Bisonte tallado con colmillos de mamut en el
Paleolítico hallado en Rusia. (Foto: Hizri Amirjanov)
DANIEL UTRILLA (Corresponsal en Moscú)
MOSCÚ.- Si Dios
creó a Eva de una costilla de Adán, los cazadores de la Rusia
paleolítica creaban figuras femeninas a partir de colmillos de mamut.
Hace 20.000 años Rusia occidental era un paraíso terrenal poblado por mamuts y bisontes que constituían la dieta principal de los cazadores de la llamada cultura Konstenki-Avdeevo del paleolítico superior.
En lo que va de década los arqueólogos rusos Hizri Amirjanov y
Serguei Lev han encontrado en el yacimiento de Zaraysk, 155 kilómetros
al sureste de Moscú, dos figuritas de mujer, un bisonte con las patas
rotas y otros objetos cónicos tallados a partir de colmillos de mamut
que conforman un raro y preciado tesoro para poder entender la dimensión artística y espiritual de nuestros antepasados.
La revista Antiquity acaba de publicar estos hallazgos realizados en los últimos años en el yacimiento de Zaraysk, una caja de sorpresas de la paleontología rusa
destapada en 1980 donde se acumulan restos de una antigüedad de entre
22.000 y 16.000 años. El tallado de colmillos de mamut se halla en las
encías mismas del arte prehistórico.
«El significado del hallazgo reside en su rareza. No se trata de
herramientas, que los arqueólogos encuentran a menudo en yacimientos de
este tipo, si no de la manifestación de una cultura espiritual.
Se trata de una de las primeras manifestaciones de arte creativo en
este territorio y de un ejemplo de la imagen estética de nuestros
antepasados», explica a elmundo.es Hizri Amirjanov, jefe del
departamento de Edad de Piedra del Instituto de Arqueología de la
Academia de las Ciencias de Rusia.
La mayor parte de los objetos están tallados en marfil de colmillo de mamut, materia prima que obtenían de sus trofeos de caza o bien de restos de ejemplares muertos.
Los investigadores llaman la atención sobre el hallazgo de numerosos
huesos de crías de mamut, prueba de que la caza se centraba en las
presas más vulnerables.
Figura de mujer fabricada hace entre
16.000 y 20.000 años. (Foto: Hizri Amirjanov)
El hallazgo de las dos venus de Zaraysk (una de 17 centímetros y
otra inacabada de mayor tamaño) reabre el debate sobre si estas
figurillas rechonchas (que se hallan diseminadas desde Siberia hasta
España) simbolizan el culto a la fertilidad o son
objetos votivos, juguetes o adornos. En los años 30 fueron halladas
varias venus muy expresivas en la región de Voronezh, que se unieron a
la colección extendida desde Europa del sur hasta los Urales.
La omnipresencia de estas venus paleolíticas (que cuenta con raros ejemplares incluso en Siberia) es para Amirjanov una manifestación de la primigenia unidad europea.
«Yo diría que estas figuritas son el marcador de la unidad cultural de
Europa en tiempos remotos. De Gaulle marcaba las fronteras de Europa
desde el Atlántico hasta los Urales, pero la vida ya marcó esta
frontera mucho tiempo atrás, hace 20.000 años», asegura.
La joya del descubrimiento es un bisonte también de marfil de mamut cuyo uso como objeto religioso
ha sido documentado por los arqueólogos. Amirjanov explica que la
figura era utilizada como totem en rituales mágicos anticipatorios
antes de la cacería: primero imitaban la caza de la estatuilla, le
rompían las patas, le pintaban el pecho con alguna pintura y luego
organizaban funerales.
«Excavaron una fosa de 60 centímetros de diametro y 80 de
profundidad, en cuyo fondo construyeron un pequeño podio en el cual
colocaron la estatua y después la cubrieron con tierra», explica el
arqueólogo.
En la feria para millonarios que se celebró el pasado fin de semana
en Moscú había curiosos ajedreces con piezas de marfil de mamut.
Salvando las distancias y los milenios, quizá sea el mismo instinto primitivo de la propiedad
lo que mueve hoy al oligarca ruso a pagar hasta 150.000 euros por estas
joyas únicas que sus antepasados fabricaban hace 20.000 años.
http://www.elmundo.es/elmundo/2008/12/02/
ciencia/1228248571.html