Paseo – Can Malla – Can Marxant – Can Guardia – Can Ventera – Riera de Caldes – Font de Roc – Santa Maria de Palau-Solitá – Can Cortés – Ca n’Estudis – Casa Folch i Torres – Castell de Plegamans – Can Padró – Sant Genis – El Sindicat – Casa de la Vila

Can Malla
El sábado se nos fastidio por la lluvia, pero no hay mal que por bien no venga, agua hacia falta y llego durante todo el día. No sabíamos si el domingo seguiría con la tónica del sábado, así que hoy domingo improvisamos un paseo por Palau-solità i Plegamans que nos pilla cerca y aun quedan cosas por ver. Enpezamos el paseo desde la Masia de Can Malla y Museu del Pessebrisme – Masía catalana típica del siglo XVI con tejado de dos vertientes. Planta rectangular más un piso. Cubierta de poca inclinación y teja árabe. La masía fue construida hacia el año 1770 por Anton Malla.

Can Marxant

Se conservan muchos documentos que forman parte de la historia de esta casa, como escrituras de compras, actas matrimoniales, notas de censos … Uno de los más antiguos es el pago del censo del año 1786. Actualmente está cedido a l’Associació Pessebristes. En la planta baja se realizan talleres de pesebrismo y la exposición anual de belenes populares y dioramas. En la 1 ª planta está ubicado el Museu del Pessebrisme y exposiciones permanentes.

Can Marxant – Se trata de una construcción que se compone de un cuerpo principal de planta rectangular, y un pequeño añadido adosado de planta prácticamente cuadrada. Tiene planta baja y piso, al cual se accede desde la parte de afuera mediante una escalera exterior. Se conserva la estructura de muros portantes de mampostería de piedra y forjados de entrevigado de madera. El tejado del edificio principal es a dos ladera con teja árabe y cumbrera perpendicular a la fachada, mientras que la del pequeño cuerpo adosado es inclinada a una sola vertiente.

Castell de Plegamans
Castell de Plegamans – El Castillo es un edificio que preside, desde la Sierra, toda la llanura de Palau-solità i Plegamans. Su estructuración, por cuerpos yuxtapuestos, habla más de un casal fortificado que de un elemento de defensa. El Castillo o casa fuerte de Plegamans es un gran casal gótico de los siglos XIV y XV que, posteriormente, ha sufrido muchas modificaciones. Tiene una torre en la esquina noroeste, que se considera la parte más antigua del Castillo (siglo XI), hecha con piedras de arroyo o cantos rodados unidos con cal. Actualmente tiene bajos, piso y golfas. El Castillo tiene tejas árabes en las cubiertas que varían entre una o dos vertientes según el caso. Se dice que hay un túnel que comunica el Castillo con Can Cortés. Su restauración finalizó en 1995.

Santa Maria de Palau-Solità
Església Parroquial de Santa Maria de Palau-Solità – Iglesia reformada de estilo románico del siglo XII. En la fachada principal, puerta de arco redondo de medio punto adintelado. Rosetón con reja sencilla por la parte exterior. Tejado a dos vertientes de tejas árabes. Campanario de planta cuadrada. El edificio tal como hoy se puede ver tiene la planta en forma de cruz, sin tener en cuenta las ampliaciones más modernas que se han hecho en los últimos tiempos, pero hay quien piensa en la posibilidad de que originariamente tuvo estado de cruz griega y con una orientación perpendicular a la actual. Según pergaminos que se encuentran en el Archivo de la Corona de Aragón, la consagración del templo de Santa María de Palau-solità fue el 14 de noviembre de 1122.

Font de Santa Maria de Palau-Solità

La ceremonia de consagración la realizó el arzobispo de Tarragona y obispo de Barcelona, Santa Oleguer. Hacia el año 1307 se cambió la orientación de la iglesia, según mandó el obispo Ponç de Gualba. La pila de bautizo tiene la fecha esculpida en la misma piedra: 1498. En 1506 un incendio quemó gran parte del templo, afectando el campanario y la bóveda de la nave, que se tuvieron que construir nuevos. En 1513 se encargó un retablo para el altar mayor al Mestre d’Artés-pintor anónimo de la escuela valenciana que el pintará con dos discípulos suyos. Es importante también el retablo del altar del Roser, con un antipendio de cerámica hecho por Lorenzo Pasollas, uno de los grandes ceramistas de Cataluña de los siglos XVIII. Hasta el año 1933 había un paso que comunicación de la iglesia con la rectoría, construido en el año 1575 para poder guardar mejor los tesoros y que se conservaban un conjunto de importantes piezas de orfebrería que datan del siglo XVI. Además de la función religiosa, desde los años setenta el Patronato de las Noches Musicales de Palau-solità y actualmente la asociación Amigos de la Música Clásica organiza unos conciertos que siempre han tenido palabra buena acogida.

Can Cortès
Masía de Can Cortès – Es la masía más conocida del pueblo, tanto por su situación como por la variedad de actividades culturales que se hacen actualmente. En una de las ventanas del primer piso se ve esculpido el año: 1678; y en las buhardillas hay la inscripción 1702 con el nombre del propietario Jeroni Cortés.Tras ser restaurada, la masía de Can Cortés es la sede social de una serie de entidades culturales, que además del Hogar del Pensionista, fomentan el conocimiento de la historia del pueblo.

Can Padró
Can Padró – Importante masía situada cerca del casco antiguo. Está documentada desde el siglo XIV aunque el conjunto actual es básicamente del siglo XIX, con algunos elementos anteriores. Está formado por diferentes cuerpos, el principal de los cuales es un edificio cuadrangular con tejado a cuatro aguas y una torrecilla central coronada con una terraza con balaustrada En la planta baja de la fachada de poniente hay un cuerpo porticado que hace de terraza de la planta noble.

