SER QUIEN ERES
Parte del tiempo vivimos disimulando lo que somos y pendientes de convenciones sociales y familiares. No hace falta vivir casos extremos, como homosexuales "escondidos", casi todo el mundo va a ver a la suegra, al cumpleaños de la cuñada o a esa fiesta cuando desearia hacer otra cosa, lo que llamamos "quedar bien". Cuando afinamos los sentidos, la cosa va más allá, y nos encontramos fingiendo un papel, el del marido obediente, el hijo bueno, y actuamos encorsetados de acorde a lo que haria ese hijo bueno. La gracia es que lo negamos, porque lo conocido es seguro, aunque no sea lo mejor, y nuestro papel es conocido. Al final este teatro nos acaba pasando factura, por eso la mitad de la gente está asqueada de su vida. Vale la pena al menos intentar ser quien se es, basta por comenzar a no ir al cumple de la suegra o a esa fiesta que odias.