En el limo.

29 Abril, 2008 17:16
Escrito por jmdf, General

por Josep Maria Dalmau   jmdf@menta.net   www.fondoimagenes.com

En estos breves capítulos he comentado algunas aves de los humedales de mayor a menor tamaño. Someramente; ni el espacio de este libro da para mas, ni mis conocimientos “no me cansare de repetir que soy fotógrafo de la naturaleza, no naturalista” hemos visto hermosos cormoranes, garzas y garcetas y también las nerviosas cigüeñuelas. En este capitulo veremos algunos, pues son muchos y varían según las zonas los mas clásicos habitantes de los humedales. Las aves limícolas.

 

 

Viven el el limo del cual se alimentan. El limo es un sedimento clástico transportado por las mareas en los estuarios, por los ríos y por el viento. Se deposita sobre extensiones o terrenos que son permanente o periódicamente inundados. Esto crea un terreno muy fértil de barro, lodo y toda clase de restos vegetales que aprovechan las aves migratorias en sus momentos de más riqueza orgánica para crear sus habitats. Las limícolas comparten estos terrenos con total armonía con otras aves de mayor tamaño y constituyen el barómetro que indica el estado de salud de una zona.

 

 

La contaminación química y acústica que sufren los humedales muy a menudo vecinos de grandes factorías industriales o portuarias ha provocado una drástica disminución del número de estas aves. El cambio climático tampoco ayuda a mantener en buen estado sus terrenos. Son aves migratorias que se desplazan miles de kilómetros entre los sitios de reproducción e hibernada. Si cuando llega la primavera no encuentran el limo en un estado optimo, no tendrán el suficiente alimento para poder reproducirse, lo que las hace muy vulnerables a los cambios climáticos y contaminantes.

 

 archibebe

Hasta el momento, se ha vertido mucha tinta para alarmar a la población de este peligro, pero se ha hecho muy poca cosa efectiva. Las poderosas industrias siguen ganando terreno a los humedales y contaminando de forma discreta pero eficaz sin que los estamentos políticos o judiciales impongan restricciones efectivas a estas corporaciones para que reinviertan una mínima parte de sus desproporcionados beneficios en minimizar sus destructivos efectos contaminantes.

 

 

Pero mientras permanezcan aves en los extensos paramos que aun existen, allí habrán fotógrafos de la naturaleza para fotografiarlos. Una de las especies que más abundan son los andarrios, los archibebes, chorlitejos o las lavanderas boyeras entre otras muchísimas especies.

 

 

Los archibebes, son gregarios; viven en bandadas con perfecta armonía con los correlimos y ostreros. Es un ave nerviosa y asustadiza lo que la hace más difícil de fotografiar. Para ello, el fotógrafo debe camuflarse y esperar pacientemente a que lleguen. Oculto en su hide o en la misma vegetación aguardara con el equipo a punto. Este necesariamente debe constar de un buen teleobjetivo 500 milímetros o superior y recomendable el uso del trípode. También puede usarse el telescopio si no es posible una aproximación. El digiscoping es ideal para estos casos. Inconfundibles con sus patas y pico rojo y su plumaje parduzco pasan gran parte de su tiempo picoteando en el limo en busca de semillas, insectos, arañas o crustáceos que son su principal alimento. Es un bonito limícola que si bien se asusta muy fácilmente, también es muy abundante por lo que con un poco de esfuerzo no debe costarnos fotografiar.

 

 andarrios

Los andarrios también son habituales habitantes de estos andurriales, mas desconfiado aun si cabe que los archibebes, evita los espacios abiertos y gusta de permanecer en sitios disimulados. Habita en arrozales, extensas balsas de riego, lagunas y riachuelos. Es migratorio y pasa el invierno en el norte de África. Tiene las plumas de color pardo que varia de tonalidad según la especie y la época, la parte inferior es siempre blanca. Deberá armarse de paciencia para fotografiarlo, pues el no se lo pondrá nada fácil.

 

 chorlitejo chico

 chorlitejo grande

El chorlitejo es uno de los limícolas más pequeños, lo que añade mas dificultad para fotografiarlo. Se distingue por su dorso parduzco y su pecho blanco. También tiene un collar blanco en el cuello. Lo encontraremos en lagunas, deltas y zonas de aguas salobres. Si además de ser pequeñito, es muy nervioso; ya podemos afinar la puntería a la hora de fotografiarlo. Aquí si que se requieren largas esperas con el equipo a punto esperando que se ponga a nuestro alcance. Muy recomendable para ejercitarnos con el digiscoping.

 

 lavandera boyera

De mayor a menor tamaño, nos encontraremos la lavandera boyera, una de las aves más bonitas con su plumaje verde oscuro, su parte superior parda y la inferior de un vivo color amarillo. También pasan el invierno en el continente africano. Llegan en abril y se marchan en agosto justo después de la segunda nidada. Les gusta vivir en riachuelos y dehesas, se alimenta de pequeños insectos.

 andarrios

Con este acabamos una serie de capítulos dedicados a los humedales y sus habitantes. Es mucho lo que me he dejado y claramente insuficiente lo que he expuesto. Lo justo para que el fotógrafo que desee iniciarse en este campo empiece su propia ilustración. En próximos capítulos empezaremos con el maravilloso mundo de los pájaros.

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