Casa Folch i Torres
Casa Folch i Torres – La casa Folch i Torres (llamada también casa Folch), está formada por un cuerpo principal con semisótano, planta baja y piso, y una torre adosada de tres plantas, que funciona como vivienda separado. Situado en un solar pendiente, el edificio está rodeado de un amplio jardín, concebido en 1923 como un jardín mediterráneo, con influencia italiana, siguiendo los cánones novecentistas. El diseño de las ventanas, con detalles de estilo gótico, las hace destacar del fondo blanco de las paredes. Actualmente los tejados de la casa son a cuatro aguas. La casa está dividida en dos partes. El edificio rectangular es de titularidad privada, mientras que la torre y el jardín que lo rodea pertenecen al Ayuntamiento. Josep Maria Folch i Torres descubrió Plegamans en 1921, mientras visitaba a su hermano Luis, que dirigía la Escuela-Reformatorio del Tribunal de Menores, instalada en Can Gordi, a cinco minutos a pie. La casa se comenzaba el 30 de enero de 1922 y fue estrenada por la familia el 4 de julio. En mayo de 1925 se terminaron las obras de la torre anexa, donde el escritor tenía el pequeño estudio. Según un rótulo en la fachada, y pasó los veranos y la guerra, y escribió buena parte de su obra. Fue el propio Folch i Torres quien dio las primeras ideas de cómo debía ser la casa, y estuvo siempre muy atento a todos los detalles y la construcción. En el jardín de esta casa se ​​hizo construir un escenario y una platea, y obsequiaba a sus amistades con alguna de sus obras de teatro. 

ca n’Estudis
Ca n’Estudis – La casa de la Avenida de Cataluña, 203-205, llamada en algunos lugares “ca n’Estudis”, es una casa de planta rectangular ubicada en la esquina de una de las calles urbanos de la población. Según la inscripción del lateral, la casa es del 1906. Tiene planta baja, piso superior y azotea. Su estilo es modernista pesar de haber sufrido modificaciones estructurales en las últimas décadas. Queda, todavía, alguna muestra de trencadís en las ventanas de la primera planta y la puerta de la planta baja.

El Sindicat
El Sindicat – El Sindicato Agrícola fue fundado en 1921. Ocupa un edificio de planta rectangular y tejado a dos aguas. El coronamiento de la fachada y las aberturas ciegas tienen el coronamiento ondulado. Los óculos superiores tienen un perfil formado por la intersección de un círculo y un rectángulo.

Casa de la Vila
Casa de la Vila – Edificio originario del siglo XVII profundamente reformado en el año 1908 y de nuevo en 2010. Las dos fachadas (la principal, que da a la Plaza de la Villa y la posterior, que da a la Plaza Once de Septiembre) son muy diferentes. La primera es rectangular, con las ventanas rectangulares, simétricas y alineadas, mientras que la posterior presenta las aberturas con arcos rebajados, bigeminadas en la planta baja y trigeminada la central. La cubierta es con tejado a dos aguas.

Seguid el plano y disfrutad de la ruta, aproximadamente 8,5 km la vuelta.

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Rutas – Can Rectoret – Santiga – Riera de Santiga – Can Lletget – Ca n’Alzina – Serra Maurina – Torrent de Canyameres – Font de Canyameres – La Salut y sus fuentes – Rio Ripoll – Sant Salvador de Jonqueres – Font de Sant Salvador de Jonqueres – Sant Oleguer – Font del Quimet – La Romanica – Barberá del Vallés

Can Rectoret
Hace un frió del carajo, y decidimos salir un poco mas tarde para que el sol haga su trabajo y nos acompañe hoy que puede ya que mañana parece ser que empezara a llover y no es plan dejar pasar un día soleado. Nos dirigimos al rió Ripoll por la cuesta del Tanatorio. Pasamos por el Torrent de Can Llobeteres y la fuente y hacemos un tramo de carretera hasta llegar a Can Rectoret. Can Rectoret es una típica Masía Catalana del siglo XVI situada en el caserío de Santiga, compuesto principalmente por casas de payeses distanciadas entre sí, que pertenecen al término municipal de Santa Perpètua de Mogoda. Sus paredes y vigas de madera centenaria no ha sido siempre el restaurante que hoy todos conocemos. Can Rectoret ha sido la casa donde los antepasados de la familia vivieron y trabajaron como payeses, y hace casi 90 años, comenzaron a servir comidas.

Castell de Santiga

Seguimos hacia el Castell de Santiga, vemos la recientemente restaurada Santa Maria de Santiga o Santa María la Antigua. Seguimos la pista de la Riera de Santiga hasta el cruce de la Font del Jonc, pasando antes por can Barnola y Can Ferran. Giramos a derecha en este cruce y pasamos ya por un tramo de pista, donde lo primero que vemos son campos arados y preparados para el sembrado de cereales, con ese color rojizo del movimiento de tierras singular de los campos de cultivo. Al fondo la silueta de las ruinas de Can Lleget.

Santa Maria de Santiga

El camino sigue y llega a lo mas alto, empieza a llanear mas y se agradece, el calor generado en las subidas que compensa el frío del ambiente, paisaje muy bonito, Cruzamos la Vía Augusta al otro lado la Granja Morera. Aproximándonos a la carretera Sabadell a Polinyà. C-166. A pocos pasos encontramos Ca N’Alzina. Ca N’Alzina es una típica masía catalana del siglo XVII que está situada en el kilómetro 2 de la carretera que conduce de Sabadell a Polinyà.

Ca N’Alzina

Además de restaurante es una hípica de gran reputación a nivel nacional. Accedemos a esta casa por un camino de tierra flanqueado por centenarios árboles que dan la bienvenida al visitante. Estamos en medio de un enorme terreno rural rodeados de naturaleza cuya banda sonora son los relinchos de los caballos.  Quirze Elias junto a su esposa ya fallecida, Pepi Solà, crearon el restaurante en el año 1992, aunque mucho antes la madre de Quirze, Teresa Vinardell había hecho de la casa un merendero.

Torrent de Canyameres

Con todo el acierto apostaron por la cocina de corte tradicional, recuperando y conservando los sabores de los platos de la abuela. Seguimos hasta la Serra Maurina desde allí buscamos el camino que se adentra en el Torrent de Canyameres sin duda uno de los paisajes resaltables del recorrido de hoy. En definitiva descubriendo esos paisajes de los pequeños torrentes que sorprende muy gratamente a quienes como nosotros pateamos los alrededores del Vallés que nunca nos dejan de sorprender, tanto por que tiene un diferente aspecto según sea la época del año, pero siempre es un aspecto acojedor. Al final del camino la Font de Canyameres, donde reposar un rato es un placer.

La Salut

Subimos hasta la Salut, nos paseamos por los alrededores y visitamos sus fuentes. Seguimos hasta el cruce de la Serra de Sant iscle, y nos desviamos por la bajada hacia el rio Ripoll  pasamos por el Molí d’en Torrella y seguimos el camino del parc fluvial del rio Ripoll   pasando por el Molí del Amat . Llegamos Font de Sant Salvador de Jonqueres  siempre te da la bienvenida con un respetable caudal de agua y una gran superficie sombreada, los pájaros aquí encuentran mucho refugio alimento y liquido.

Sant Salvador de Jonqueres

El ultimo tramo, antes de bajar hasta Barberá del Vallés por el rio Ripoll, sera cruzar el Torrent de la font del Quimet. El trayecto de bajada muy suave por el rio buscando los paseos arbolados con poca sombra por el deshoje invernal y parando a observar las fuentes como la Font dels Gitanos y la font dels Degollats. Llegamos a Sant Oleguer y subimos  por el Torrent de la font del Quimet. pasando antes por las pistas cubiertas y ya casi todo carril bici hasta la la Romanica y final en el GR-173 de la Plaza Constitución de Barberá del Vallés.

Seguid el plano y disfrutad de la ruta, aproximadamente 24 km la vuelta.

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CICLOTURISMO – MEMORIA HISTÓRICA DESPUÉS DEL 23F EN BICICLETA Y A LO LOCO

Matadepera

Estos últimos días, a raíz de la búsqueda de unas fotos que me pedía un colega músico, empeze eso que a veces da mucha pereza hacer y es buscar remover cajas de los rincones más ocultos de la casa. Lo que ocurre y creo que no debo ser el único al que le pasa, es que lo que buscas es lo que no encuentras, y aquello que un dia buscaste y cansado de buscar al final lo diste por perdido, sorprendentemente y por arte de birlibirloque aparece delante de tus narices.

Coll d’Estenalles

De pronto en un álbum de fotos, pasando páginas, aparecen las fotos de una ruta en bicicleta de los años 80’s muy especial para mi, ya que la hicimos tres colegas de la mili, justo para celebrar que la habíamos acabado. No pasamos una mala mili, sino más bien yo diría que fue un tránsito pasajero, te rompe la vida y lo que estabas haciendo en esa época y te deja con una incertidumbre de que harás una vez acabada, pero apenas me quedan recuerdos de ella, aunque el episodio del 23F nos pilló de lleno, para mi fue una anécdota apenas resaltable, solo recuerdo que cambie la turuta y el tambor por un Cetme. 

Espanzurraos en el Coll d’Estenalles

Tal era nuestra inocencia o inconsciencia que no recuerdo que nos afectará en absoluto y pasado unos días las aguas volvieron a su cauce, dejamos el Cetme en su sitio y volvimos a hacer ruido, otra cosa no era, con el tambor y la turuta. Aquí empiezan las neuronas en convivencia con los globos oculares a escanear las imágenes e intentar situarlas en el mapa. Si bien recuerdo que hicimos la ruta, apenas podría a día de hoy asegurar con precisiòn por donde pasamos, los kilómetros que hicimos, como y donde dormimos, comimos y lo demás … un etc … es más … que no recuerdo ni los nombres completos de mis colegas de ruta, en estos precisos momentos, aunque ya estoy programando una investigación por cajas y rincones en búsqueda de un documento, que se que debe estar por ahí, donde encontrar los nombres completos.

Talamanca

A medida que escribo esto, se me esta ocurriendo que una vez ordene las fotos, las sitúe en el mapa, lo mejor que pueda y tenga la información posible de mis colegas de ruta, a parte de publicarla en el blog, lo que haré es un intento de búsqueda y localización de mis dos compañeros, a ver qué ocurre. Si tengo éxito, añadiré la información que sea posible al final de este relato. Calculo que de esto ya hace casi 32 años, que no es poco, pero con la ayuda de Google maps y Street View estoy localizando ya algunos puntos de la ruta, allí donde hicimos alguna foto.

Navarcles

Como anécdota ayer encontré un primer punto el “Coll de la Pollosa” y de pronto todo coincidía en el paisaje, menos el árbol que en vez de estar en la izquierda, estaba en la derecha de la pista ? … después de observar todo lo posible, llego a la conclusión de que el árbol de la foto ha desaparecido por viejo, por algún accidente humano o natural y el que está ahora en la izquierda era un pequeño árbol en su momento y ha sustituido a su antecesor, eso o que se a movido por sí mismo … no creo. Empiezo a buscar puntos de la ruta y a deducir cómo y por donde lo hicimos.

el Toll dentro del Raval Picanyol

Mis compañeros partían de Barcelona y me fueron a localizar a Barberà del Vallès, así que ya llevaban unos 18 o 20 kilómetros rodados, según la primera foto, paramos en Matadepera en alguna plaza con fuente que intentaré localizar … aqui esta … entre Carrer Sant Joan / Carrer Sant Llorenç hasta aquí ya llevabamos unos 37 kilómetros. En la siguiente foto no hay duda, estábamos llegando al Coll d’Estenalles y por lo que veo en las siguientes fotos, bastante perjudicados … vaya hechos polvo … así que la tumbada en la hierba no era gratuita sino que se debía a un merecido descanso después de recorridos unos 50 kilómetros. Al parecer ese dia llegamos hasta Talamanca, recorridos unos 60 kilómetros. Me sorprendo a mi mismo con el recorrido que hicimos, no esta mal, teniendo en cuenta que a pesar de que yo usaba la bici con cierta regularidad, solo era para ir a Sabadell a 5 kilómetros máximo y poco más, con bicicleta de paseo, porque eso sí, la bici que llevaba era una bici normal de paseo prestada de mi hermana, que era bastante nueva y al menos tenía cambios. 

Raval Picanyol

Mis compis llevaban una bici algo mas “profesional”, vaya con cambios y manillar de carreras, todo un lujo. No recuerdo que pincharamos, pero no estoy seguro, aunque no sería extraño, me extrañaría que yo llevara recambios ya que por los recorridos que hacía habitualmente no lo tenía a bien. En Talamanca recuerdo que hicimos algunas gestiones con el párroco o cura de la iglesia para conseguir cobijo, y supongo que nos fue bien y en algún cobertizo dormimos, no lo recuerdo pero en las fotos que veo, estoy con una toalla en los hombros a la mañana siguiente, supongo que después de asearme o en busca de donde hacerlo.

A determinar

En una de las fotos con mucho contraluz, estamos en un bar de pueblo, que no sabría decir si es desayunando en Talamanca, podría ser, o ya en Navarcles, pues las fotos que vienen después son de la iglesia Santa Maria de Navarcles si que la tengo reconocidas. Desde hace mucho recordaba haber pasado un pequeño lago en esta ruta y ahora ya se cual es, sin duda fue en Navarcles … recorridos unos 73 kilómetros.

