo.