Con aretes de comas
ella se arreglaba para la página
mas nunca usaba el guión corto.
El polvo compacto de los adjetivos
cubría algunas arrugas
que se empecinaban en aparecer después
del baño sustantivo.
Ella no se sabía evanescente
silueta tenue
en el espiral de sus apariciones.
Ante sus ojos aparecía
pero nunca en el visillo
de las ventanas vecinas.
Era como si nunca hubiera existido.
Sin embargo estaba allí, se miraba allí
húmeda de rocío
brillando al sol de su sintaxis.
Este corsé
Ceñido
intentando esconder
los excesos de su cintura.
Se dio entonces
al sueño
la levitación heautoscópica
lámina fragmentada:
calidoscopio.
Y se miró sola
Concreta
Esbelta
estrella que se bastaba
elevada del lecho de la palabra.
Anibal Beça
Traducción de E. Antonio Torres Glez