Hora de comer

Desde aquí ya supongo que para llegar a Malla tuvimos que tomar una carretera de subida hasta Calders y Moià. El Parc del Llac se encuentra en el camí del Galobard en dirección a la carretera que va de Manresa a Moià. El lago es un embalse artificial del río Calders. Pasamos por Calders … recorridos unos 84 kilómetros y Moià … recorridos unos 93 kilómetros, hasta muy cerca de Collsuspina y segun veo en las fotos nos paramos a descansar y posiblemente comer en el Toll dentro del Raval Picanyol aunque en el ICC dice “el Coll”.

A determinar

Llegados a este punto hay unas fotos que no he podido situar en el mapa, todavía, son unas en las que estamos en un lugar muy agradable con una mesa y bancos de piedra, también otras que deben ser de diferente lugar, apoyados en unas vallas de madera rústica, y en otra haciendo unas butifarras a la brasa, posiblemente en alguno de estos dos lugares, pieso que debe ser un lugar llamado la Bufa, pero no estoy seguro, tiempo al tiempo, ya averiguare a que lugar pertenecen. Pasamos Collsuspina … recorridos 103 kilómetros hasta llegar al Coll de la Pollosa, aquí nos paramos a hacer unas fotos, entre ellas una especie de panorámica, se nos presentaba una gran bajada hasta Tona de unos 9 kilómetros … recorridos 111 kilómetros y después unos 6 aproximadamente hasta una Masía de Malla … recorridos 117 kilómetros. Aqui tengo mis dudas de que recorrido pudimos hacer, ya que las carreteras han cambiado mucho, y no se todavía a qué Masia fuimos a parar finalmente, eso si eran amigos de uno de mis compañero de ruta que habían estudiado juntos agronomía.

Masia en Malla

La entrada a la masía era un camino flanqueado por árboles, plátanos supongo, a partir de aquí me queda un poco de trabajo de investigación … dejaré aquí un paréntesis ( … ). Pasamos la noche en la masia, una cena con buena conversación y un entorno muy de payes de Osona, como tocaba en esas circunstancias. La masia tenía granja de cerdos y cultivos de maíz, según yo recuerdo. Tendre que añadir aqui datos cuando recopile información extra. Tocaba volver y recuerdo que fue de un tiron por la carretera de pasa por Centelles, Figaró , la Garriga etc, no mucho más, pues esta el tema carreteras muy cambiado y tendré que investigar un poco. En cualquier caso según Google Maps de Malla a Barcelona me salen unos 74 kilómetros y en total la vuelta unos 190 kilómetros aproximadamente. Continuará …

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Paseo – Sant Esteve – Aixopluc Barraca de l’Abelló – Aixopluc Barraca – Aixopluc Barraca de la Perera Morta – Horno de Cal – Aixopluc Barraca Lluis Puig – Aixopluc Barraca de Can Borrell – Aixopluc Barraca de la Marxa infantil – Recer del Claper – Aixopluc Barraca Albert Antonell – Aixopluc Barraca Jaume Martí – Castellar del Vallès

Aixopluc Barraca Lluis Puig
Un paseo por las Cabañas de piedra seca o Aixoplucs, cobijo que utilizaban antaño para protegerse de las inclemencias del tiempo y para guardar aperos de labranza y otros enseres. Corta caminata por los alrededores de Castellar del Vallès, con un día soleado y con buenas vistas del Vallés y Sant llorenç del Munt. El recorrido nos descubre un montón de cobijos y refugios (barracas de viña) recuperados y acondicionados, restos de un pasado dedicado mayoritariamente al cultivo de la vid. Mientras vamos caminando empezamos a encontrar las primeras barracas de la caminata. Son construcciones de piedra seca. Suelen cubrirse con una cúpula llena de tierra y pedruscos para evitar las filtraciones, y con plantaciones de lirios que fijaban la tierra del techo.

Iglesia de San Esteve
Ya dentro del pueblo de Castellar del Vallès y de merecida visita a tener en cuenta entre otras la Iglesia de San Esteve, edificio levantado entre 1885 y 1892 sobre los cimientos de la iglesia de estilo barroco construida a finales del siglo XVIII, y sobre la capilla de Sant Iscle y Santa Victoria, documentada en 1636. Conocida como la catedral del Vallès, es uno de los ejemplos más emblemáticos del neogótico catalán. El Palau Tolrà Sede del Ayuntamiento de Castellar del Vallès. Antigua residencia de la familia Tolrá, fecha de 1890. Desde 1994, es la Casa de la Villa. El conjunto arquitectónico está formado por tres edificios: la residencia, la granja y los gallineros. Además, también hay un jardín con una glorieta, un manantial, bancos modernistas y una pérgola, utilizada en actos oficiales. El jardín es un espacio agradable abierto al público. Las Escoles Tolrá donde llama la atención como tenían en el siglo pasado, puertas diferenciadas de entrala a la escuela para Niños y Niñas.

Seguid el plano y disfrutad del paseo, aproximadamente 6,5 km la vuelta

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Paseo – Bosc de Can Deu – Sant Julia d’Altura – Creu – Mirador Acantilado de Ribatallada – Ermita de Sant Vicenç de Verders – Masia de can Deu

Creu de Sant Julia d’Altura 

Iniciamos el paseo en el parquing del bosque de Can Deu al lado de la carretera Sabadell – Matadepera. Pasando por los lugares de interes siguientes: Bosc de Can Deu – Sant Julia d’Altura – Creu – Mirador Acantilado de Ribatallada – Ermita de Sant Vicenç de Verders – Masia de can Deu. El bosque de Can Deu es una zona de picnic y de recreo de Sabadell. El bosque es propiedad de la Caixa de Sabadell. Todo el entorno forma parte del parque periurbano de Sant Julià y Can Deu, donde el uso que predomina es el forestal y el de ocio.

Sant Julia d’Altura

Sant Julia d’Altura – fue una parroquia rural del antiguo término de Terrassa hasta el año 1904. Posteriormente, la iglesia se quedó dentro del término de Sabadell. En el año 1990 el Museu d’Història de Sabadell inició unas excavaciones arqueológicas y se descubrió una necrópolis medieval con un total de 82 tumbas, fosas simples excavadas en la tierra, con una cronología que va del siglo XI al XVIII. La primera iglesia es del siglo XI y experimentó cambios en los siglos posteriores.

Bosc de Can Deu

Fue en la época barroca cuando experimentó las modificaciones más importantes.. Bajamos por el torrent de Ribatallada. Después de pasar la Fuente dels Capellans y la del Suro, nos acercamos al Castell de Ribatallada.

