LAS CASTAS EN EL FUNCIONARIADO
En la politica salarial teoricamente justa de la función pública, hay más desbarajustes y cachondeo que en ninguna empresa. Las tablas salariales de los funcionarios son públicas, pero eso no es lo que se cobra. Así, en una misma sala puedes encontrarte a un auxiliar administrativo que roza los mil euros, con otro que roza los dos mil. El sueldo base es el mismo, los complementos y pluses no. Bajo el plus de peligrosidad de algunas brigadas municipales o algún plus de productividad se encuentra la amistad con el alcalde. Simbiosis perfecta, estas conmigo y yo te pago tu fidelidad. En esto de los complementos diversos, ha habido casos de técnicos de ayuntamientos que tienen 1200 euros de complementos varios, sueldo base y otras cosas a parte. Luego hay cuerpos funcionariales que cobran trienios y sextenios, es decir, por 6 años trabajados no cobran dos trienios o un sextenio, sino dos trienios más un sextenio. Entre estos vividores o vacas sagradas, se encuentra la otra cara de la moneda, los funcionarios pringados, con un sueldo ajustado a cambio de trabajo de sobra (eso sí, fijo), haciendo funciones de categorias por encima de la suya y con unos cargos políticos incapaces de ver la realidad de la planta de abajo. En todas partes cuecen habas, los médicos que cobran 6.000 conviven con los que cobran 600. El último escalafon de esta estructura de castas lo forma los interinos, que son como los funcionarios pringados pero sin trabajo fijo. La mayoria de las veces pendientes de que una subvención o la gracia de algún regidor les den unos meses de trabajo, rezando para que las funcionarias aumenten la familia o cojan la gripe A. Y en este panorama de vacas sagradas y pringados, nos dicen que todos tenemos que apretarnos el cinturón. Pues el que lo tiene en el último agujero, poco puede apretar. Tendrian que proporcionar un índice de pringado/a, y en base a eso, hacer los "sacrificios" pertinentes (forma poética de "bajada de sueldo").