Salimos de Barberá del Vallés hasta Sant Oleguer en Sabadell y bajamos por el zigzageante carril detrás de las piscinas que baja hasta las pistas cubiertas. Normalmente ya desde aquí bajamos al Rio, pero hoy seguimos en dirección al puente que va a Torre Romeu. Poco antes del puente un desvió hacia una pista a la derecha lleva al Molí de las tres Creus, es un tramo corto y arbolado que llega hasta el puente que cruza el rio. Lo cruzamos y tomamos el camino del Rio Ripoll a la altura de la fabrica GRAU S.A. Seguimos hasta volver a encontrar el siguiente puente y cruzar de nuevo al otro lado del Rio. Pasado el Pont de la Salut, el Molí d’en Torrellas, la Font dels Degollats, el Molí de l’Amat, Sant Vicenç de Jonqueres y el Molí d’en Mornau, nos reencontramos con la Font de la Teula que hacia mucho tiempo no visitábamos mas adelante el Horno de Cal y la Font dels Platans, que permite refrescarse con su gran caudal de agua. Justo antes de el Rieral(1) nos desviamos por detrás hacia Can Messeguer y la Font de Can Messeguer, cerca nos encontramos con el Sr. F. Xavier B. B., un valiente que camina bajo el sol implacable bien protegido para no insolarse. Le acompañamos hasta la Font de Sant Antoni y Sant Esteve de Castellar Vell, donde paramos a observar el entorno y la arquitectura compartiendo una interesante charla. Nos despedimos y tomamos el camino de vuelta. Que decidimos hacer pasando por Can Sallent, saliendo a la carretera hacia Matadepera pasando por Can Font. Desde Matadepera nos dejamos deslizar casi 4 kilómetros sin apenas tocar pedal y con una grata sensación del aire en la cara muy necesario en un día tan caluroso.
Sant Esteve de Castellar Vell
El templo aparece documentado por primera vez el año 1037. Estaba bajo las órdenes del Monasterio de Sant Llorenç del Munt , que a su vez dependía del de Sant Cugat del Vallès . Esta dependencia fue motivo de disputa en varias ocasiones con el obispado, hasta que en 1322 el abad de San Lorenzo, Guillermo de Santmartí, compró al obispo por una importante suma de dinero. En 1562 fueron trasladados estos derechos mediante una bula papal en la iglesia de Santa María del Pi de Barcelona, ya que la vida monacal en San Lorenzo prácticamente había desaparecido. A finales del siglo XVIII se trasladó la sede parroquial al nuevo núcleo de Castellar, situado en el valle y que había crecido considerablemente. A partir de ese momento el templo entra en desuso y se irá degradando hasta llegar a amenazar ruina.
El templo actual es la suma de varias etapas constructivas. Las obras de restauración, que comenzaron en 1996, permitieron descubrir la cabecera románica del siglo XI. En los brazos de la actual crucero se pueden ver los restos de dos cámaras. La del lado derecho tiene planta rectangular. Estaba cubierta con una bóveda de cañón. Tiene una abertura en el lado oeste y parece como si fuera una cripta. En el lado norte encontramos otro cuarto, de planta cuadrada, que podría corresponder a la base de un antiguo campanario. De esta época también se conserva la parte más occidental del templo. Son tres tramos de la nave cubiertos con bóveda de cañón, reforzada por dos arcos torales. Entre los siglos XII y XIII se reformó el templo, dotándolo del aspecto que tiene en la actualidad.
Nos encontramos con un templo de una sola nave acabada en un transepto y un ábside rectangular. Los muros este de los dos brazos del transepto fueron construidos a modo de ábsides laterales. Esta parte del templo es más alta que la del siglo XI y se cubrió con bóveda apuntada, que en algunos puntos conserva fragmentos de pintura posterior. Las ventanas que iluminan el ábside son de medio punto y de doble derrame. Adosada al muro sur, junto al brazo del crucero, se alza la torre de campanario, edificada en el siglo XVII. Durante las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en los últimos años, también se encontró algunos silos y tumbas antropomorfas, algunas cubiertas con losas, datadas entre los siglos IX y XII.
(1) El Rieral es una zona de huerta situada en la orilla derecha del río Ripoll. Está regada por la acequia Monar. Este tramo de acequia va hasta el molino de El Rieral y de éste al torrente de Ribatallada. El último recorrido íntegro se iniciaba en la mina inmediata al término de Castellar y a pocos pasos del torrente de Ribatallada.
Seguid el plano y disfrutad de la ruta, aproximadamente 31 km la vuelta.