También hay un mirador RIBATALLADA desde donde se puede contemplar La Mola y Castellar del Vallès y el Rio Ripoll. Asimismo, podemos encontrar la masía de Can Deu, una cuidadosa construcción que alberga un museo de utensilios agrícolas que se puede visitar en horas convenidas. También hay una capilla pequeña, la ermita de Sant Vicenç de Verders, iglesia románica que en 1973 fue trasladada y reconstruida piedra por piedra desde su emplazamiento originario. . Está abierta los domingos.

Sant Vicenç de Verders

Sant Vicenç de Verders – Ermita románica que en 1973 fue trasladada y reconstruida piedra por piedra desde su emplazamiento originario en el término de Santa Maria de Corcó, hoy enterrado bajo las aguas del embalse de Sau, hasta el bosque de Can Deu. La ermita es del siglo XI, y también fue llamada de Sant Vicenç Sarriera.

Can Deu – Museu d’eines del camp

Can Deu – Museu d’eines del camp – No se conocen bien los orígenes de la masía, aunque se encuentran referencias a documentos del siglo XVII (se menciona que viva en Jaume Deu). Can Deu pertenecía al antiguo rodal de Sant Julià d’Altura. La masía, de una belleza austera, está rodeada de un bosque bastante espeso. Es remarcable la cocina con un gran faldón y la sala del piso. Fue adquirida por la Caixa d’Estalvis de Sabadell, conjuntamente con el bosque de Can Deu, que es el mejor y más grande parque natural con que cuenta la ciudad. En la actualidad, l’Obra Social de la Caixa de Sabadell aloja el Museo de Herramientas del Campo.

Seguid el plano y disfrutad del paseo, aproximadamente 5 km la vuelta

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Paseo – Barberà del Vallès – Rio Ripoll – Ca n’Altimira – Bosc de Santiga – Castell de Barberà – Molí Vermell – Font de Can Magí – Moli den Santo – la Romanica

Font de Can Magí

Para acabar el año, nos damos un paseo por los alrededores del pueblo. A pesar de la industrialización de la zona, podemos estar contentos que todavía nos queda esta parte de la cuenca del Ripoll que aun mantiene un cierto aspecto rural y salvaje donde conviven huertos, con aves migratorias el rio Ripoll y parte del legado histórico del Valles.

Torre de ca n’Altimira

Torre de ca n’Altimira – Torre de defensa y vigilancia construida probablemente hacia finales del siglo XI o principios del XII. Apareció cuando se derribó la masía que le da nombre. Tiene planta cuadrangular y consta de dos niveles de estancia única, la inferior, abierta con una puerta moderna, está cubierta con bóveda de cañón generada por un arco apuntado, la superior tiene dos aberturas, una de las cuales, seguramente la puerta original, es de arco de medio punto. Ambos niveles se comunicaban mediante una trampilla.

Castell de Barberá

Castell de Barberá – Está documentado desde el siglo XI y era señoreado por los condes de Barcelona. Eran castlans (castellans) los Barberà, mencionados ya hacia 1170. Hacia finales del siglo XVI, el rey Felipe III otorgó el señorío del castillo a Galcerán de Pinós, Los Pinos obtuvieron el marquesado de Santa María de Barberá en el siglo XVIII, que pasó a Sarriera al XIX. Del castillo inicial queda muy poco, básicamente la base de una torre de planta circular y un trozo de muro, visibles desde el interior. El edificio actual, convertido en vivienda, responde a las reformas de los siglos XVI al XVII, pero sobre todo en la reconstrucción del XIX.

Molí Vermell 

Molí Vermell – Molino papelero situado a orillas del Ripoll, cerca de la masía de Can n’Ermengol. Se sabe que fue adquirido el año 1790 por Francesc Capolat y fabricó papel hasta 1900, después cartón y posteriormente tejidos. Su estado actual es muy precario. Existen actualmente unos humedales que se nutren de la acequia monar del rio Ripoll y son del agrado de las aves del entorno que son muchas y variadas.

Molí d’en Santo

Molí d’en Santo – Antiguo molino papelero situado cerca del río Ripoll. Está documentado desde el año 1660. Consta de dos naves en forma de ele, ambas cubiertas con tejado a dos aguas. Tiene planta baja y dos pisos. El piso superior servía de secador, por eso tiene tantas ventanas.

Santa Maria de Barberà – la Romànica

Santa Maria de Barberà – la Romànica – Hacia el año 1000, la comarca del Vallès entraba en un período de renovación social. Se construyeron iglesias pagadas por los mismos fieles y, a veces, construidas por ellos mismos. La señoría de Barberà fue escogida como sede de una iglesia parroquial. La cabecera parece que se levantó entre el 1050 y el 1090 (la primera cita aparece en 1123). La nave principal, sin embargo, es del siglo XII, y se dice que fue consagrada por el obispo Sant Oleguer. Consta como parroquia desde 1143, cuando fue dada a la Orden del Temple (escritura de Ramón Berenguer IV). El templo tiene una concepción sencilla, se combinan unos elementos muy simples: fajas y arcos, cornisa y zócalo, dientes de sierra y en general una textura y unos colores de los muros muy contrastados. El constructor jugó con piedras de tres tonos de color diferenciados y de medidas similares. La combinación es, a la vez, austera y elegante. En el interior hay pocas decoraciones, buscando líneas y planos que ofrecen un ambiente austero y de discreción generales.

la Romànica

El conjunto ofrece una sensación de amplitud muy superior a la real. Con el incendio y saqueo del 21 de julio de 1936 se perdió parte de las pinturas murales, archivos y objetos ornamentales y de culto, algunos valiosos. En 1949 eliminaron a las arquitecturas no originales añadidas, capillas del siglo XIV y restos de la casa parroquial, y restaurarse parte de los desperfectos. Finalmente, en 1966 se hizo una nueva restauración, con el fin de evitar los efectos de las inundaciones y falta de ventilación, que había afectado a los frescos. En 2007 se inicio un proceso de estudio y análisis del monumento, con el objetivo de una nueva restauración. En 1919 se descubrieron pinturas románicas bajo una capa de cal, que ocupan los tres ábsides y los espacios que hay entre ellos. Hacia los años cuarenta se hizo una restauración, con criterios discutibles. Según Carbonell, las pinturas del ábside central y las de los laterales corresponden a épocas diferentes, entre los siglos XII y XIII.

Seguid el plano y disfrutad del paseo, aproximadamente 8,5 km la vuelta.

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Paseo – El Prat de Baix – El Turonet – Serrat d’en Brugetes – Pino enroscado – Castell de Montbui – Sant Mateu de Montbui – Cantera de Sauló – Sant Tomás – El Prat de Dalt – Pozo de Hielo del Prat de Baix – Font del Ferro

Pino enroscado – Pi Cargolat

Continuamos esta semana por los alrededores de Caldes de Montbui, aunque ahora más cerca de Sant Felíu de Codinas y pisando tierras de Bigues i Riells. Llegamos hasta la masía de el Prat de Baix y tomamos el camino que va hasta el Serrat d’en Brugetes pasando por el Turonet. Sin llegar a entrar en urbanizacion alguna, pasamos bordeando el Serrat d’en Brugetes hasta la subida final al Castell, antes nos encontramos con el Pi Cargolat y poco después ya llegamos hasta el Castell de Montbui y Sant Mateu de Montbui.

El Prat de Baix

El Prat de Baix – Bigues – es una de las masías históricas de la antigua parroquia rural de Sant Mateu de Montbui, agregada ya de antiguo en el pueblo de Bigues, en el término municipal de Bigues i Riells, en la comarca del Vallés Oriental . Es en el extremo occidental del término municipal, en el lado este de la carretera C-59 en el punto kilométrico 18,8, cerca y al sureste de la masía de El Prat de Baix, situada dentro del término municipal de Caldes de Montbui. Queda cerca y al noroeste del Castillo de Montbui. Está incluida en el Catálogo de masías y casas rurales de Bigues i Riells.

Castell de Montbui

El Castell de Montbui – está ubicado en la cima de una montaña entre las poblaciones de Sant Felíu de Codinas, de Bigues (municipio al que pertenece) y Caldes de Montbui. A su lado encontramos la ermita prerrománica de Sant Mateu de Montbui, edificio de una sola nave con un ábside de planta de herradura. Del castillo sólo quedan algunos muros construidos con una estructura de opus spicatum. El castillo, documentado desde 987, era la residencia de la baronía de Montbui. En 995, los condes de Barcelona le asignan en feudo a Gombau de Besora.

Castell de Montbui

Este murió en 1050 y traspasó el castillo de Montbui a su hija Guisla de Besora, segunda esposa de Mir Geribert, príncipe de Olèrdola. Mir estaba enfrentado con el conde de Barcelona, Ramón Berenguer I, quien se opuso a este traspaso de dominio, hasta que en 1059 hacen las paces y el conde dio en alodio a Mir Geribert las tierras que formarían la baronía de Montbui. Estas tierras eran las parroquias de Sant Pere de Bigues, San Esteban de Palaudaries, Sant Mateo de Montbui, San Felíu de Codinas, Santa Eulalia de Ronsana, San Genís de La Ametlla, San Andrés de Samalús y se piensa que también Santa María de Caldes.

Subida al Castell de Montbui

Más tarde fueron propietarios los Bell-lloc, señores de La Roca del Vallés, les Cabanes y Pere de Sentmenat, que en 1178 lo compró a Ramón de Cabanes. En 1240 pasó bajo dominio del obispo de Barcelona, quien mandó reconstruirlo en 1308. Entre 1381 y finales del siglo XV la propiedad se alterna entre la corona y otros nobles como Ramón de Planella o Ramón de Torrelles, señor de La Roca del Vallès. Finalmente, en 1490 hubo un cambio de jurisdicción y la baronía de Montbui pasó, por el Privilegio de la Entrega, a la jurisdicción del Consejo de Ciento de Barcelona, considerando el lugar como una “calle de Barcelona”. La nueva jurisdicción suponía pagar una redención al barón y formar su propio gobierno (el Consejo de la Baronía), que tardó en funcionar correctamente. Con todo, los Torrelles mantuvieron la posesión del castillo y, más tarde, lo pasaron a los Sentmenat. Los consejeros de Barcelona, mantuvieron la baronía hasta el 1714. El castillo se abandonó a partir de mediados del siglo XIX.

Sant Mateu de Montbui

Sant Mateu de Montbui – La iglesia antigua es de una sola nave rectangular cubierta con bóveda de cañón apuntada enseguida, con un ábside interiormente de herradura y exteriormente semicircular, cubierto con bóveda esférica. Tiene una ventana de doble derrame en el centro del ábside y otra de una sola derrame en el muro de mediodía, orientada al sesgo del muro. La puerta está en la fachada de poniente, pero está tan deteriorada que se une con el ojo de buey que tenía encima. También está muy dañado el campanario de espadaña,

Sant Mateu de Montbui

Estos tres elementos, sin embargo, son bastante más tardíos que el ábside. La actual ermita de Sant Mateu de Montbui fue una iglesia parroquial románica del término municipal de Bigues i Riells, del Vallès Oriental, dentro del ámbito del antiguo pueblo rural del mismo nombre de la parroquia, actualmente integrado en el término del pueblo de Bigues. Está situada al lado de levante de la cima del Castillo de Montbui, hasta el punto que a la ermita está el vértice geodésico (289113001) de este punto geográfico. Además de capilla del Castell de Montbui, fue el centro de una extensa parroquia rural actualmente repartida entre los términos municipales antes mencionados. Es mencionada en 1058 entre las siete parroquias de la baronía de Montbui, en una disputa nobiliaria. El despoblamiento de su territorio hizo que el 1156 ya aparezca unida a Sant Pedro de Bigues, aunque entre 1584 y 1623 estuvo unida a Santa María de Caldes de Montbui. El aislamiento del lugar hizo que a principios del siglo XVIII se construyera una nueva iglesia, cerca de Can Carreres.

Sant Tomàs del Prat de Dalt

Sant Tomàs del Prat de Dalt o Sant Thomas Becket – Arzobispo de Canterbury – Thomas Becket (Londres, 21 de diciembre de 1118 – Canterbury, 29 de diciembre de 1170) fue un eclesiástico inglés, canciller de Inglaterra con Enrique II en 1154 y arzobispo de Canterbury y primado de la iglesia inglesa en 1162. El 1173 fue proclamó santo y mártir por Alejandro III, es venerado como Santo Tomás Becket, Tomás de Canterbury o Tomás Canturienc.

Sant Tomàs del Prat de Dalt

Esta capilla románica en ruinas, de la que hay constancia el año 1190, tiene la planta rectangular, seis metros de ancho por diez de largo, paredes de un metro de grosor, y se conservan todavía cinco contrafuertes externos, con restos de algunos ornamentos en los muros. Parte del techo se encuentra derruido y el ábside se encuentra resquebrajado. La imagen del santo fue trasladada el año 1771 en la capilla que se construyó en la masía de Prat de Dalt.

Volviendo de Sant Tomàs del Prat de Dalt o Sant Thomas Becket, pasamos por detrás de el Prat de Dalt, tenemos que sortear algunos pasos cercados con alambre para las vacas, osea abrir y volver a poner el cable en su sitio. Bajamos hasta la pista que lleva al Pou de Glaç de el Prat de Baix, y cerca dentro de una caseta esta la Font del Ferro.

Seguid el plano y disfrutad del paseo, aproximadamente 9 km la vuelta

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Paseo – Caldes de Montbui – Antiguo horno ladrillos – Mas Manolo – Font de la Borda – Torrent de Can Camp – Bosc de Can Camp – Turó Gros – Camp de Golf – Cementerio de Caldes

Font de la Borda

Para empezar buscamos un lugar para aparcar no muy lejos de la carretera C – 59, pues debemos cruzar la carretera de Barcelona a Moià C – 59, al cruzar entramos en una pista y dejamos a la izquierda el Mas Manolo, antigua residencia de el escultor Manolo Hugué, que se está habilitando como museo. Siguiendo la pista pronto encontramos a mano derecha la fuente de la Borda. Una mesa y un muro que hace de banco invitan a disfrutar de la frescura del lugar, rodeados de buenos ejemplares de robles y Encinas.

Varias chimeneas en el recorrido

A pesar de ser uno de los recorridos mas sencillos de los entornos de Caldes de Montbui, es de una longitud superior a la Ruta del Remei, está orientado hacia la parte Este de la población, donde se puede apreciar un bosque notable como es el de Can Camp, torrentes, fuentes y lugares escondidos en una sucesión que deja muy buena impresión. Se puede apreciar también el impacto de la implantación del campo de golf. Llegamos hasta la urbanización Els Lledoners y volvemos hacia Caldes siguiendo el mismo trazado que la variante GR 97.2, pasando por lado del Mas Manolo. Además de la señalización con paneles de la Diputación lo encontramos marcado con franjas de color verde.

Seguid el plano y disfrutad del paseo, aproximadamente 7,5 km la vuelta

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Paseo – Castellar – Deposito – Font dels Casots – Barraca Botafoc – Pedrera del Cente – Torrent de Canyelles – Font del Llorer – Mas Canyelles – Font dels Gossos – L’Alzina Balladora – Coll de Canyelles – Puig de la Creu – Pedrera Sot de Goleres

Font del Llorer
Nos acercamos de nuevo por Castellar del Vallés. Todavía quedan pistas, senderos, fuentes, barracas y lugares por conocer. El día es bueno, frío pero soleado y tomaremos la pista de Can Cadafalc, que es relativamente suave para subir. Subimos por la calle del General Boadella, la plaza Maestro Gelonch y la calle de Sant Llorenç hasta la calle de Canyelles, una vez en esta calle, cogemos el callejón de la derecha, y andamos entre huertos hasta encontrar una pista forestal más ancha, y vamos hacia la izquierda. 
Barraca Botafoc

Unos metros más adelante encontraremos un cruce, pero nosotros continuamos por la pista principal unos 100 metros más, para coger el camino que sube a mano derecha. Llegamos a la Font dels Casots. Continuamos por el sendero que sale por la izquierda, volvemos a la pista y continuamos hacia la derecha. Llegaremos a un cruce que lleva al Mas Canyelles. 

Font dels Gossos
Dejamos el desvío de la izquierda y continuamos por la pista hasta llegar a la Font dels Gossos. Nos encontraremos otro cruce. Si siguiéramos este sendero que sube a la derecha, dejando pequeños senderos que nos encontraríamos a mano derecha. Llegaríamos a otro cruce y girariamos por el sendero de la izquierda. Llegando a la pista y continuando hacia la derecha hasta el Puig de la Creu. Pero en esta ocasión seguimos la pista o Camí de Can Cadafalc hasta llegar a L’Alzina Balladora, un cruce de caminos. Si seguimos la pista principal, iriamos hacia Can Cadafalc, pero hoy tomamos camino hacia el Puig.

L’Alzina Balladora
L’Alzina Balladora – En este lugar hay un pequeño monolito en el que se explica a los caminantes la historia de la Encina, que era un punto de encuentro para los jóvenes de los alrededores que se quedaban a descansar después de celebrar la romería “l’aplec” de Sant Sebastià de Montmajor en las primeras décadas del siglo XX. En este cruce giramos casi 180º y nos dirigimos hasta el Puig de la Creu pasando por el Coll de Canyelles. 
Puig de la Creu
Desde el Puig la bajada es bastante pronunciada, primero un corto sendero hasta la pista principal, este camino pasara cerca de la Pedrera del Sot de Goleres, a la que se puede acceder por un pequeño sendero. Seguimos la pista hasta llegar al deposito y finalmente, a Castellar del Vallés.
El Puig de la Creu – Además de ser la cima más alta de Castellar (671 m.) Y una buena atalaya, actúa de límite divisorio entre los términos de Castellar y Sentmenat. En su cima se encuentra la iglesia de Santa María, restaurada y modificada en varias ocasiones y que, por sus características, se inscribe en el grupo de capillas rurales del siglo XII sin ornamentación.

Seguid el plano y disfrutad del paseo, aproximadamente 10 km la vuelta

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Paseo – La Romànica – Acantilados del Rio Ripoll – La Verneda – Torrent de Llobeteres – Font de Llobeteres – Can Roquetas – Bosque de Can Traball – Santiga – Església de Santa Maria l’Antiga – Safareig de Santiga – Rectoria – Castell de Santiga – Pozo de la Rectoria – Font de Santiga – La Mare de Déu de l’Heura – Plaza Santiga – Pineda de l’Estret de les Vinyes – Rio Ripoll

Santiga

Santiga esta situada a dos kilómetros del casco urbano de Santa Perpètua, dirección Sabadell (B-140), encontramos el valle de Santiga entre la sierra de la Salud y la de Polinyà, en medio de la llanura vallesana agroforestal ubicada entre el río Ripoll y la riera de Caldes, haciendo de eje conector de las cordilleras Litoral y Prelitoral. Las aguas pluviales de la cual transcurren por la riera de Santiga o Canalies.

Entorno de Santiga

A pesar del entorno de zonas industriales, aún conserva, sin embargo, su morfología de estructura agrícola original. La ocupación humana de Santiga es muy antigua, los restos de período prehistórico son muy abundantes. Se han recuperado restos de cerámica del neolítico antiguo (VI – V milenio aC), del Bronce final (II – I milenio aC) y el entierro del hierro – ibérico (s. VI – V aC) de un joven guerrero ibérico inhumado con armas y bagajes (lanza, flechas, espada) que hace sospechar a los especialistas de la existencia de un poblado ibérico en el entorno de Santiga.

La Mare de Déu de l’Heura

Las últimas prospecciones arqueológicas han puesto en valor los restos de una villa romana bajo el edificio de la rectoría. La existencia de esta ahora hacía prever la existencia de una iglesia paleocristiana construida sobre los restos de la zona sagrada de una villa romana. Las excavaciones en el interior de la iglesia realizadas entre 2006 y 2008 no han encontrado rastro de esta construcción religiosa del siglo VII – VIII. En su lugar está la iglesia prerrománica que parece que fue construida directamente sobre la estructura de la villa romana. Estos hallazgos actualizan la hipótesis del historiador Fermí Vinyals que suponía la existencia de un asentamiento romano de nombre Canalis compartiendo el territorio de Santiga con la antigua Arragonem, actual Sabadell.

Entornos de la Font de Can Llobeteras

La abundancia de agua procedente del arroyo de Canalies (ahora de Santiga) habría permitido a estos romanos santiguencs abastecer de productos de la huerta los ciudadanos de Arragonem, especializados en los cultivos de secano para abastecimiento de la metrópoli romana. El lavadero, que recibe las aguas de una mina de agua construida en el siglo XIX todavía existente, el castillo de Santiga y la iglesia con su conjunto parroquial, configuran la plaza de Santiga, centro de este espacio.

Rectoria

En la plaza, completan el paisaje un magnífico almez cerca del lavadero, el olivo en el centro y un viejo platanero al lado. El núcleo de Santiga se dividía en dos barrios que tenían la riera como frontera natural, el barrio de arriba y el de abajo. Del primero era la iglesia, el castillo, can Rectoret, Can Barnola, y un puñado de casas más, muchas desaparecidas hoy en día. Del segundo, can Sabau, Torreferrussa, can Maiol y can Llobet, entre otros.

L’església de Santa Maria l’Antiga

L’església de Santa Maria l’Antiga – La primera cita documental de la iglesia de Santa María data del año 983. La iglesia debió ser modificada o reconstruida a lo largo del siglo XII, ya que el año 1193 volvió a ser consagrada. Las continuas actuaciones sobre el edificio son una característica del templo santiguenc, de modo que los sucesivos momentos históricos tienen reflejo. Actualmente se determinan varios los periodos de evolución constructiva:

1. – Época romana (s I – V dC).
2. – Época altomedieval (s. IX – X).
3. – Época románica (s. XI).
4. – Época tardoromànica (s. XII – XIII).
5. – Época bajomedieval (siglos XIII – XIV).

Cementerio

Época moderna (s. XVI – XVIII). En el siglo XVI se reforma la nave principal construyendo el ábside trapezoidal actual y la puerta de la entrada oeste, en uso todavía y marcada con el año de modificación al umbral: 1574. En los siglos XVII – XVIII corresponde el sobrealzamiento del campanario, la construcción de la capilla del Santo Cristo y la bóveda de cañón con yeso de la nave lateral sur, también se adosaron a la fachada posterior (este) y en la lateral (norte) la casa rectoral, que conecta directamente con la parte posterior de la iglesia a través de un patio y la casa de dos plantas donde era el hostal, adosado a la pared del norte.

Puerta

Las actuales actuaciones arqueológicas que se están desarrollando permitirán acotar con mayor precisión esta cronología. Por ejemplo, el periodo romano está demostrando una gran potencia arqueológica. Se han encontrado importantes restos de una villa romana erigida en el siglo I dC y habitada hasta el s. VII. Los visigodos, que la habrían encontrada abandonada, la usaron como habitáculo tal y como demuestra la existencia de dos chimeneas y un par de silos donde guardaban el grano. En un principio, los restos parecían corresponder a un ábside paleocristiano del siglo VII pero una mejor observación pudo precisar que se trataba de una iglesia carolingia de los siglos IX y X que deberían levantado aprovechando las paredes de la villa romana. Más adelante, en el siglo XI, se construyó la ermita románica, de la que se ha destapado el ábside.

Castell de Santiga

El castell de Santiga – El castillo de Santiga es una masía fortificada de planta cuadrada con tres crujías y de tres pisos de altura, rodeada de un muro con un portal adintelado de acceso. Las paredes de carga son de guijarros y arena, tiene vueltas en planta baja y vigas de madera en planta y piso. La cubierta es a cuatro aguas de teja árabe. El edificio está rodeado en sus fachadas norte, este y oeste de edificios auxiliares a nivel de planta baja y planta piso, a excepción de la fachada principal donde se ubica un pequeño jardín. Esta fachada tiene una composición simétrica con un portal adintelado de acceso a planta baja y ventana a ambos lados, tres balcones en planta piso y una serie de ventanas con arco de medio punto en la planta de buhardilla. Son especialmente destacables el portal adintelado del muro de acceso al jardín donde cuelga un escudo de armas con las enseñas de las casas nobiliarias de los Salbà, los Vallgornera, los Vallseca y Sentmenat. El portal adovelado que da acceso a la masía también tiene mucho interés.

Escudo de armas del Castell de Santiga

El origen del castillo y sus habitantes también es bastante antiguo. El lugar aparece en la documentación desde el siglo X y desde los tiempos medievales, los señores y propietarios fueron configurando una gran propiedad única. Los caballeros de Santiga no son tan conocidos como los Mogoda, pero no eran menos importantes en el mundo medieval. Arnal Geribert de Antigua (s. XII) además de Santiga tenía propiedades por diferentes lugares del Vallès y era uno de los nobles que seguía el conde de Barcelona. Él fortificó la masía otorgándole la función militar defensiva. Marimon de Plegamans (s. XIII), propietario de Santiga por vía hereditaria formaba parte de una influyente familia nobiliaria como lugartenientes reales. En el siglo XIV los propietarios eran los Sentmenat, no menos importantes que los anteriores. Estos obligaban a los campesinos de las masías de sus territorios a limpiar el foso del castillo con sus herramientas, a pesar de que su función de defensa no existiera.

Añadir leyenda

Actualmente el paraje de Santiga, convive una estructura casi parada en el tiempo con el castillo, las casas construidas entre los siglos XVI y XVII, delante ya poniente del castillo, para los trabajadores; el hostal que también era del señor, la casa rectoral y la iglesia, junto a las naves industriales de los polígonos del siglo XX y XXI que caracterizan la economía de Santa Perpètua de Mogoda actual.

NOTA: Información obtenida de la Associació d’Amics de Santiga.

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